Las organizaciones de derechos humanos que trabajan con la población migrante y que esperan reunirse este miércoles 25 de agosto en el conversatorio virtual “Conectando Caminos por los Derechos de la Población Venezolana en Colombia”, anunciaron algunas de las preocupantes cifras de delitos cometidos contra esta comunidad que llega a nuestro país, en su mayoría huyendo de la crisis generada por el régimen de Maduro.
Entre enero y agosto de 2021, en Colombia han sido asesinados 362 venezolanos. Un gran porcentaje de las víctimas son hombres, exactamente 88,1 % y 11,9 % son mujeres, siendo Cundinamarca, Norte de Santander, Valle del Cauca, Atlántico y Antioquia los departamentos donde se registraron el mayor número de casos.
Según el estudio financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y liderado por Pact, ABA ROLI, Freedom House e Internews, los homicidios de esta población ha aumentado sostenidamente desde 2015. A partir de ese año, cuando empezó el éxodo, hasta diciembre de 2020, es decir en cinco años, más de 1.933 migrantes venezolanos fueron víctimas de homicidio en territorio colombiano. En su mayoría hombres de menos de 29 años de edad. El arma más utilizada para esos crímenes es de fuego.
Pero hay otras vulneraciones de derechos que llaman la atención en la investigación, entre ellas que solo el año pasado, en el que la pandemia tuvo principal protagonismo, cientos de familias fueron desplazadas por amenazas de grupos criminales y bandas dedicadas al narcotráfico. En total está el registro de 1.650 migrantes, de los cuales 1.097 estaban habitando en Norte de Santander; en segundo lugar, se encontraban 440 en Valle del Cauca, con 50 víctimas.
Son precisamente los grupos ilegales los que han afectado a la población infantil, pues sacan provecho de ellos reclutándolos. Los investigadores reportan que entre 2017 y 2020 se han registrado 33 casos de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes refugiados migrantes venezolanos. El estudio establece que no solo en zonas rurales y de fronteras, sino también en sectores urbanas.
Uno de los puntos que también preocupa es la cantidad de venezolanos que han sido reportados como víctimas de desaparición forzada, registrando en los últimos cinco años 836 casos. Gran parte de las personas que desaparecieron vivían en Bogotá cuando sucedieron los hechos (311). El resto se presentó en Magdalena, Valle del Cauca y La Guajira.
Los menores son sin duda los más afectados con toda la inseguridad que afrontan en Colombia. Algunos llegan solos, otros permanecen en la calle y algunos son cuidados por terceros, no familiares, lo que los convierte en presa fácil de depredadores sexuales. Entre 2015 y 2020, más de 2.300 personas de nacionalidad venezolana han sido víctimas de delitos sexuales, el 71 % menores de 18 años.
Las cifras fueron recopiladas y analizadas con información de la Policía Nacional, Medicina Legal, la Fiscalía General de la Nación y los datos del Sistema de Información de CODHES, SISDHES.
Cabe recordar que Colombia es uno de los países más xenófobos, según encuesta de Ipsos. Así lo concluye una encuesta de Ipsos Global Advisor. Otro estudio del Barómetro de la Xenofobia evidenció una escalada de ataques a venezolanos, tras los anuncios recientes de la alcaldesa Claudia López en Bogotá relacionados con los hechos delincuenciales en los que han estado involucrados extranjeros.
Aunque en muchos casos los ciudadanos del vecino país sí se han visto envueltos en hechos vandálicos, homicidios, hurtos y demás, no se puede generalizar. El 11 de agosto, por ejemplo, un venezolano asesinó con un impacto de arma de fuego al patrullero Humberto Sabogal en Bogotá, una imagen que el país evidenció a través de las redes y los medios de comunicación.