El Instituto Nacional de Salud, INS, alertó sobre el aumento del fallecimiento de mujeres embarazadas en el país, explicando que durante la semana del 10 al 16 de julio se reportaron un total de 235 muertes de mujeres gestantes.
Del total de fallecidas, 140 corresponden a mortalidad materna temprana, es decir, en los primeros días del embarazo, 64 más por muerte tardía, es decir, luego de los cuatro meses de gestación y 31 por causas coincidentes, lo que significa que fue por causas externas, y en estudio.
Igualmente, el INS informó que, en cuanto a las causas, el 58,3 % corresponde a causas directas, mientras que el 40,7 % a indirectas y la principal consecuencia sería el trastorno hipertensivo asociado al embarazo, con el 26,4 %.
Ante esto, el INS también explicó que el mayor número de muertes se debe a hemorragias obstétricas, evento tromboembólico como causa básica, sepsis relacionada con el embarazo y hemorragia por embarazo terminado en aborto.
En cuanto a las causas externas no relacionadas con el embarazo, el mayor número de fallecimientos se deben a neumonía por la covid-19, cáncer, trastornos cardiacos, dengue y lupus.
Por regiones del país, el mayor número de muertes se dan en Antioquia, con 16 casos, seguida de Bogotá con 13, La Guajira con 13, Chocó con 13, Nariño con 9 y Norte de Santander con nueve.
Aborto espontáneo: ¿cuáles son sus causas y cómo prevenirlo?
El embarazo es una fase especial para muchas personas, quienes disfrutan de este proceso y anhelan la llegada de un nuevo integrante a la familia. Pero, al tiempo, se trata de uno de los momentos de mayores transformaciones para el cuerpo y exigente para el organismo.
Durante los meses que dura la gestación son varios los factores que intervienen para poder favorecer el desarrollo del bebé y la salud de la madre. Es normal, por tanto, que surjan temores y preocupaciones acerca de las afecciones que pueden alterar el bienestar de ambos, entre ellas las posibilidades de tener un aborto espontáneo.
Según define la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, esta condición consiste en “la pérdida espontánea de un feto antes de la semana 20 del embarazo”, de ahí toma su nombre precisamente.
En dicho punto, ya se han cumplido cerca de cinco meses de embarazo, por lo que luego de este tiempo el aborto es considerado como parto prematuro, de acuerdo con la precisión de la organización sin ánimo de lucro Reproducción Asistida, el cual puede conducir también a la muerte fetal, explican.
Una vez se comprende la diferencia entre ambos conceptos, es posible explicar cuáles son las causas que pueden conducir a la terminación involuntaria del embarazo. En primer lugar, señala la mencionada entidad, las condiciones que propicien la pérdida del bebé pueden depender del desarrollo del feto o, por otra parte, de la madre.
Estos riesgos son descritos por el Manual MSD de Salud en su versión para los profesionales. Sobre las causas fetales, la referida guía indica que algunas de las características que pueden derivar en aborto son las anomalías cromosómicas o de tipo genético, así como las malformaciones. De acuerdo con los especialistas, los fallos cromosómicos pueden provocar hasta un 50 % de terminaciones involuntarias de la gestación.
Con relación a las causas maternas, el portal especifica que ciertas condiciones de salud de la madre tienden a ser consideradas factores de riesgo para la continuidad del embarazo, entre ellas se encuentran las anomalías uterinas o cervicales, las anomalías cromosómicas de los padres y los trastornos o enfermedades crónicas (en especial, si no están reguladas).
El aborto también puede ser clasificado dependiendo de cómo se produzca; en este sentido, puede ser temprano o tardío, natural o inducido por razones médicas, incompleto o no, recurrente, retenido y séptico, cada uno de ellos con determinadas particularidades.
Como indica el portal Planned Parenthood, es importante que las personas gestantes que tengan sospechas de un aborto espontáneo acudan a los profesionales de salud y conozcan el debido abordaje para tratar la pérdida tanto física como psicológicamente. Sobre todo, de acuerdo con el medio, es necesario que se extraigan los residuos y los tejidos producto de la gestación del cuerpo para evitar infecciones y riesgos para la vida de la madre.