La detención de alias el Biszco no duró ni dos días. Después de más de 10 denuncias, el hombre fue sorprendido en flagrancia en el norte de la ciudad donde acostumbraba a intimidar a conductores, principalmente mujeres, para robarles sus pertenencias luego de romper los vidrios de los vehículos. Las autoridades habían capturado a uno de los más temidos rompevidrios de Bogotá. Sin embargo, en cuestión de horas fue dejado en libertad. Según la Fiscalía, el sujeto no habría ejercido ningún tipo de violencia cuando fue capturado mientras intentaba hurtar a una nueva víctima. A pesar de que más de 10 mujeres hicieron públicos los momentos de terror que vivieron al ser asaltadas por el delincuente, el ente investigador aseguró que contra él no había ninguna orden de captura.  Así que el Bizco no fue presentado ante un juez de control de garantías, pero sí quedó con una anotación por haber cometido un hurto simple y posteriormente ser capturado en flagrancia. Le recomendamos: ¿Quiénes son y dónde atacan los rompevidrios de Bogotá? Haciéndose pasar por habitante de la calle, el hombre se acercaba a los carros y con un cuchillo amenazaba a los conductores. Luego, rompía los vidrios y hurtaba los artículos de valor que se encontraran en el vehículo. Además, escondía ropa en su zona de operación para cambiarse luego de cada uno de sus robos.  Según las autoridades distritales, el Bizco tendría relación con el ataque a Ana Milena Hoyos, que sucedió el 10 de julio en la calle 127 con carrera 19 y se viralizó por su denuncia en redes sociales. Ella fue víctima de uno de estos robos  cuando iba en su carro con su pequeña hija. “Estoy muerta de pánico de esta ciudad, es imposible que permitamos que esto siga pasando”, dijo la mujer, evidentemente afectada por el asalto. El mismo que relató así: “Llegué a un semáforo, sentí a alguien en el vidrio de atrás como si lo fuera a limpiar, pero de una manera brusca. Inmediatamente otra persona se me acerca por la puerta principal, me agacho, cojo unas monedas y una comida que llevaba para compartir con alguien que lo necesitara. Abrí un poco la ventana para darle las monedas y la comida, pero inmediatamente este ladrón me dice: Abra y entrégueme el celular, si no quiere que le demos una puñalada en la cara, señalando a mi hija”. Las autoridades explicaron que a pesar del relato que hizo la mujer a través de un video que publicó en sus redes sociales, no había una denuncia formal por parte de ella. Sin embargo, el mismo subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá había dicho luego de su captura que sobre el hombre pesaba una denuncia: “Se instala en el norte de la ciudad una capacidad importante de Policía Judicial y se reforzó el apoyo. El individuo fue capturado de manera inmediata cuando había materializado el delito, la ciudadana que hizo la denuncia confirmó que él había cometido el hurto a su carro y amenazado a su bebé”. Puede leer: En flagrancia: así cayó uno de los ‘rompevidrios’ que atemorizaban a conductores en Bogotá Así operan los rompevidrios  Aunque este tipo de ataques suceden en distintas localidades, es especialmente el norte de Bogotá la zona más afectada. Las autoridades han identificado varios puntos "calientes". Sobre la avenida 19, en los cruces con las calles 134 y 127; también sobre la 12, en las calles 116 y 170; en la Séptima, sobre la calle 94; en la avenida Suba con 127 y en la calle 100 con la autopista norte. "Ellos utilizan elementos como la loza de las bujías de carros, las que parten para fraccionarles, las mojan y las lanzan a los carros para romperlos. El otro estilo es lanzar una piedra o utilizar elementos punzantes para romper el vidrio. Se introducen al vehículo, jalan lo que encuentran y corren", explicó a SEMANA el coronel Roberto Hernández, jefe del comando del Norte de Bogotá, la zona más afectada en los últimos meses por los rompevidrios. Además, en este tipo de robos, los asaltantes suelen tener cómplices como habitantes de calle o vendedores que les ayudan a escoger a sus víctimas entre las hileras de carros. Como en el caso de Javier Rodríguez, en la calle 82 con 15. Saliendo del trabajo, este ingeniero fue atacado por un hombre que supuestamente limpiaba vidrios, con agua y trapo en mano, y lo amenazó con un puñal para robarle el celular y la billetera. Muy cerca había una mujer, aparente cómplice que servía de campanera. Le sugerimos: “Estoy muerta de pánico de vivir en esta ciudad”: víctima de rompevidrios El coronel Hernández le recomienda a la ciudadanía que denuncie este tipo de ataques, pues uno de los grandes retos para detener a estas bandas es identificar e individualizar a sus integrantes. También, como precaución, indica que es preferible no llevar objetos de valor visibles, sino guardados en las guanteras o al interior del carro. Esto, especialmente en las horas pico, cuando los rompevidrios aprovechan los trancones para atacar. Entretanto, las autoridades avanzan en la cruzada contra estos delincuentes.