En la telaraña de sociedades internacionales que montó Álex Saab, el otrora empresario barranquillero extraditado a Estados Unidos, sobresale un grupo de firmas que se dedicó supuestamente a atender la grave crisis de hambre que sufre Venezuela. Lo indignante es que, según el expediente en poder de Estados Unidos y conocido en exclusiva por SEMANA, Saab al parecer le habría sacado provecho a esa tragedia humanitaria mediante operaciones ficticias y de lavado de activos. En operativos de rutina fueron hallados alimentos en estado de descomposición listos para ser exportados hacia el vecino país.
Las pruebas en contra de Saab por estos hechos datan de 2018, cuando se empezaron a notar operaciones de exportaciones ficticias de alimentos en la Dian con destino a Venezuela. En el caso del arroz, por ejemplo, una tonelada estándar costaba 619.000 pesos y se encontraron importaciones a 1.066.000 pesos por tonelada. En el caso de la exportación de ganado hacia Venezuela, el precio estándar de una cabeza era de 1,5 millones de pesos y el registro de exportación figuraba por 4,14 millones.
Hoy el señalado testaferro de Nicolás Maduro, según el expediente, está vinculado a 18 operaciones sospechosas de lavado de activos y aparece en seis informes de inteligencia financiera por actuaciones también sospechosas entre enero de 2015 y junio de 2020, en actividades que involucran a 26 personas naturales y a 35 jurídicas.
Empresas colombianas habrían actuado conjuntamente para suministrar las cajas Clap al vecino país, con sobrecostos y alteraciones en los alimentos, “como ingredientes de mala calidad, tóxicos o en descomposición”. Los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) fueron impulsados por Maduro a partir de abril de 2016 para tratar de contener la crisis de alimentos y de desabastecimiento producida por el control de los precios y de divisas, entre otros factores.
SEMANA conoció que en el expediente, por ejemplo, figura la firma colombiana Aurum Exim SAS, “la cual se hizo responsable de 25.200 cajas de alimentos que iban a ser exportadas hacia Venezuela”. También se menciona a la empresa 4PL Industrial SAS y a Picking Pack SAS, que habría sido la encargada de transformar y empacar las cajas Clap. Una de las pruebas más contundentes en contra de Saab data del 30 de abril de 2018. Ese día, según la investigación, las autoridades colombianas hicieron unas inspecciones aleatorias y “decomisaron 15 contenedores con 25.000 cajas de alimentos que iban a ser exportados a Venezuela como Clap. El Invima encontró que había una plaga de gorgojo en los productos perecederos”.
“Se detectó contaminación y descomposición de los productos de las cajas Clap y se realizó detención y bloqueo de las mismas”, advierte el expediente, al precisar que los operativos se hicieron en el puerto de Cartagena.
Un complejo entramado
De acuerdo con la investigación, en total 21 empresas proveedoras de alimentos conformaban las Clap. Entre ellas, Rice Beans CO SA CV, Grupo Brandon, Mir Importacion I Exportacion S. L., Cooperativa Arrozeira Extremo SUL, Bunge Alimentos, Plastificio Selmi S/A On Behalf, Molinos Ca Uelas Uruguay, Wells Sford Trading Corp, Camil Alimentos CA, Lido Internacional, Vita Comercio de Alimentos, Molinos Azteca de Chalto SA de CV, Paramerica SA, Digrava SA de CV, Almacenes Vaca y El Sardinero.
La ejecución de los Clap fue adjudicada por licitación a la firma Group Grand Limited en 2016. El régimen chavista le inyectó un capital cercano a los 3 millones de dólares, y la empresa del entramado de Saab, según la investigación, concentró el manejo del 47 por ciento de los recursos.
Group Grand Limited, posteriormente, contrató a la firma El Sardinero, de México, y esta a su vez subcontrató a la empresa colombiana 4PL Industrial SA para el empaquetamiento y maquila de las cajas de alimentos. Los pagos se hicieron a cuentas en paraísos fiscales, algunas establecidas en Antigua y Barbuda, de acuerdo con las pesquisas. Igualmente, firmas como L&L Inversiones SA, The New Comercial Company, Servilogistics Advanced SAS y Sabortec Internacional aparecen con vínculos en la operación de los Clap.
