El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, está en el ojo del huracán a raíz de la reciente recolección de firmas con miras a una eventual revocatoria de su mandato. Al respecto, ha señalado que existen diversos sectores que están en su contra, como el uribismo, el fajardismo y el GEA. Sin embargo, en una entrevista con SEMANA, el mandatario sostuvo que “las encuestas internas que tenemos dicen que será una elección muy apretada. Se va a ganar o se va a perder por 5.000 votos, pero lo que está claro es que esta es una revocatoria fraudulenta”.
En ese sentido, Quintero destacó inconsistencias, como una supuesta suplantación sistemática de firmas, por ejemplo, “casos dramáticos, como personas discapacitadas que no pueden ni siquiera firmar y que aparecen firmando, personas con síndrome de Down y otras”.
Entre quienes están en contra del alcalde de Medellín figura el expresidente Álvaro Uribe, quien en una entrevista con El Colombiano manifestó las razones por las que se opone a la gestión de Quintero al frente de la alcaldía de la ciudad.
“Frente a la alcaldía oposición total y, además, muy razonada. Cuando él (Quintero) empezó con todas las acusaciones de paramilitarismo que nos hacía, nosotros adoptamos una posición de independencia constructiva. ¿Por qué evolucionamos a la oposición? A la medida en que se fueron conociendo los hechos de esa Alcaldía”, expresó Uribe.
“Me parece muy grave lo que ha ocurrido con tantas entidades de la ciudad, con la contratación. Tuve la oportunidad de presentar una denuncia a la Fiscalía, muy seria y no de informes de terceros, sino directos de personas a quienes les pidieron sobornos”, agregó.
El caso EPM-Hidroituango
Sobre Empresas Públicas de Medellín (EPM), el alcalde Daniel Quintero sostuvo en SEMANA: “Nos cobran que revelamos la verdad de Hidroituango, que no dejamos que nombraran en EPM al gerente. Nos cobran que pusiéramos a pagar a los contratistas, que no nos hubiéramos arrodillado ante ellos y que hubiéramos hecho un gobierno con independencia. Si me tuviera que devolver, tomaría las mismas decisiones.
“A mí me hubiera quedado mucho más fácil dejar que nombraran al gerente de EPM, perdonarles la plata de Hidroituango, no revelar realmente esas responsabilidades, y no tendría revocatoria ni nada de eso, pero no valdría la pena”, agregó.
A partir de este contexto, el expresidente Uribe manifestó su preocupación frente a lo que ha sucedido con EPM y criticó que la Alcaldía de Medellín rompiera la institucionalidad de la empresa.
“Me preocupa mucho lo de Empresas Públicas de Medellín (EPM); trabajé en EPM cuando era jovencito, pero para poder hablar claro nunca he buscado contratos con el Estado, menos, puestos. La Alcaldía de Medellín rompió el manejo institucional de EPM y empezó a acusar de corrupción, de manera temeraria, a gentes honorables de la administración de EPM y de la anterior junta directiva”, dijo Uribe a El Colombiano.
“Estuvimos muy cerca de que hubieran quebrado EPM y a firmas de ingeniería de Antioquia, porque las acusaciones temerarias de la Alcaldía de Medellín sobre corrupción en Hidroituango hubieran podido dar razones para que Mapfre y otras aseguradoras se hubieran negado a pagar el seguro. Por intervención final del Presidente se salvó, a pesar de la Alcaldía de Medellín. Me parece que fue muy grave la actitud de la Alcaldía, puso en un grave peligro a las comunidades aguas abajo de la presa, a la pres, y hubiera quebrado a EPM y las firmas de contratistas. Y tengo otros motivos graves contra la Alcaldía de Medellín”, continuó.
En ese sentido, Uribe mencionó que no entiende cómo es que Medellín tiene un 40 % de pobreza cuando recibe cerca de un billón de pesos al año de transferencia de EPM. “(...) Es la ciudad de Colombia que más ventaja tiene en materia de transferencias de entes descentralizados, en este caso, de sus Empresas Públicas”, indicó el expresidente.
¿Apoyaría la revocatoria?
Aunque Álvaro Uribe explicó al citado medio las razones por las que está en oposición al alcalde de Medellín, también manifestó que no planea intervenir en el proceso de revocatoria, ya que se trata de una figura constitucional fundamentalmente cívica.
“Yo, por convicción y amor a Medellín, estoy en toda la oposición al alcalde de Medellín. Particularmente no intervengo en la revocatoria y lo dije hace mucho tiempo. La figura constitucional de la revocatoria es fundamentalmente cívica, es una oportunidad de los ciudadanos para examinar una alcaldía y ejercer el derecho de revocarla cuando ha incurrido en fallas graves. Han querido decir que eso es el uribismo, Uribe o el enfrentamiento Petro, Quintero, Uribe. Perdón, pero eso no es así”, explicó Álvaro Uribe.
“Hay un problema de ultraje a Medellín, que llevó a muchos ciudadanos a estar preocupados con la ciudad y lideran, desde lo cívico, esa revocatoria. Soy respetuoso del proceso cívico. Están destruyendo a la ciudad y no podemos permitir que le pongan, como quieren, una cortina de humo”, sentenció.