El pulso por la presidencia de la Cámara en el primer año del nuevo Congreso se está convirtiendo en toda una garrotera. El Partido Liberal, que es la bancada mayoritaria en esta corporación y aspira a ocupar esta dignidad, ya le empezó a ‘mostrar los dientes’ al petrismo, que también insiste en este cargo.
La Alianza Verde, que se declaró partido de gobierno, lanzó la aspiración de la representante Katherine Miranda, a pesar de que la fuerza mayoritaria en esta corporación es el Partido Liberal y por derecho propio le correspondería la presidencia en el primer año.
“Nos sumamos a la confianza puesta en Miranda, para que nos represente como candidata única a esta importante designación. Sabemos que su conocimiento y tenacidad le permitirán sobresalir en los retos que conlleven su liderazgo, de cara a la ciudadanía y nuestro partido”, indica un comunicado de los verdes.
Miranda le indicó a SEMANA que hasta el momento se mantiene firme en su aspiración y argumenta que se debe enviar un mensaje de equidad de género al tener a una mujer en este importante cargo. Esta es una de las razones por las cuales ha tomado fuerza su postulación.
Sin embargo, molestos con esta postulación, los compromisarios liberales ya se reunieron con representantes del Pacto Histórico, quienes se comprometieron a apoyar la aspiración de los rojos, lo que seguramente generará fracturas con los verdes.
Y no contentos con esto, los liberales trazaron una estrategia en la que dejaron ver que van por todo o nada. Mientras el Pacto Histórico se encuentra en un retiro espiritual en Medellín, los congresistas rojos han venido sosteniendo conversaciones con representantes del Partido de la U y Cambio Radical, con quienes buscan hacer un bloque que les permita hacerle contrapeso al petrismo.
Básicamente lo que se ha discutido en este bloque es que no es un buen mensaje que el petrismo quiera tenerlo todo en el primer año del Congreso, pues no se puede olvidar que ya van a tener la presidencia del Senado, en cabeza de Roy Barreras.
Generalmente, en medio de los acuerdos políticos a los que llegan los partidos, se busca que haya pluralidad en las presidencias del Congreso, es decir que el Senado y la Cámara no estén dirigidas por la misma fuerza política.
En medio de esta discusión, los liberales han estado incluso dispuestos a negociar con La U la dirección administrativa de la Cámara, pues ambas fuerzas están detrás de este cargo, que tiene un amplio manejo burocrático.
Dentro de los 18 elegibles seleccionados por la Comisión de Acreditación de la Cámara para ocupar la dirección administrativa hay nombres de ambos partidos: La U tiene a Jhon Abuid Ramírez, quien actualmente ocupa esa posición, y los liberales enviaron a Miguel Ángel Sánchez, actual secretario de la colectividad.
Con Cambio Radical lo que se ha manejado es comprometer el apoyo liberal para que esta colectividad ocupe la presidencia de la Cámara, en el tercer o cuarto año del Congreso entrante.
Los compromisarios liberales saben, además, que a este bloque, en el momento de la votación, se sumará el Centro Democrático, partido que no es parte de las negociaciones de mesas directivas por ser de oposición, pero que tiene una bancada de 16 congresistas en Cámara que podría ser decisoria.
Es evidente que para el uribismo es más manejable tener un presidente de Cámara liberal y no uno del petrismo.
Estas movidas liberales evidencian que le están mostrando los dientes al petrismo, fuerza política que seguramente tendrá que ceder si no quiere generar mayores fracturas en la coalición de gobierno.
Las decisiones frente a la composición de las mesas directivas en los próximos cuatro años se tomarán este miércoles en la reunión que tendrán los compromisarios de cada una de las fuerzas políticas. Pero es evidente que el liberalismo ya llegará con parte de la tarea adelantada.
Tener la presidencia del Senado o la Cámara en el primer año es más apetecido que en los demás períodos, pues en los primeros 12 meses es cuando el Ejecutivo llega con bríos a radicar sus principales proyectos y se presenta el Plan de Desarrollo. De hecho, el presidente electo Gustavo Petro ya dejó claro que desde los primeros días de su gobierno radicará la reforma tributaria y los proyectos de tierras.