La administración departamental de Córdoba decidió acogerse a la declaratoria de alerta roja en la red hospitalaria, con el propósito de garantizar la adecuada y oportuna prestación de los servicios de salud.
Lo anterior, debido a las consecuencias que han desencadenado las manifestaciones lideradas por comunidades mineras en el Bajo Cauca y Nordeste antioqueño. Los bloqueos que se registraron impedían el tránsito de vehículos cargados con productos alimenticios, insumos médicos y servicios públicos.
Con la declaratoria de alerta roja, las autoridades exhortan a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud a activar los planes de emergencias hospitalarios, atender a la población que lo requiera, doblegar sus esfuerzos e informar sobre cualquier eventualidad.
La nueva disposición comenzó a regir desde el pasado viernes, 10 de marzo, y se extenderá hasta las 6:00 de la tare de este sábado 11.
El Gobierno departamental espera que el panorama devele mejoras en las condiciones, toda vez que la Policía y el Ejército recuperaron los pasos de las distintas vías en la región del San Jorge que estaban bloqueadas desde hace varios días. Una de ellas, por ejemplo, la movilidad por el puente San Jorge que comunica a Córdoba con el departamento de Antioquia.
Cabe recordar que el pasado viernes, al término de un encuentro que sostuvo con funcionarios del Gobierno nacional, departamental, comunidades mineras y demás entidades y organizaciones participantes, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, aseguró que “más del 80 % de los bloqueos del Bajo Cauca y el Nordeste ya fueron levantados”.
Pese a que no se concertaron acuerdos con los líderes de las manifestaciones, el mandatario departamental enfatizó en que los diálogos se suspendieron, pero no se cancelaron.
“Confío en que en los próximos días lograremos superar totalmente la situación agobiante que hoy vive nuestra gente de Bajo Cauca y Nordeste. Mediante el diálogo podemos avanzar unidos en la consolidación de un verdadero Distrito Minero, en armonía con la legalidad y el ambiente”, señaló Gaviria.
Enfrentamientos con el Esmad
A pesar que se decretó un toque de queda en 12 municipios de Antioquia por el paro minero, encapuchados habrían salido a las calles a enfrentarse con la fuerza pública en la noche del viernes.
Según reportó una fuente a SEMANA, personas desconocidas y con capuchas intentaron prenderle fuego a la estación de Policía del corregimiento de Jardín de Tamaná, en Cáceres. Asimismo, le estarían lanzando piedras y objetos contundentes a uniformados del Esmad, quienes están en el lugar intentando controlar la situación.
Al parecer, hasta ahora el hecho ha dejado a una persona lesionada con arma de fuego. Sin embargo, las autoridades no se han pronunciado al respecto.
Sobre el paro
Las protestas iniciaron desde el pasado jueves 2 de marzo, en las subregiones del Bajo Cauca y nordeste antioqueño. Los mineros pretenden que la Fuerza Pública cese las operaciones contra la extracción ilícita de yacimientos, actividad que ha devorado parte de las montañas de esas subregiones y ha contaminado los afluentes que por allí corren, según la Gobernación.
De acuerdo con un informe del Gobierno nacional, 300.000 personas están afectadas por los bloqueos y las comunidades más lejanas tienen hambre.
Un grupo de ciudadanos tomó la decisión de frenarle el paso a los vehículos que tengan como destino a los municipios del Bajo Cauca y nordeste. La situación más crítica la viven en Caucasia, Nechí, El Bagre, Cáceres, Tarazá, Zaragoza, Segovia, Remedios, Vegachí y Yalí.
La comida se está agotando y los establecimientos comerciales no tienen productos para ofrecer. Las farmacias no cuentan con suficientes medicamentos, los hospitales se quejan por la falta de pipetas de oxígeno y los colegios operan a media marcha por la alteración.
Así lo denunció el ministro del Interior, Alfonso Prada Gil, desde la ciudad de Medellín: “Estos bloqueos han venido desabasteciendo la alimentación, generando hambre en sectores rurales. La afectación a la población está siendo supremamente delicada”.