En el balcón de un octavo piso en un edificio residencial de Bucaramanga estaba Camila*, una niña de 9 años que amenazaba con lanzarse al vacío porque no soportaba ver a sus padres en un proceso de divorcio. Cuando su papá la agarró entre los brazos y la consoló, ella empezó a cantar, con sus piernas aún temblando y entre sollozos: “El riesgo lo compensarás, no mines más, este va a ser nuestro final, de mi patio huyamos ya, no mines más”.

Al hombre le llamó la atención porque aunque había escuchado el ritmo antes y sabía que era de unos muñequitos que ella veía en internet, no le había prestado atención a la letra. Fue a YouTube y buscó el tema No mines más de Mickecrack. Cuando llegó al primer minuto del video vio a dos de los personajes coloridos tomarse de la mano para lanzarse juntos de una edificación.

El video fue publicado el 9 de abril del 2022, tiene 13.520.443 vistas y casi 300.000 likes. El canal es de un famoso Youtuber español, Miguel Bernal Montes, de 29 años. Desde 2016 está subiendo en su portal contenido para niños y adolescentes sobre videojuegos y parodias musicales. Cuenta con 35,7 millones de suscriptores.

Otra de sus canciones exitosas es la que se titula Yo quiero dormir. Felipe*, un niño de 6 años la escuchó una tarde de descanso en su casa. Ver a un perrito amarillo de comic cargando una bolsa en su espalda en medio del bosque, llama la atención. El animal está desconsolado y llora durante todo el camino recordando a su amigo humano, quien al parecer falleció.

“Yo quiero dormir, nunca despertar. Estar junto a ti, tener un sueño sin fin”, dice en uno de los apartes de la canción. Luego aparece el perrito con unas equis en sus ojos y canta: “Lo que me hizo sonreír es lo que hoy me hace sufrir. Despertar para vivir y vivir para sufrir”. El contenido de la canción lo entendió la mamá de Felipe* cuando el niño empezó a llorar a las 5:30 de la tarde porque quería ir a la cama a dormir y nunca despertar.

“Yo sentí angustia de ver a mi hijo tan mal y diciendo eso. Me contaba que estaba muy triste, pero él no sabía por qué”, dice la mujer que contactó a SEMANA. Agrega que el niño suele ser muy tranquilo y nunca había hecho pataleta para irse a dormir tan temprano. Entre ella y su padre lo consolaron, el niño estaba tan mal que le dieron analgésicos, “su rostro estaba caliente y rojo como si tuviera fiebre”, describió la mamá del pequeño.

Aumenta la preocupación por el contenido al que pueden acceder los menores de edad en línea. | Foto: Revista Semana

Felipe* solo reprodujo el video que tiene 97.087.597 visualizaciones desde el 30 octubre de 2019, fecha en la que se estrenó, además reporta más de 1 millón de “me gusta” y la mayoría de comentarios lo aplauden. Por lo que se lee, son niños y adolescentes los que escriben y hablan de lo triste que es la historia y que cada vez que la escuchan no paran de llorar, incluso relacionan la muerte de algunos seres queridos. “Cuando tenía 5 años yo cantaba esto mientras lloraba”. “Recuerdo que cuando era pequeña niña (SIC) y que cuando miraba esta canción solo quería llorar en una almohada (SIC)”, son algunos de los mensajes de los suscriptores.

Para Jacqueline Cantor, especialista en desarrollo y psicología educativa, las canciones dejan un claro mensaje de desesperanza frente a las dificultades, lo cual es perjudicial en niños de la primera infancia –de 0 a 6 años– quienes aún están aprendiendo códigos de lenguaje e identificando sentimientos. Los menores de estas edades pueden fantasear con que lo que están viendo en el dibujo animado también les puede pasar a ellos y pensar que sus seres más queridos van a morir. Empiezan a vivir en ese momento el duelo con solo imaginarlo, con el agravante de que la canción tiene una narrativa de no solucionar el conflicto, sino sumergirse en el deseo de dormir para nunca despertar.

