En un hecho sin precedentes, el Contralor General de la Nación, Carlos Hernán Rodríguez y el de Bogotá, Julián Ruiz, decidieron unirse para vigilar y ejercer control fiscal sobre la gestión de planificación, construcción y puesta en funcionamiento de la Primera Línea del Metro de la capital.
Los ojos de las dos contralorías estarán vigilantes, entre otros aspectos, sobre el contrato de concesión, el contrato de interventoría, la gestión predial, el traslado de redes y la gerencia del proyecto. También sobre las troncales complementarias, las troncales alimentadoras y la primera línea del Metro.
Los contralores Rodríguez y Ruiz recordaron que el proyecto compromete recursos públicos por un valor que sobre pasa los 29 billones de pesos. La acción conjunta y coordinada entre las dos contralorías irá hasta el 31 de agosto de 2026, o hasta que así lo decidan los contralores.
También se anunció que habrá una comisión de coordinación que será presidida por el Contralor Delegado para el sector de Infraestructura, de la Contraloría General de la República.
En rueda de prensa los dos contralores afirmaron que la decisión de esta acción conjunta nació por las discrepancias de todo orden que han estado presentes en la definición de la primera línea del metro para la ciudad capital desde hace decenas de años, llevando a la realización de varios estudios conceptuales y de detalle.
También porque en los últimos días, en los medios de comunicación y a través de las redes sociales, se han dado a conocer las conversaciones sostenidas entre el Presidente de la República y la Alcaldesa Mayor de Bogotá, acerca del diseño y construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, así como los pronunciamientos que separadamente han hecho acerca de la continuidad o no de los diseños y el modelo constructivo.
Advirtieron los contralores que estos pronunciamientos aún no han sido formalizados en actos de gestión fiscal, pero tienen la potencialidad de generar riesgos contra el patrimonio público estatal.
La acción conjunta y coordinada será realizada por la Contraloría General de la República mediante el seguimiento permanente a los recursos públicos, en el marco del control concomitante y preventivo, conforme a la reglamentación interna que rige la materia.
Por su parte la Contraloría de Bogotá ejercerá la función genérica de vigilancia fiscal y prestará el apoyo que requiera la Contraloría General para la realización de las actividades de vigilancia y control fiscal sobre el proyecto objeto de interés mutuo.
“Una vez se surtan los actos de gestión fiscal, parcial o totalmente, las contralorías obrarán conjuntamente en la plenitud de las competencias propias del control posterior” sostiene el comunicado de prensa enrejado por los contralores.
Los dos jefes de los dos organismos de control recordaron que la acción conjunta entre las contralorías tiene como propósito optimizar la eficiencia y eficacia de la vigilancia y el control fiscal posterior y selectivo, alcanzar mejores resultados en la defensa y protección del patrimonio público y el intercambio de mejores prácticas y aprendizajes mutuos.