“La honorable Corte Suprema me ha llamado a indagatoria, moralmente me siento impedido para actuar como senador y al mismo tiempo adelantar mi defensa. Por lo anterior renuncio al Senado de la República y pido se me acepte la renuncia”. Las palabras que publicó Álvaro Uribe en su Twitter, luego de que la Corte Suprema le abriera una investigación por presunta manipulación de testigos, parecían lapidarias. Uribe, el jefe de la bancada de gobierno, abandonaría el Capitolio. Sin embargo, un día después del anuncio, Uribe no ha renunciado al Senado. Este miércoles se esperaba que el congresista radicara su renuncia en la Secretaría del Senado o la presentara directamente en la plenaria. Ninguna de las dos cosas sucedió. Aunque la opinión pública aún tenga la idea de que el expresidente renunció al Congreso, Uribe aún sigue siendo senador.Le recomendamos: El reloj con el que testigo grabó en prisión a los enviados de UribeDesde que Uribe publicó ese trino, los congresistas del Centro Democrático empezaron a enviarle mensajes para que reconsiderara su posición. En la noche del martes, la bancada expidió un comunicado oficial en el que le pidieron que “no renuncie”, a la vez que hicieron un llamado a la ciudadanía a rodearlo. Este miércoles, desde primeras horas, casi todos los parlamentarios del partido de gobierno han intentado comunicarse con su jefe natural con el mismo propósito. Algunos parlamentarios que pudieron hablar con Uribe confesaron a SEMANA que lo notaron muy afectado por la decisión de la Corte Suprema. “Al presidente le duele que hayan afectado su dignidad”, dijo un representante a la Cámara al señalar que Uribe se mostró muy molesto porque lo hubieran llamado a indagatoria sin antes darle la posibilidad de una versión libre. Por eso se habría decidido a tomar la decisión de renunciar al Senado. Sin embargo, desde el mismo momento del anuncio, la renuncia de Uribe fue interpretada como una estrategia jurídica por sectores de la oposición, con el propósito de salirse de la órbita de la Corte Suprema y que su proceso pasara a manos de la Fiscalía. El propio Uribe aseguró que “nunca ha eludido” a su juez natural, y que a pesar de su renuncia el alto tribunal mantendría su competencia frente a la investigaciónPuede leer: Uribe dejó su silla vacía en la plenaria del SenadoEn todo caso, Uribe no presentó la carta de renuncia que había anunciado el día anterior. Aprovechando que aún tiene incapacidad médica por cuenta de la fractura de costillas que sufrió en su cumpleaños, el pasado 4 de julio, no asistió a la plenaria de este miércoles. Ernesto Macías, presidente del Senado, y uno de sus copartidarios, dijo que Uribe se tomaría los días que le restan de incapacidad (hasta el 3 de agosto), para tomar la decisión de si presenta su carta de renuncia. Al Centro Democrático se le abrió un margen de tiempo para poder convencer a su jefe de que no renuncie al Senado, y para persuadirlo han recurrido a dos personas, que en criterio de los dirigentes del partido podrían conseguir ese propósito. El presidente electo Iván Duque, quien ya se comunicó con el exmandatario y le pidió que lo ayudara a mantener la gobernabilidad desde el parlamento. La otra persona es Lina Moreno, la esposa de Uribe. El solo hecho de que Uribe no haya radicado la carta de renuncia este miércoles empezó a alimentar la posibilidad de que finalmente no dimita al Senado. Sin embargo, quienes lo conocen sostienen la tesis de que Uribe difícilmente se echará para atrás, pues no es un hombre de dar reversa.Le sugerimos: Prada sí llegóEn el Senado, este miércoles, el eventual escenario de que Uribe presentara su renuncia generó opiniones de todo tipo. Como la renuncia de un parlamentario debe ser aprobada o rechazada por la plenaria, los sectores de oposición se anticiparon a señalar que no la aprobarían. También generaba inquietud si los senadores del Centro Democrático, que no quieren que su jefe renuncie, votarían para aceptarla. Ese debate solo se produciría hasta que el exmandatario radique la carta. En la noche de este miércoles, Uribe publicó un video de 18 puntos para referirse al llamado de indagatoria, y que grabó desde su casa en Rionegro (Antioquia). Hasta allí viajará una comisión de parlamentarios del Centro Democrático para enviarle un mensaje de apoyo y solidaridad, y como no, para intentar convencerlo de que no renuncie. De momento la novela sobre la renuncia de Uribe podría extenderse hasta la próxima semana.