El coqueteo del petrismo a Alejandro Gaviria sigue vivo y no desiste en la meta de lograr seducirlo. Un nuevo intento ocurrió el domingo pasado cuando Alfonso Prada, nuevo jefe de debate de Gustavo Petro, invitó a un café a Marla Gutiérrez, una figura muy cercana al exprecandidato de la Coalición Centro Esperanza.

Se sabe que Prada, quien al igual que Gaviria trabajó con Juan Manuel Santos, tiene el mejor concepto posible del exministro de Salud. También se conoce que, junto a otros miembros del santismo, el exdirector del Sena se encuentra en busca de consolidar el centro dentro de la campaña de Petro.

Por eso, el viernes pasado la asistente de Prada se comunicó con Gutiérrez, quien en algún momento coordinó juventudes al interior de la campaña de Gaviria. Le dijo, según le contó la joven abogada a SEMANA, que se tomaran un café en El Nogal, sin mucha pista de por qué la invitación.

El domingo, el centro de la conversación fue una invitación, con la bendición de Gustavo Petro, para que Gutiérrez tuviera un rol clave en la campaña del líder del Pacto Histórico. En específico, coordinar las juventudes que siguen al puntero en las encuestas.

Según Gutiérrez, no escatimaron en ofertas para que los acompañara. Sin embargo, la respuesta fue un contundente no por su proyecto con Sergio Fajardo.

Ambos están comprometidos, tanto Gaviria como Gutiérrez. Cuando Prada le preguntó que si los acompañaba en segunda vuelta, la abogada liberal dijo que no especulaba sobre un escenario como ese. Sin embargo, recalcó que cree que el candidato de la Centro Esperanza podrá lograr pasar a esa instancia.

El principal atractivo de Gutiérrez, que también ha recibido propuestas de otros candidatos, es su perfil de centro y su cercanía con el Partido Liberal, colectividad que el petrismo tiene en la mira y cuyos votos serían cruciales si quieren la victoria.

Sobre el encuentro, Prada le dijo a SEMANA que no se habló de adhesiones entre Petro y Alejandro Gaviria. “Nos sentamos a conversar sobre diferentes temas que atañen a los jóvenes”, respondió.

Incluso, dijo que Gaviria no fue tema de conversación, más allá del “afecto” que ambos se tienen.

Se sabe que las juventudes de las fuerzas políticas de la Centro Esperanza no son debidamente escuchadas dentro de la campaña del exgobernador de Antioquia. Las del Nuevo Liberalismo, en buena parte, están con Petro por esa razón.

Marla lo sigue respaldando, pero reconoce que sus encuentros con Fajardo han sido fríos. Hace reuniones programáticas en las regiones, instala comités y les habla a jóvenes de todo el país sin una sola llamada del candidato.

El escape del apoyo joven, el cual está a cargo del concejal Julián Rodríguez Sastoque, evidencia que el manejo de juventudes tiene muchas oportunidades de mejora. Vincular los sectores de la Centro Esperanza parece ser dificultoso para Fajardo y su equipo más cercano.

A pesar de las ofertas, ni Gaviria ni su esposa, la economista Carolina Soto, pueden ser seducidos con puestos o con promesas dentro de la campaña de Petro. El exrector es fiel a su palabra con Fajardo y en segunda vuelta, en caso de que la llamada remontada no prospere, estaría frente a una decisión en la que aún no toma partido.

Frente a las opciones de Federico Gutiérrez y Petro, la respuesta a SEMANA fue un “ya veremos”. Al parecer, quien sí queda descartado es Fico. El que sigue siendo opción es el voto en blanco, tan costoso políticamente como tomar partido.

Por su parte, Prada, cercano a Gaviria, mantiene su afecto y asegura que hoy “es una figura muy importante de la política colombiana”.