El expediente concluye que se logró evidenciar “falta de experiencia” en esas empresas para que les fueran adjudicados los contratos e “inconsistencias financieras en cuanto a capital no coherente con el volumen de transacciones realizadas durante sus primeros años de operaciones; insuficiencia de respaldo financiero para sopesar operaciones internacionales realizadas; e incremento en activos en un periodo inferior a un año, no coherente con sus estados financieros; e imposibilidad para evidenciar la operación real en el cumplimiento de contratos”.
La investigación advierte que la operación estaba alejada “del objetivo principal de ayudar a la población más vulnerable de Venezuela”. Por el contrario, se convirtió “en una oportunidad lucrativa solo para un grupo de personas del régimen o cercanas a este, tanto en Venezuela como en otros países, cooperantes directa o indirectamente con el régimen y con objetivos diversos, que van desde lo económico hasta lo geopolítico, que configuran alianzas perversas que atentan contra la democracia, la economía, el bienestar y en general contra la seguridad regional y mundial”.
En la lista Clinton
Los investigadores detectaron 23 empresas creadas por Saab y sus familiares, de las cuales ocho ya están incluidas en la Lista Clinton: Alamo Trading, Dotaciones Manahah, Global Energy Company, Saab Certain & Compañía, Saafartex (ahora Textiles Importados Andinos), Saafartex Internacional SAS, Venedig Capital SAS e Industrias Avanti SAS. Cada miembro de la familia, según el expediente, “tiene un rol determinado, a saber, socios, accionistas, representantes legales, revisores fiscales o directivos” y fueron “los encargados de desarrollar este entramado de corrupción y lavado de activos”. De las 23 empresas, cuatro están canceladas.
En la investigación por lavado de activos, la justicia tiene evidencias de las primeras operaciones que habría efectuado Saab con sus cómplices. La investigación cita una supuesta transacción realizada el 13 de abril de 2009 por la firma Shatex SAS a Australia, concretamente al cliente Myer Store. Tras las pesquisas, dicha empresa manifestó que no era proveedora de ShatexSAS “ni había ordenado ni recibido la mercancía relacionada en la factura”.
También se detalla que la relación de Saab con el régimen de Venezuela viene desde 2009 y está documentada desde 2011 por intermedio del llamado Fondo Global de Construcción (Fogoclon), hoy Expel Managment y en liquidación. “Fogoclon fue creada días antes de la suscripción del convenio de preferencias arancelarias entre Colombia y Venezuela, y en septiembre de 2012 Álex Saab y su socio Álvaro Pulido concretaron el negocio de exportación de casas prefabricadas a Venezuela, contacto que al parecer realizó la exsenadora Piedad Córdoba”, dice el expediente.
Hay pistas, además, de que en 2013 Fogoclon abrió una sucursal en Ecuador y desde allí se habrían hecho exportaciones a Venezuela. En Ecuador le abrieron una investigación a Fogoclon por una posible desviación de recursos a paraísos fiscales. Otra empresa en la mira por el caso Saab es Grupo Caymus SAS, creada en Barranquilla el 20 de octubre de 2011, dedicada supuestamente al servicio de maquila de prendas de vestir. Sin embargo, luego de un detallado análisis financiero, se descubrió “una posible operación de lavado de activos a través de operaciones relacionadas con el reintegro de dineros por exportaciones provenientes principalmente de China y Estados Unidos y sin evidencia de información aduanera por mercancía exportada”.
En Venezuela, los investigadores detectaron posibles movimientos financieros fraudulentos por parte de otra firma presuntamente involucrada en el entramado de Saab: Vram Holding SAS. En 2013, a dicha compañía le adjudicaron en el vecino país la construcción de estadios de béisbol, uno en el sector de El Pavero, en el estado Vargas. Así mismo, los radares están puestos en los movimientos financieros de Good Central Hong Kong Limited, una empresa de Álvaro Pulido, que entre 2014 y 2017 habría enviado millonarias divisas hacia Colombia, incluida presuntamente la exesposa de Álex Saab, Cynthia Certain Ospina.
El expediente sobre el entramado de Saab también relaciona un giro por 2.428 millones de pesos a un empresario colombiano, entre 2010 y 2014; y otro por 13 millones de pesos a su esposa, en marzo de 2015, que forman parte de las investigaciones contra el barranquillero, capturado en Cabo Verde el 12 de junio de 2020 y preso desde octubre del año pasado en una cárcel federal de Miami.