La libertad de Álex Saab apenas unos días antes de Navidad es una noticia inesperada que estremecerá a los más altos círculos políticos en Venezuela y Colombia. El empresario barranquillero, extraditado a Estados Unidos, es quizás uno de los hombres que más secretos guarda sobre Nicolás Maduro. Sabe desde cómo se movían los ríos de dinero de las arcas del Gobierno del vecino país, hasta qué personajes de Colombia le hacían el juego al dictador.
Su salida de la cárcel se enmarca en los acercamientos que el gobierno de Joe Biden ha tenido con el vecino país, que comenzaron cuando la Casa Blanca decidió levantar algunas sanciones a Venezuela, en especial referentes al petróleo. Por ahora, se ha dicho que a cambio de ello, Maduro liberará alrededor de diez ciudadanos estadounidenses encarcelados en ese país.
Desde que Saab fue extraditado, una persona tomó la vocería de su libertad. Fue su esposa, la bella modelo italiana Camilla Fabri.
Justo el día en que los medios registraban la llegada de Álex Saab a los Estados Unidos, en Caracas, más de un centenar de personas se agolpaba en la plaza de Bolívar y la bella italiana era aplaudida por las masas. “Nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy unida, y como él está secuestrado, nosotros también lo estamos como familia”, dijo, mientras simpatizantes del gobierno de Maduro la acompañaban a lado y lado encima de una tarima.
El discurso de la modelo italiana, casada en segundas nupcias con Saab, se acomodaba perfectamente al libreto antiamericano del régimen de Maduro. “Lo que más le molesta a EE. UU. es que Álex Saab jamás se doblegará”, aseguró, mientras sus acompañantes gritaban efusivamente “Bravo”. Sobre el gobierno de Nicolás Maduro, siempre se refería al “gobierno legítimo”.
Fabri habló de esas condiciones en las que vivía Saab, por las cuales ella sostiene que vivió en Cabo Verde un “secuestro” y que vivió otro en los Estados Unidos. Narró la forma en que su esposo fue sacado de ese país africano, donde pasó cerca de 16 meses detenido, huyéndole a la justicia norteamericana.
“Esto ocurrió cobardemente de espalda a los abogados, y nosotros nos enteramos por su hermana, que fue la única autorizada a pasar un tiempo con él y visitarlo algunas veces. El día de ayer fue a visitarlo y no estaban los 100 guardias que rodeaban el lugar donde lo tenían secuestrado, un guardia le dijo: ‘Simplemente aceleraron la extradición”, dijo.
Fabri había emprendido una cruzada para poder ir a Cabo Verde a acompañar a su marido en la detención domiciliaria que tenía. En ese aspecto, el tribunal de apelaciones de Barlovento autorizó que ella ingresara a Cabo Verde, pero el Gobierno no les había expedido los pasaportes. La mujer viajó a Cuba con la esperanza de que desde la isla se consiguiera el permiso de viaje, pero según ella en Cabo Verde les dejaron claro que eran personas “non gratas”.
Sobre esa negativa a dejar viajar a su esposa, Álex Saab dijo algo hilarante: “Cabo Verde está sentando un precedente peligroso, iniciando una práctica que China y Rusia están observando y que, tarde o temprano, puede producir un efecto búmeran que afectará tanto a EE. UU. como a él”.
Fabri había mandado una carta a la “buena gente de Cabo Verde” con ese clamor. “Espero que las autoridades de Cabo Verde vean que ni yo, ni mis hijos de cuatro años y 18 meses, representamos una amenaza”, decía el escrito. Había hablado de su delicado estado de salud y de los cuidados que necesitaba para superar sus males.
“No nos permitieron nada, nos negaron cualquier derecho como se lo negaron a él”, aseguró en su discurso ese domingo. Aseguró que tanto ella como sus niñas pequeñas fueron maltratadas verbalmente.
La historia de amor entre Camilla Fabri y Álex Saab ha sido objeto de investigaciones periodísticas y judiciales. En 2013, la joven vendía ropa en Italia y ganaba cerca de 1.800 euros mensuales. En 2015 ya era propietaria de un apartamento en la lujosa Vía Condoti avaluado en más de cinco millones de euros, tras haberse cruzado en el camino de Saab. La modelo fue investigada por lavado de activos y la justicia italiana confiscó un inmueble en este edificio en Roma y obras de arte valoradas en 1,8 millones de euros a su nombre.
En el libro Álex Saab, el reputado periodista Gerardo Reyes cuenta detalles hasta ahora desconocidos de los lujos y las excentricidades que rodearon la llegada de la italiana a vivir a Barranquilla hace unos años.
“Durante un tiempo, Saab mantuvo como imagen de su WhatsApp una foto de primer plano de un llamativo ojo humano color azul aguamarina. Sus amigos decían que era el ojo de la mujer que lo enloqueció”, relata el periodista para describir el amor ilimitado que llegó a sentir Saab por ella.
La italiana contó en Barranquilla, según el libro de Reyes, que se había conocido con Saab en un restaurante en Francia. Ella estaba en la mesa de al lado y él nunca le quitó los ojos de encima. Tiempo después recibió una llamada y comenzaron a salir. La modelo había sido novia del futbolista brasileño Felipe Anderson, que jugó de centrocampista del Lazio de Roma.
París fue precisamente la ciudad de última residencia de la pareja. Ambos compartieron un lujoso apartamento, en el tradicional barrio de Saint-Germain, construido en 1876.
Reyes cuenta que cuando tenía 19 años se describió como “decidida, volcánica, de energía solar y superactiva... Puedo hacer tres mil cosas al tiempo, pero me gustaría hacer más y más, siempre hiperactiva, no me gusta estar quieta”.
Saab, según las pesquisas del periodista, la involucró en muchos de sus negocios. “La registró como dueña de la firma inglesa Kinloch Investments Limited y la autorizó para recibir giros de Multibank de Panamá y del UBS de Suiza”, señala el libro.
Vea el video que hizo Camilla Fabri para pedir por la libertad de su esposo
Después de la huida de película de Álex Saab a Cabo Verde, Camilla se convirtió en la principal vocera de su causa. “Hoy te extraño más que cualquier otro día”, escribió el pasado 2 de diciembre. El reencuentro parece ser inminente.