En el país hay indignación por el asesinato de Esteban Mosquera, un estudiante cuya pasión era la música, pero además la defensa por los derechos humanos y su lucha constante por tener una sociedad mejor se había convertido en una motivación para su vida, esa misma que se apagó en las últimas horas.
El joven de Popayán, Cauca, se convirtió en un nuevo símbolo de violencia, un hecho que le tocó la puerta dos veces. La primera en 2018, el país supo de su historia porque en medio de protestas fue impactado por un proyectil lacrimógeno del Esmad y perdió el ojo izquierdo. En ese momento, en las redes sociales circularon miles de imágenes del joven como símbolo del rechazo a la respuesta violenta ante las protestas. Nuevamente hoy fue víctima, pero esta vez el resultado fue fatal, en el barrio La Pampa, de Popayán, fue asesinado por sicarios que le dispararon en varias ocasiones.
Para dar con el paradero de los responsables y su respectiva judicialización, el coronel Boris Albor, comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, anunció una recompensa de hasta 50 millones de pesos.
El oficial señaló que unidades de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, iniciaron las diligencias de verificación de cámaras de seguridad y labores en terreno con el fin de ubicar a los autores.
Por su parte, el alcalde de Popayán, Juan Carlos López Castrillón, expresó su repudio a lo sucedido y les pidió a las autoridades competentes agilizar la investigación para esclarecer este homicidio.
“Necesitamos una investigación lo más rápido para esclarecer este terrible hecho que lamentamos. A su familia, nuestro acompañamiento y solidaridad, es un hecho que nos entristece, que no tiene ninguna explicación ni justificación”.
El asesinato se dio en el Centro Histórico de la capital caucana, en la carrera primera entre calles tercera y cuarta, y aunque aún las autoridades no dieron mayores detalles de este hecho, se indaga si el homicidio tiene que ver con su liderazgo en las protestas que se han dado en la ciudad.
Por ahora, testigos señalan que los delincuentes dispararon y fueron tres tiros con arma de fuego los que habrían resultado fatales para el joven, quien se encontraba a pocos metros de su casa.
Como se indicó, Mosquera era una persona conocida por su liderazgo en la Universidad del Cauca, pero también por el trágico hecho ocurrido en diciembre 13 de 2018, cuando perdió el ojo por el impacto lacrimógeno que él mismo se atrevió a denunciar señalando al Esmad como responsable de este hecho.
Aún no es claro y las autoridades investigan si este homicidio tenía que ver con el activismo de Mosquera, quien luego de perder el ojo izquierdo no solo no se marginó de la lucha social, sino que, por el contrario, asumió un liderazgo más visible. Participó en las jornadas de protesta de los últimos meses y hasta ayudó a promover la recolección de recursos para sostener la ‘primera línea’.
Incluso en sus redes sociales reclamaba el no uso de la violencia en las protestas y una reforma al Esmad, como este mensaje que publicó en julio es este año, cuando se estaban dando fuertes enfrentamientos por las marchas que se daban en las principales ciudades del país:
“No se puede pasar por encima de los pactos hablados. El tratamiento militar hacia la protesta social es la muestra de una institución que está preparada para la guerra, pero no para garantizar la seguridad de todos los manifestantes. Ayer acompañé niños, personas de la tercera edad y mascotas que se ven gravemente afectados por el uso desmedido de la fuerza. El gas llegaba al hospital de Bello Horizonte sin respetar la tranquilidad de los convalecientes. La fuerza pública tienen la capacidad de hacer una dispersión correcta en casos de confrontación, pero tenemos derecho a movilizarnos y a protestar pacíficamente”, advirtió en ese momento.