Por cuenta del secuestro del general Rubén Darío Alzate por unos días, los colombianos se olvidaron de las demás tragedias que azotan a Chocó: sus penosos puestos en los listados de educación, el atraso descomunal de su infraestructura, la corrupción que pulula en las dependencias que rigen la salud departamental y la asfixiante falta de institucionalidad. Así mismo se olvidaron de los problemas de la Justicia, que vuelve a dar palos de ciego. Esta vez se trata del nuevo escándalo local: un juez dejó en libertad al alcalde de Bagadó (Chocó), Yasson Bedoya, señalado por la Fiscalía de haber –presuntamente– abusado de una menor. El mandatario, según las pruebas recaudadas por la Fiscalía seccional, abusó sistemáticamente de una menor, la embarazó y luego la habría hecho abortar, para lo que la habría enviado hasta Pereira. El ente acusador hizo esfuerzos durante meses para hallar las evidencias. Con ellas le imputó los cargos de acceso carnal violento, en concurso con aborto. Una de esas pruebas fue la declaración de la menor en la que dijo: “Este señor al que estoy denunciando, cuando yo tenía 14 años (…) yo iba a su casa porque me mandaba mi tío para que le hiciera aseo a la casa de él. Este señor comenzaba a manosearme y a proponerme cosas. Yo le decía que me dejara porque esto a mí no me gustaba”, explicó la joven en la acción interpuesta. Añadió: “Un día me cogió a la fuerza y abusó de mí. Le dije a mi tío y no me creyó. De ahí en adelante cada vez que yo entraba a esa casa a hacerle aseo terminaba acostándome con él. Me tomaba y abusaba de mí hasta que quedé en embarazo”. Un juez aceptó las evidencias y lo envió tras las rejas. La defensa, para evitar la cárcel, presentó una sorprendente retractación de la menor, pero el juez no la aceptó. Pasaron tres meses y mientras el alcalde sentía los rigores de la cárcel, su defensa preparaba una nueva fórmula. Llegaron al despacho del juez Tercero Penal Municipal y presentaron la misma retractación de la menor que otro juez había desestimado. Pero este sí la aceptó y revocó la medida de aseguramiento, con lo que el alcalde recobró su libertad. El tema ha sido motivo de escándalo regional y muchos se preguntan qué ocurrió para que se tomara esta decisión. La Fiscalía por su parte apeló la decisión ante el juez penal del circuito, pero mientras tanto el sindicado regresó a su despacho. “La Fiscalía no descansará hasta llevar este caso hasta las últimas consecuencias. Y si vemos que hubo una irregularidad la denunciaremos ante el Consejo Superior de la Judicatura”, dijo un funcionario del ente acusador. El tema es del todo escandaloso porque se trata de un caso de un presunto abuso sexual contra una menor. Pero además, como lo ha indicado la justicia, las autoridades deberán determinar cuáles fueron las motivaciones para este repentino arrepentimiento de la víctima. “La sola retractación no es suficiente. La jurisprudencia dice que la sola retractación no opera por sí sola y que el aparato de justicia debe esforzarse para establecer si esta se dio de manera libre o espontánea o fue bajo presión. Es decir, si la retractación no está viciada. Según el caso expuesto, cuando ocurrieron los hechos se trataba de una menor y por tanto se exige una mayor protección y preocupación de la justicia y del estado. Esto debe ser objeto de una exhaustiva crítica probatoria”, dijo a Semana.com el reconocido jurista Jaime Granados.