La desnutrición, enfermedades diarreicas agudas e infecciones respiratorias agudas siguen cobrando la vida de niños menores de cinco años en varias regiones del país. Por eso, la Procuraduría General solicitó a los actuales gobernantes gobernadores y alcaldes tomar medidas inmediatas para frenar los alarmantes índices de mortalidad y morbilidad infantil en Colombia.
Para el Ministerio Público, estos decesos son prevenibles y demandan una acción coordinada a nivel nacional y territorial para proteger a la infancia.
De acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Salud para la semana epidemiológica 43 de 2023, se notificaron 299 casos de niños y niñas menores de cinco años que fallecieron por desnutrición, de los cuales 202 fueron confirmados. La mayoría de estos casos se registraron en La Guajira, Chocó, Cesar, Antioquia, Bolívar y Magdalena, junto con la población de niños extranjeros, que en conjunto representaron el 62% de los casos notificados y el 74% de los casos confirmados.
La infección respiratoria aguda es otra de las causas de mortalidad más alta en la infancia, y Bogotá, la población de niños extranjeros y seis departamentos del país, La Guajira, Chocó, Antioquia, Meta, Magdalena y Valle del Cauca, concentran el mayor número de casos entre los 474 notificados y 237 confirmados.
La Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) es otra patología preocupante en la población infantil, relacionada directamente con el acceso a servicios esenciales como acueducto y alcantarillado, según la OMS y UNICEF. El Instituto Nacional de Salud reportó 74 casos de muertes confirmadas de los 122 casos notificados, con la mayoría ocurriendo en La Guajira, Chocó, Santander, Risaralda, Casanare, Antioquia y Cauca.
La Procuraduría enfatizó que un solo caso de muerte por estas patologías es considerado grave, ya que son fallecimientos prevenibles. Ante este panorama, instó a las entidades a nivel nacional y territorial a abordar de manera urgente y coordinada esta problemática, con el objetivo de proteger la salud y la vida de los niños y niñas afectados.
La procuradora delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia, la Familia y la Mujer, ha destacado la necesidad de que los nuevos mandatarios electos prioricen en sus planes de gobierno acciones y programas para abordar las causas de la vulneración de derechos, incluyendo problemas nutricionales y otras patologías prevenibles que afectan a niños, niñas y adolescentes, así como a sus familias.
Alerta de la Defensoría por la crítica situación en La Guajira
Precisamente, la Defensoría del Pueblo lanzó en octubre pasado una alarma ante la grave situación de seguridad alimentaria que afecta al departamento de La Guajira, un problema que ha cobrado la vida de 55 menores de 5 años en los primeros nueve meses de 2023. Según las cifras reportadas por el INS, estos decesos se deben a la desnutrición y causas relacionadas.
Lo que resulta aún más alarmante son dos datos específicos: en 93 % de los casos, los menores pertenecen a población indígena, y se ha notificado un aumento significativo en los casos de desnutrición aguda moderada y severa en menores de 5 años en La Guajira. En comparación con el mismo período de 2022, se ha observado un incremento del 47 por ciento, pasando de 1.360 casos a 1.993.
Carlos Camargo, el defensor del Pueblo, responsabilizó de esta situación a “la ausencia de políticas públicas integrales y de una respuesta sólida del Estado”. Este contexto se presenta en un país donde, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), tres de cada diez familias no tienen acceso a todas las raciones de alimentos necesarias, lo que equivale a 2,4 millones de hogares.
La situación empeora, ya que tres de cada diez hogares colombianos solo pueden permitirse comer una o dos veces al día. Esto afecta a cerca de 2,64 millones de hogares, lo que representa el 31% de las familias en el país. Estos datos han mantenido un promedio estable en los últimos tres años.
El Mapa del Hambre, elaborado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas, corrobora estas cifras preocupantes. Más de 17 millones de colombianos se ven incapaces de consumir alimentos ricos en nutrientes, como frutas y vegetales, diariamente, y rara vez o nunca ingieren alimentos ricos en proteínas, como lácteos o carnes.