Los días de gloria del israelí Alberto Aroch Mugrabi llegaron a su fin. No es para menos, quien fuera uno de los empresarios más conocidos en el mundo textil colombiano fue acusado por la Fiscalía por los delitos de lavado de activos, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito. Sobre este último delito el empresario se rindió ante la Fiscalía y aceptó los cargos. Por esta razón el ente acusador le pidió al juez de la causa la medida de aseguramiento intramural contra Aroch, así mismo contra los empresarios Ricardo Munar, William Morales y Fernando Rivera Dieron. Para la Fiscalía no hay duda de que en los últimos 14 años, Aroch se valió de sus negocios para lavar cerca de 700 mil millones de pesos con documentos falsos. “Legalizó un dinero que es de origen ilícito y desarrolló maniobras contables para elevar las cifras en determinadas cuentas con miras a justificar ingresos y soportar operaciones en el marco de una actividad económica que no existió”, precisó la fiscal del caso. Y es que según la investigación, Aroch destinaba recursos obtenidos de forma ilegal para incorporarlos a la economía formal mediante inversiones inmobiliarias a través de la empresa de construcción Proyectos y Desarrollos. Un empresario de alto perfil En el año 2000 el empresario israelí Alberto Aroch Mugrabi fue relacionado con la familia Guberek Grimberg, empresarios que trabajaban en el fútbol colombiano y que en julio del 2013 fueron incluidos en la ‘lista Clinton’ por lavado de activos. Siete años después, Aroch Mugrabi adquirió el lote donde se levantó el centro comercial Gran Estación y donde funcionó la sede de la Contraloría durante la administración de Sandra Morelli. De los 66.000 millones de pesos pagó en efectivo 2.500 millones, lo que despertó sospechas en la Fiscalía, ya que este tipo de transacciones es poco habitual. En el expediente figura que Aroch, a través de sus empresas Moda Sofisticada y Blu Fashion, logró mover al menos 400.000 millones de pesos con exportaciones ficticias hacia Venezuela e importaciones desde Oriente Medio y contrabando. Estas operaciones quedaron en evidencia gracias a los seguimientos que venía realizando la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), adscrita al Ministerio de Hacienda. De acuerdo con la información suministrada, Aroch Mugrabi mantuvo vínculos comerciales con la firma Induitex, del grupo Gubereck, que tenía como sede central Cúcuta. Reza en la investigación que esos negocios habrían sido utilizados para lavar dinero no sólo en pesos colombianos, sino también en dólares y bolívares. A este proceso se suma una declaración que a principios de este año rindió el paramilitar Andrés de Jesús Vélez Franco, que en el juicio contra el exsenador Luis Alfredo Ramos declaró que Aroch Mugrabi pagó al Bloque Capital de las AUC –que hacía parte del Bloque Centauros– para tener protección en su negocio de venta de jeans y pantalones en el sector de San Victorino en Bogotá.