Las cicatrices de la guerra en su cuerpo muestran que se trata de una guerrillera curtida en el campo de batalla, que no le teme a la muerte, y se enfrenta sin piedad contra sus adversarios, no importa si son de la fuerza pública o de otras organizaciones ilegales.

Ella es Emilse Oviedo Sierra, alias la Abuela, quien, tras la muerte de alias Uriel, asumió el comando del frente de guerra occidental del ELN en el Chocó.La reconocen como una mujer despiadada. Para evitar infiltraciones, la Abuela ordena asesinatos de civiles por sospecha de ser informantes de las autoridades o colaboradores de las disidencias de las Farc, señala la información a la que tuvo acceso SEMANA.

Perfil de alias La abuela

Su cuerpo ha recibido los embates del conflicto: le falta una parte de la planta del pie izquierdo; uno de los senos fue lesionado en medio de los combates, y le dejó una herida que le genera fuertes dolores; tiene una marca imposible de borrar en uno de los dedos; y en la espalda aún están talladas las huellas de un bombardeo de la Fuerza Aérea, en el año 2012, sobre el río Capaz, en el municipio de Lloró, Chocó. En esa acción casi muere, quedó malherida, pero sobrevivió.

Ha pasado por varios frentes de la guerrilla del ELN. Fue reclutada a los 16 años, y en el trasegar de la guerra en la selva, durante 31 años, escaló hasta convertirse en una de las guerrilleras más buscadas por la fuerza pública y, a la vez, con más experiencia en el campo de batalla. La recompensa por su captura es de 100 millones de pesos. Es de origen campesino, muy humilde.

Nació el 20 de noviembre de 1974 en Dabeiba, Antioquia, una región golpeada por la presencia de grupos al margen de la ley; allí es habitual que las bandas ilegales arrebaten a los menores de edad de sus familias para formarlos, adoctrinarlos, convertirlos en combatientes, robándoles su infancia y adolescencia, como sucedió con ella. Oviedo Sierra desde muy joven tuvo que aprender a la fuerza sobre estrategia militar, guerra de guerrillas, entrenamiento en armas, levantamiento de campamentos en medio de la nada. En la espesa selva empuñó los fusiles para sobrevivir, recogió de sus mentores la crueldad del homicidio, la extorsión, el trato fuerte entre compañeros, y adoptó la rudeza que solo enseña la clandestinidad. Hoy se ve reflejada en su actuar en la arena de la guerra.

Las agencias del Estado han recopilado la información de desmovilizados del ELN, infiltrados y computadores decomisados por uniformados en operaciones militares desarrolladas en el Chocó, región fuertemente golpeada por la violencia. SEMANA tuvo acceso a un informe de inteligencia de las Fuerzas Militares sobre el pasado delictivo de alias la Abuela.

Como guerrillera rasa estuvo en la compañía Manuel Hernández Botache; luego ascendió y pasó al frente Cacique Calarcá. Hoy es cabecilla del frente de guerra occidental, al cual pertenecía Andrés Felipe Vanegas, alias el comandante Uriel o comandante Youtuber; él murió durante la Operación Odín, en octubre del año pasado, en un cambuche de la vereda Barranconcito, municipio de Nóvita, en la espesa selva del Chocó.

A alias la Abuela se la señala de ejecutar acciones de reclutamiento forzoso de menores de edad, especialmente de comunidades indígenas, utilizándolos como escudos humanos para evitar operaciones de las Fuerzas Militares. En 2002, dicen las autoridades, participó del secuestro de Eduardo Lozano, ex secretario de Gobierno de Bagadó, Chocó.

Dos años más tarde, el 16 de noviembre de 2004, habría ordenado el crimen de nueve militares en el municipio de Río Quito. Es una mujer con fuertes raíces ideológicas marxistas-leninistas. Es admiradora de la figura del revolucionario Ernesto ‘Che’ Guevara, a quien lleva constantemente en sus prendas de vestir, como se puede observar en las fotos. Es una mujer de camuflado, botas de caucho y armamento potente sobre sus hombros, que dicta órdenes sin titubear.

Si hay que ejecutar, su palabra se aplica sin objeciones; igual sucede con las extorsiones y secuestros, dice el informe de inteligencia.

Injerencia

Tras la muerte de Uriel, alias la Abuela tomó su lugar, y la información de inteligencia de las agencias del Estado señala ahora su rol: recomponer la comisión ideológica encargada de direccionar planes estratégicos y frentes de guerra; reclutar a menores de edad, mujeres, indígenas y campesinos para instrumentalizarlos en todos los sectores; y fortalecer la estrategia del ELN en el Chocó, acciones que se han visto retrasadas. Las zonas donde pretende fortalecer el accionar de la guerrilla son Quibdó, Bahía Solano y Juradó, en las que hay en la actualidad permanentes confrontaciones entre las fuerzas del Estado y los irregulares.

“La Abuela sabe que con su estructura armada tiene un posicionamiento delictivo sobre la zona costera del Chocó, lo que ha ayudado a aumentar los recursos que recibe la guerrilla provenientes del narcotráfico, las extorsiones y los secuestros, así como de las rentas por materiales que llegan desde Panamá. También cobra gramaje a las empresas mineras y comerciantes de la región”, le dijo a SEMANA un hombre de inteligencia que conoce los andares de la experimentada guerrillera. Los más de 30 años dentro de la organización guerrillera le han dado a Oviedo Sierra las credenciales para que asuma el mando de más de 150 hombres, que se cree tiene el frente de guerra occidental Omar Gómez, y más de 100 en estructuras de apoyo.

La Abuela tiene a su cargo, y por lo cual se convirtió en objetivo de alto valor de la fuerza pública, cuatro frentes y dos compañías. Los frentes son el Ernesto ‘Che’ Guevara, el Cacique Calarcá, el Manuel Hernández Botache y el Resistencia Cimarrón, así como las compañías Néstor Tulio Durán y Omar Salgado.

La importancia del frente de guerra occidental

Este frente ha estado en la mira de las autoridades recientemente por la información que entregó el fiscal Francisco Barbosa sobre los supuestos contactos que habría sostenido el comandante Uriel para financiar campañas en las recientes elecciones presidenciales de Ecuador. El pasado 30 de enero, SEMANA reveló explosivos archivos de alias Uriel, encontrados en el campamento tras su muerte durante la Operación Odín de las Fuerzas Militares.

Allí se conoció que el ELN pretendía atentar contra los hijos de Álvaro Uribe, que sus tentáculos llegaban a más de nueve países, y sus mensajes revelarían la financiación de campañas, la planeación de secuestros en Argentina y el reclutamiento de universitarios extranjeros.

Luego de asegurar la zona, la fuerza pública halló en el campamento de Uriel gran cantidad de equipos informáticos, en los que se almacenaban 3,2 teras de información, equivalentes a 2 millones de archivos. En total, los hombres de inteligencia incautaron siete computadores portátiles, 11 discos duros, 24 memorias USB, tres tabletas, 23 celulares, equipos de GPS, cámaras fotográficas y radios de telecomunicación. Los archivos fueron encontrados por hombres de inteligencia, y estaban encriptados bajo una sofisticada modalidad para blindar los datos. 

La información, aún analizada por las agencias del Estado, podría también guardar secretos que les den luces a las autoridades para ir tras la pista de la Abuela. Esta mujer, con cerca de 50 años, se ha escabullido de las autoridades, sobreviviendo a un bombardeo, a innumerables operativos, haciéndole trampa a las enfermedades del monte, y prometiendo que gracias a sus habilidades será un blanco difícil de neutralizar para la fuerza pública. n