En la noche del jueves, 26 de septiembre, el Atanasio Girardot en Medellín se volvió en el escenario de una batalla campal entre aficionados del Atlético Nacional y el Junior de Barranquilla. Las agresiones se protagonizaron con cuchillos, machetes y otras armas blancas.
Los disturbios comenzaron después de que el conjunto de Medellín marcó el segundo gol de la noche. Todo esto provocó que jugadores, técnicos y árbitros se resguardaran en los camerinos, mientras se controlaba la situación.
En videos, que con el paso de las horas se fueron difundiendo en las redes sociales, se vieron las tensiones que se presentaron no solo en la tribuna norte, donde empezó todo por arrebatarle una bandera los de Junior a la hinchada de Nacional, sino también en otras graderías que no estaban implicadas en la situación.
Hubo puños, patadas, puñaladas y hasta algunos hinchas del conjunto de la capital del Atlántico fueron tirados del segundo piso de las gradas. Incluso, otros se vieron obligados a saltar para evitar ser agredidos por los simpatizantes del club paisa, pero una vez caían eran recibidos con fuertes golpes.
Ante esto, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, informó a través de su cuenta de X que ya tendrían identificados a los presuntos responsables de estos desmanes. En la publicación revela a diez personas.
“No son hinchas, son criminales. Deben ser individualizados y judicializados por intimidación, amenaza y algunos por tentativa de homicidio”, dijo el mandatario.
Inicialmente, las autoridades han logrado recolectar horas de grabación. En los análisis preliminares se ha identificado a diez personas que habrían cometido estos hechos.
El alcalde rechazó todo lo sucedido. “Que un evento deportivo termine en una batalla entre quienes dicen llamarse hinchas, nos demuestra que todavía nos falta mucha cultura para vivir el fútbol en paz”, agregó.
El mandatario de la capital de Antioquia fue enfático afirmando que este deporte no puede convertirse en la oportunidad para que los violentos sigan haciendo de las suyas, por lo que tienen que responder ante la justicia por sus acciones.
“El fútbol no puede ser un escenario para que unos desadaptados pongan en riesgo a la mayoría, que sí entiende que se trata de una fiesta para disfrutar con amigos y en familia. Son y deben ser tratados como delincuentes”, dijo Gutiérrez.
Por lo menos, 25 personas resultaron heridas tras los fuertes enfrentamientos entre hinchas del Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, mientras se disputaba el juego válido por una nueva fecha de la Liga BetPlay Dimayor.