Durante la “Cumbre Internacional de Frente Contra la Trata de Personas”, la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco, expresó su profunda preocupación por el alarmante aumento de la trata de personas en Colombia, un fenómeno criminal que está afectando principalmente a menores de edad en el país.
En su intervención, realizada en el evento organizado por la Alcaldía de Cartagena de Indias, Cabello Blanco destacó las inquietantes cifras relacionadas con este delito, que han ido en ascenso en los últimos años.
La procuradora reveló que entre 2020 y 2023, se registraron en Colombia un total de 709 casos de trata de personas. De estos, lo más preocupante es el notable incremento del 400 % en los casos que involucran a menores de entre 12 y 17 años, un sector de la población especialmente vulnerable ante las redes de explotación.
“La trata de personas es sufrimiento humano en su forma más despiadada: niños separados de sus familias, mujeres forzadas a renunciar a sus cuerpos, hombres y mujeres sometidos a trabajos forzados bajo amenazas y abusos constantes. Pero es también un llamado urgente a la acción. No podemos permitir que estas historias se sigan repitiendo”, enfatizó la funcionaria.
Este aumento ha generado gran alarma en las autoridades, quienes consideran que la situación requiere una intervención urgente y coordinada entre los distintos niveles de gobierno y la sociedad civil para enfrentar este grave flagelo.
Cabello Blanco también hizo un llamado a la atención sobre ciertas regiones del país que se han identificado como focos críticos para la trata de personas. Entre ellas, destacó zonas como La Guajira, el tapón del Darién y áreas fronterizas, donde factores como la pobreza extrema, la migración irregular y el conflicto social se combinan de manera peligrosa, siendo explotados por los tratantes para captar a sus víctimas. Estas regiones son particularmente vulnerables debido a las condiciones socioeconómicas y políticas que facilitan el reclutamiento y la explotación de personas, especialmente menores de edad.
La procuradora subrayó que la trata de personas no solo es un delito grave contra los derechos humanos, sino que también tiene un impacto devastador en las víctimas, quienes sufren violaciones físicas, psicológicas y emocionales que les dejan cicatrices permanentes.
En este contexto, la funcionaria destacó la importancia de fortalecer las políticas públicas de prevención, sensibilización y protección, y hacer un llamado a la colaboración entre los distintos actores sociales, gubernamentales y organizaciones internacionales para erradicar este crimen.
Finalmente, la jefe del Ministerio destacó que la erradicación de la trata de personas demanda un esfuerzo continuo y conjunto entre el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad internacional. Subrayó la importancia de una colaboración estrecha y coordinada para abordar este grave problema y garantizar la protección de las víctimas.
“Cada uno de nosotros tiene un papel en esta lucha. Proteger a los más vulnerables, exigir políticas públicas efectivas y educar sobre este crimen son pasos esenciales para construir una sociedad que defienda la dignidad humana”, concluyó la procuradora.
La intervención de Margarita Cabello Blanco en la cumbre dejó en claro que la lucha contra la trata de personas requiere un enfoque integral, que aborde tanto las causas estructurales del problema como las consecuencias inmediatas que afectan a las víctimas.
Lo cierto es que la Procuraduría, en conjunto con otras entidades, continuará trabajando en la promoción de medidas para prevenir y sancionar este delito, con el fin de garantizar la protección de los derechos humanos de los colombianos, especialmente de los más vulnerables.