Desde que se supo que el líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, será el presidente de la República entre 2022 y 2026, uno de los temas principales de conversación en todo el país ha sido el nombramiento de los miembros de su gabinete y otros cargos de su equipo de trabajo.
Entre las más recientes incorporaciones, el sábado 25 de junio, Petro nombró a Álvaro Leyva Durán como ministro de Relaciones Exteriores.
De este modo, el economista y abogado de 79 años llega a al Gobierno de Petro y la vicepresidenta electa Francia Márquez, donde se habla de una política de “cambio”.
La designación de Leyva Durán es clave. De hecho, al ser el encargado de estar al tanto de la Cancillería para formular, orientar, ejecutar y evaluar la política exterior en materia de integración y desarrollo fronterizo, tiene la tarea de seguir el discurso de Gustavo Petro que, horas después de su triunfo, mencionó la idea de alcanzar una “integración latinoamericana”.
“Queremos que Colombia, y será la prioridad de la política diplomática, se coloque al frente en el mundo en la lucha contra el cambio climático”, afirmó en su momento Petro, refiriéndose en las necesidades del proteger los recursos naturales, así como los ecosistemas del país, recalcando que era la ciencia la que advertía sobre este problema.
Y profundizó: “Le propongo a América Latina integrarnos más decididamente. Le propongo a Colombia mirarnos como latinoamericanos, que es lo que somos”, explicando que el sur del continente no debería dejar de lado la diversidad cultural y étnica en medio de las riqueza ambientales que se tendrían en la región, como el total de la Amazonía, entre otros.
Reacción de Álvaro Leyva
En las primeras horas de este domingo, Leyva Durán escribió en su perfil de Twitter: “Agradezco la designación que el Presidente Gustavo Petro me ha hecho para encabezar la política exterior y de paz de su gobierno”.
Como se ha mencionado, el Pacto Histórico tiene en mente generar lo que llaman acuerdo social. Para ello, se necesitan no solo entes del exterior, sino también de Colombia. Así que el expresidente Álvaro Uribe aceptó una invitación por parte del victorioso en las urnas, Gustavo Petro. Según lo pudo confirmar SEMANA, esta reunión tendrá cabida la próxima semana.
Mientras eso pasa, Leyva fue enfático y agregó que su accionar será contundente para “recuperar el sitio en dignidad que nos corresponde en el mundo y la integración latinoamericana, parte del reto. Lo cumpliremos”.
El tema de la “integración latinoamericana” juega un papel fundamental para el también abogado, pues luego de ganar las elecciones con más de 11 millones de votos a su favor, Petro apareció en la noche del domingo 19 de junio y pronunció un extenso discurso. Entre los temas que abordó el ahora presidente electo, que se posesionará en agosto, estuvo la idea de unir a las Américas.
“Le propongo al Gobierno de Estados Unidos y a todos los gobiernos de América sentarnos a dialogar para acelerar los pasos de la transición energética, los pasos de la construcción de una economía descarbonizada, los pasos de la construcción de una economía de la vida en América. ¿Cómo un gobierno que pretende ser un gobierno de la vida no podría proponer la construcción de una economía de la vida?”, dijo.
A renglón seguido, el líder del Pacto Histórico le planteó a América Latina integrarse más decididamente. “Propongo a Colombia mirarnos como los latinoamericanos que somos. No solo porque tengamos la sangre latina, sino también la afro y la indígena ancestral. América Latina, que es también América indígena, afro, anglosajona, multicolor, tiene que encontrarse en el gran diálogo que permita salvar a la humanidad”.
Antes de las palabras sobre la integración en Latinoamérica, Gustavo Petro anunció que es el momento de sentarse con el Gobierno de Estados Unidos y hablar sobre lo que significa que en ese país se emitan gases efecto invernadero y en Colombia se absorban a partir de la selva amazónica. “Si allá se emiten y aquí absorbemos, ¿por qué no dialogamos?, ¿por qué no establecemos otra manera de entendernos?”, interrogó.