Los habitantes de la vía que comunica Tarazá con Puerto Valdivia, en Antioquia, presenciaron aterrados el viernes la manera como al menos 20 hombres armados con fusiles arremetieron contra un vehículo del INPEC. Lo que seguramente ignoraban fue que el objetivo del ataque era liberar a Óscar Mauricio Galvis Agudelo, alias ‘Pantera’, presunto jefe de sicarios de la organización criminal los ‘Paisas’ en el bajo Cauca antioqueño y su mayor temor durante muchos años. ‘Pantera’ es un hombre de 32 años nacido en San Roque, Antioquia. Durante su paso por el Bloque Central Bolívar de las autodefensas se caracterizó por no tener el mínimo reparo a la hora de ejecutar homicidios y actos delictivos. Luego de su desmovilización, decidió seguir delinquiendo hasta que llegó a la banda criminal los ‘Paisas’. En dicha estructura armada ilegal, cuya zona de afectación era el denominado bajo Cauca antioqueño (del que hacen parte las poblaciones de Caucasia, El Bagre, Nechí, Tarazá, Caceres y Zaragoza), se dedicó principalmente a la extorsión y el narcotráfico. En su guerra criminal se le atribuyen al menos 250 homicidios en la región, especialmente en la confrontación que libró contra los ‘Urabeños’ luego que los ‘Paisas’ se fusionaron con los ‘Rastrojos’. ‘Pantera’ tendría responsabilidad en diferentes masacres, entre ellas la de El Bagre, en las veredas Quebrada y Ciénaga, y en Nechí, en las veredas Cargueros, Las Conchas y Bijagual. Para el momento de su fuga cumplía dos años de una condena de siete años y tres meses por el delito de concierto para delinquir, pena que debería purgar luego de recibir rebaja de la mitad de la sentencia por haber aceptado cargos. Además tiene pendiente una investigación en una fiscalía de Montería, Córdoba, por su presunta responsabilidad en una masacre ocurrida en el sector de San Francisco del Rayo, en ese mismo departamento. También se le indaga por la presunta responsabilidad en las muertes de siete personas en el corregimiento de Cuturú, población de Caucasia, en marzo del 2011. En su contra cuenta con órdenes de captura por delitos como concierto para delinquir, homicidio y desaparición forzada. De ‘Pantera’ se ha dicho que incluso realizó acuerdos con el frente 18 de las FARC, con el fin de intercambiar armas, y que fue el hombre de confianza del jefe de los ‘Paisas’, Maximiliano Bonilla Orozco, alias ‘Sebastián’. Según algunas pistas de las autoridades, estaría herido y huyendo hacia la zona montañosa de Santa Rita de Ituango, tras el intercambio de disparos que permitió su escape. Galvis Agudelo ha sido un hombre con suerte, pues aunque se le atribuyen múltiples crímenes y delitos, ya una vez en el 2010 fue dejado en libertad por un juez, aparentemente por un mal procedimiento de las autoridades. En esa ocasión pasó a la historia cuando el entonces presidente, Álvaro Uribe, reprochó el hecho que un “criminal de su calaña” no fuera a parar a la cárcel. Luego de quedar libre, las autoridades iniciaron una fuerte persecución que terminó con su captura el 4 de mayo del 2011. Pese a ser herido de dos disparos al enfrentarse con la Policía, sobrevivió para ser llevado ante un juez. De su personalidad, las autoridades dan cuenta de su gusto por la ropa de marca en prendas de alto precio (que alcanzan precios cercanos al millón de pesos), su agrado por los licores finos y la realización de fiestas ostentosas en las que en sus años de apogeo al frente de la banda criminal invertía grandes de suma de dinero. Ante la fuga de ‘Pantera’, el temor ha retornado al bajo Cauca antioqueño, en donde se cree que la intención de los cuatro internos es buscar consolidad una nueva organización armada, lo que devolvería la incertidumbre que por años este individuo representó para esa zona del país. Causa curiosidad que en el caso de Galvis, que su viaje de ida hacia Montería -donde debería cumplir diligencias judiciales- había sido en avión, por cuenta de su peligrosidad. Sin embargo, los responsables de su regreso a la cárcel de Cómbita, en Boyacá, no tuvieron problema en enviarlo por tierra y con una escasa custodia. Los hechos son investigados para establecer posibles negligencias o algún acto de corrupción. Aunque desde cuandose conoció el ataque, en el que resultaron gravemente lesionados cinco guardias del INPEC, las autoridades le siguen los pasos a ‘Pantera’, hasta este lunes su paradero y el de los demás prófugos era desconocido. De ser capturados, se enfrentarían a una nueva condena por fuga de presos, que les significaría cuatro años más de prisión.