Restan pocos días para que los alcaldes municipales finalicen su mandato y entreguen el cargo. Como es de esperarse, dejarán de recibir ciertos beneficios, como la asignación de escoltas, entre otros equipos requeridos para la seguridad.

Por esa razón, Edilberto Molina, alcalde de Cartagena del Chairá (Caquetá) está preocupado. En conversación con SEMANA, confirmó que le llegó una notificación del Gobierno avisando que a partir del primero de enero de 2024 no tendrá escoltas de la Unidad Nacional de Protección ni de la Policía.

A comienzos de este año, Molina empezó a denunciar amenazas por parte de las disidencias de las Farc. Incluso, le tocó salir huyendo hacia la capital del Caquetá, Florencia, y desde allá tuvo que despachar porque los subversivos pretendían asesinarlo.

Vallas de las disidencias siembran terror en Cartagena del Chairá. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Ad portas de finalizar su período, los mensajes intimidatorios no se detienen. El mandatario, actualmente, regresó a Cartagena del Chairá por motivos del empalme y se encontró con nuevas advertencias.

“Hace como 20 días yo iba caminando por la calle y una persona se me acerca y me entrega una boleta (un papel), donde me indicaban que debía presentarme en una zona rural para hacer un aporte de 10 mil millones de pesos por los años de gobierno que tuve en el municipio”, dijo en diálogo con SEMANA.

Molina teme que, al dejar su cargo, las disidencias tomen represalias y atenten contra su vida. El alcalde informó que les ha enviado oficios a la Procuraduría y la Presidencia para que le brinden garantías de seguridad, pero no recibe respuestas.

Aseguró que podría recurrir a la acción de tutela y también solicitará ayuda a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“Eso es un deber que tiene el Estado y más con las situaciones de orden público que hemos denunciado. Nos amenazan los grupos al margen de la ley por denunciar todo lo que pasa y el Estado nos deja sin protección como para dejarnos en bandeja a estos grupos”, señaló el mandatario saliente.

Edilberto Molina | Foto: A.P.I

A principios de este año, el alcalde Molina conversó con SEMANA y puso de manifiesto el panorama que se registra en Cartagena del Chairá. Estos son algunos apartes de la entrevista:

SEMANA: Alcalde, ¿qué pasa en Cartagena del Chairá?

Edilberto Molina (E. M.): Hay una situación muy compleja de inseguridad. Aumentaron las extorsiones y están afectadas las comunicaciones, pues los grupos armados le están haciendo una exigencia extorsiva a Claro para poner en funcionamiento las antenas, lo cual generó una afectación en 21 puntos de conectividad. Más del 80 % de los 36.000 habitantes del municipio están afectados.

SEMANA: Esto ocurre cuando el Gobierno Petro habla de paz total con las disidencias de las Farc.

E. M.: Ese es el llamado que le hacemos al Gobierno para que la paz sea una realidad. Llevamos 50 años en conflicto, estamos cansados, la gente no ve que se esté haciendo algo serio. Vemos la disposición del Gobierno, pero estas disidencias, pareciera, dicen una cosa y hacen otra. El llamado al Gobierno es a que instale muy pronto las mesas de diálogos regionales y nos tenga en cuenta. Represento a 16 alcaldes del Caquetá, soy el presidente de la asociación de alcaldes y no nos tienen en cuenta.

SEMANA: ¿Su historia es similar a la de otros mandatarios del departamento?

E. M.: Hay municipios donde se están presentando extorsiones, intimidaciones. Hay mucha gente a la que le da miedo denunciar. En mi caso, por hacer visibles estos problemas, me gano amenazas. Las disidencias de las Farc han dicho públicamente, en las reuniones a donde citan a la gente para que les paguen las vacunas, que no descansarán hasta asesinarme. Dicen que soy un enemigo.

SEMANA: Dice que las Farc advirtieron que no descansarán hasta matarlo. ¿De quién ha recibido esos mensajes?

E. M.: Vía WhatsApp, a través del teléfono, por panfletos. Últimamente, lo han dicho en las reuniones de las veredas. Reúnen a la población y lo primero que dicen es que soy objetivo militar por trabajar con el Estado, por denunciar. Y que no descansarán hasta asesinarme.

Alcalde Molina cuando regresó a Cartagena del Chairá luego de recibir amenazas. | Foto: A.P.I

SEMANA: ¿Por qué lo tienen en la mira?

E. M.: Cartagena del Chairá tiene una situación particular. A los alcaldes, en muchas ocasiones, les ha tocado pagar extorsiones para poder gobernar. Cuando gané las elecciones me pidieron 1.000 millones de pesos para poder sentarme en la silla de la Alcaldía. Me lo hicieron saber. Jamás acepté esas pretensiones extorsivas y denuncié. Al hacerlo, en ocasiones la Fuerza Pública ha neutralizado a comandantes, y me convertí en su enemigo. Con mis denuncias se tomaban acciones y afectaban sus estructuras. Por eso me han declarado objetivo militar.