Cantor recomienda al youtuber y a los creadores de este tipo de contenido analizar hasta qué punto prima el valor económico que trae el número de reproducciones y seguidores sobre la responsabilidad social que se tiene. Otro de los videos que ella analizó de Mickecrack es el que se llama Sonríe más, que habla de destrucción y de no soñar con un futuro o con metas, porque eso, en lugar de dar felicidad, genera frustración. “Sé que es frustrante tener metas, si tú no sueñas no tendrás que aguantar pesadillas una vez más”, dice uno de los fragmentos de la canción, mientras muestra imágenes violentas de una especie de demonio con vendas en los antebrazos y las piernas que rompe espejos de su habitación. “Destruiré todo lo que puedas querer. Destruiré todo lo que temas perder. No podrás sufrir si ya nada amas y al final sonreirás más”, es uno de los estribillos.

Francisco Cepeda, médico especialista en psiquiatría infantil y secretario de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, asegura que este tipo de contenido que ofrece el canal Mickecrack maneja un mensaje confuso porque aparentemente es contenido para niños con dibujos animados, colores llamativos y letras que no son explícitas, pero que mandan mensajes contrarios, lo que dificulta que algoritmos de control creados por las plataformas puedan limitar el contenido a ciertas edades. En una parte de ese tema dice que el camino a la felicidad es hacer que no sueñe más.

“Adiós al corazón, olvida tu pasión, vive sin más ambición, nunca hubo otra opción. Sufres por todas las cosas que quieres, yo lo sé. Sufres por todos esos sueños que tienes, yo lo sé. Te haré morir en vida y verás, sin emociones no sufrirás. Quiero que sonrías más, más, más. Hoy descansarás en paz, paz, paz”, esta es una de las estrofas que generó alerta en los investigadores del Centro Cibernético de la Dirección de Investigación Criminal y la Interpol de la Policía, quienes señalaron que el video promueve, a través de la ciberinducción, el daño físico de niños y niñas. La letra y la música fomentan comportamientos agresivos que además hacen alusión a la muerte.

Las cifras de suicidio son alarmantes; es la tercera causa de muerte en Latinoamérica entre jóvenes de 15 a 19 años. | Foto: iStock

Las cifras de suicidio son alarmantes; es la tercera causa de muerte en Latinoamérica entre jóvenes de 15 a 19 años. En Colombia, 236 menores de edad decidieron quitarse la vida entre enero y septiembre de 2022, lo que representa un aumento de 3,6 por ciento frente al mismo periodo del año anterior. Según el doctor Rodrigo Córdoba, el suicidio entre niños de 10 y 14 años aumentó en un 12 por ciento. Y uno de los cambios bruscos que ha tenido la sociedad es el acceso a las redes sociales, desde donde se pueden conocer todo tipo de vulneraciones a los menores.

María Mercedes Ospina, coordinadora del programa Intellectus Niños del Hospital San Ignacio en Bogotá, indica que un niño asocia el aprendizaje de manera imitativa, por eso la preocupación de un contenido como el que ofrece Mickecrack que logra alterar emociones. “No es apto ni siquiera para los adultos”, señala la especialista y coincide con otros de sus colegas sobre la importancia de analizar cada caso de manera individual para identificar si hay problemas de salud mental de fondo, más allá del manejo de las emociones. Ella considera que es necesario que el Gobierno nacional ponga límites o rótulos sobre los contenidos e indique cuáles son aptos según las edades.

Desde el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, no pueden hacer que se cierren las páginas o canales, pues no tienen las facultades legales. Pero sí, de manera preventiva con el programa En Tic Confío, crear estrategias que promuevan el desarrollo de las habilidades digitales para enfrentar con seguridad los riesgos asociados al uso de internet. Es la Policía la que toma acciones sancionatorias, ha bloqueado 17.594 páginas que ponen en riesgo la integridad de los menores. Desde el centro cibernético confirmaron a SEMANA que los videos de Mickecrack fueron reportados a YouTube para que valide el contenido de acuerdo con sus políticas de seguridad y tomen acciones.

Por su parte, desde el equipo de trabajo del youtuber le informaron a SEMANA que las denuncias hechas están sacadas de contexto y que forman parte de la serie de animación llamada Las perrerías de Mike, una historia de valores positivos sobre el amor, la familia y la amistad. Aseguran que al señalar lo contrario “no dudaremos en llevar a cabo acciones legales por todas las injurias y calumnias vertidas contra el canal de Mikecrack”.

Mientras se define qué acciones se tomarán en Colombia con ese contenido, los especialistas recomiendan a los padres de familia ejercer control sobre lo que ven sus hijos y explicarles otras narrativas frente al manejo de los problemas como, por ejemplo, que siempre hay soluciones y que dejar de existir no es una de ellas.

*Nombres cambiados por seguridad