La historia de Colombia ha estado manchado por violencia y sangre. Este jueves 2 de noviembre se cumplen 28 años del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, asesinato que permaneció en la impunidad durante un cuarto de siglo.
Todo ocurrió el 2 de noviembre de 1995, a las 10:20 a. m. en Bogotá, luego de que un comando armado lo asesinara junto a sus escoltas. La noticia del magnicidio de Gómez Hurtado comenzó a regarse y la gente no podía salir del asombro.
Tras el crimen, el presidente Ernesto Samper decretó el Estado de Conmoción interior, medida que se extendió por ocho meses.
En ese tiempo, se firmaron una serie de decretos con los que dieron facultades a la Fuerza Pública para controlar los departamentos del Guaviare, Vaupés, Meta, Vichada y Caquetá, departamentos considerados zonas especiales de orden público.
Álvaro Gómez Hurtado era una figura política de mucha influencia. Fue senador de la República, candidato presidencial, líder del Partido Conservador y opositor al gobierno de Ernesto Samper.
Hurtado también participó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, espacio en el que estuvo el hoy presidente Gustavo Petro y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
25 años de impunidad
Como muchos crímenes en el país, el magnicidio de Gómez Hurtado quedó por más de dos décadas en la impunidad. Fue hasta el 2020 que la Fiscalía General de la Nación puso conocer a los responsables.
Las FARC-EP reconocieron públicamente haber asesinado a Álvaro Gómez Hurtado. “Los exguerrilleros de las FARC-EP insistieron en que su asesinato estaba ordenado desde hace varias décadas y que era un cobro por sus posiciones políticas en los años 60, en torno a las repúblicas independientes y la acción militar sobre Marquetalia”, según explica la Comisión de la Verdad en un documento.
Los Gómez no le creen a las Farc
Por su parte, la familia del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en noviembre de 1995 a la salida de la Universidad Sergio Arboleda, presentó a la Jurisdicción Especial para la Paz un documento con el que pide que la investigación no la asuma la justicia transicional y que se tome la decisión de expulsar de dicho tribunal a Carlos Lozada, actualmente congresista del partido Comunes.
Para la familia Gómez resulta poco creíble que Lozada haya señalado a Jorge Briceño (el Mono Jojoy) como la persona que “le había informado por primera vez que las Farc habían asesinado a las víctimas” y, posteriormente, “que él mismo había ejecutado el asesinato mediante sicarios, como reiteradamente lo afirmó ante la JEP”.