El fenómeno de migración desde Necoclí, en el Urabá antioqueño, hacia Panamá y Costa Rica, continúa siendo atendido por las autoridades colombianas, pues el flujo de personas aún es alto y es parte de un proceso que se ha denominado como migración sudamericana y extracontinental.
Para el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, aunque se brindan todas las garantías y ayudas necesarias, “Colombia no puede ser responsable de una migración que no se origina ni tiene como destino este país”.
Y es que según las cifras de la entidad, están saliendo diariamente 650 migrantes desde el Urabá antioqueño durante cinco días a la semana, lo que significa que el tránsito semanal autorizado es de por lo menos 3.250 personas hacia Centroamérica y que tiene como destino Estados Unidos o Canadá.
Con corte al viernes 20 de agosto, en Necoclí había 2.500 personas en tránsito y adelantando su procedimiento de salida hacia el Darién. Además, hacia este punto se han movilizado aproximadamente 4.400 migrantes de manera reciente, en 122 buses, con concentraciones en Cali y en el departamento de Nariño, en donde hay aproximadamente 3.000 migrantes con vocación de tránsito.
Espinosa explicó cómo se presenta este fenómeno, que involucra principalmente a ciudadanos de Haití y que nada tiene que ver, por ahora, con el asesinato del presidente del país caribeño o del reciente terremoto que afectó la isla.
“Es un fenómeno de tránsito. Quiere decir que es una migración qué pasa por Colombia, no se origina en Colombia ni tiene destino en Colombia. Esa migración en estos momentos está marcada primordialmente por ciudadanos de origen haitiano, familias mixtas que tienen parte de la familia con origen brasileño y con origen chileno. Hay orígenes peruanos, hay presencia de menores y esa migración se suma una migración extracontinental que viene fundamentalmente del África y entra por Brasil a inicia su trasegar por Sudamérica para atravesar Colombia, luego Panamá, Costa Rica y llegar hacia los Estados Unidos y Canadá”, explicó.
A esto agregó que al fenómeno también se suman movimientos de cubanos que salen de la isla para hacer este mismo giro. La mayoría de las familias salieron de las islas hace por lo menos 10 años y se establecieron en Brasil, Chile o Argentina, y ahora quieren buscar el sueño americano.
Hace poco hubo una reunión entre las autoridades de Colombia y Panamá, en la que se buscaron soluciones para conjurar la crisis humanitaria por los altos índices de migrantes que se registran en el municipio de Necoclí.
Sobre ese encuentro, la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez tomó la vocería del gobierno Duque y afirmó que fue fructífera la reunión con la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Érika Mouynes, la cual contó con el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, del país centroamericano.
De acuerdo con Ramírez, el objetivo en el corto y mediano plazo es identificar las mejores soluciones que detengan de manera definitiva la tragedia humanitaria por la que está atravesando la región de Necoclí, por migrantes que vienen del sur hacia el norte, y en donde Panamá y Colombia, según la funcionaria, son países de tránsito.
Sin embargo, este mismo proceso de migración ha hecho que se presente tráfico de migrantes, razón por la que se han generado procesos administrativos a 144 empresas de transporte terrestre, 483 de transporte aéreo y una de transporte marítimo.
“Hemos sancionado a 77 empresas de transporte por omitir su obligación de reporte de movilidad de extranjeros en territorio nacional”, finalizó Espinosa.