Cinco días antes del histórico encuentro entre Álvaro Uribe y Gustavo Petro, congresistas de la derecha se dieron cita en un restaurante en Bogotá y analizaron cómo enfilar baterías para hacerle oposición a Gustavo Petro.

Allí estuvieron presentes líderes del Centro Democrático, el Partido Conservador, Salvación Nacional y Colombia Justa Libres. “Lo que se viene es un cambio de régimen”, advirtió el excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez. John Milton Rodríguez también arribó a la reunión.

Del Partido Conservador solo asistió Ómar Yepes, el expresidente de la colectividad, quien renunció molesto porque la mayoría de su bancada apoya a Petro. 

Por los lados del Centro Democrático, asistieron las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, los congresistas Gabriel Jaime Vallejo y Rubén Darío Molano, al igual que el exviceministro Rafael Nieto, entre otros.

Al grupo lo bautizaron ‘coordinadora de oposición’ y sus líderes prometen reunirse cada 15 días para analizar cómo enfrentarán al gobierno de Petro. El expresidente Uribe no abandonará su papel de opositor, pese al encuentro con el líder de izquierda, su mayor rival político durante años. Uribe tiene el apoyo del Centro Democrático, un partido que pasó de ser el primero con mayor presencia en el Congreso en 2018 a ser el cuarto en las elecciones del pasado 13 de marzo.

La voz de Uribe será clave, teniendo en cuenta que Petro ya tiene una aplanadora en el Legislativo que le permitirá sacar adelante sus reformas. “Uribe terminó casi que legitimando a Petro y, de alguna u otra manera, deslegitimando a la oposición”, dijo el analista político Carlos Suárez, CEO de la firma Estrategia y Poder.

.}Uribe, en tono serio, pero cordial, anunció que hará oposición con argumentos y respeto, y dejó abierta la posibilidad de aprobar los proyectos de Petro que beneficien a los colombianos, como la lucha contra la pobreza. Es más, pidió un diálogo directo con el presidente electo.

“Uribe está pensando en el país”, coinciden los congresistas del Centro Democrático cercanos al expresidente, pero según como sean sus próximas posturas frente al líder de izquierda, se podría abrir la puerta para que la extrema derecha haga rancho aparte y ejerza su papel de oposición.

La senadora María Fernanda Cabal y otros líderes del Centro Democrático han sido prudentes frente al encuentro con Petro e internamente hay dirigentes que creen que no debió darse.

La vallecaucana, por ejemplo, difícilmente concederá respaldos al nuevo gobierno y podría convertirse en la cabeza visible de la oposición, lo que agudizaría las heridas en el Centro Democrático. De hecho, hay más de 10 millones de electores que respaldaron en las urnas a Rodolfo Hernández, empeñados, la mayoría, en hacerle contrapeso a Petro.

“Si el partido piensa en el futuro del país está obligado a cambiar todos sus cuadros directivos, hacer oposición férrea, seria y organizada, apropiarse y defender la extraordinaria labor del gobierno de Iván Duque y superar las divisiones internas”, dijo el senador Ernesto Macías.

Aunque es temprano para pensar qué ocurrirá después de su encuentro con Uribe, está claro que Petro seguirá adelante con las propuestas con las que ganó las elecciones con más de 11 millones de votos y que incomodan a la derecha. 

Sin embargo, el expresidente tiene certeza de que así haya manifestado sus preocupaciones, Petro necesariamente no las tendrá en cuenta. Uribe, en el encuentro con el presidente electo, demostró su talante de estadista y que es un verdadero demócrata.

Más allá de las diferencias con Petro, primero está el futuro del país. Sin duda, a un exjefe de Estado de su talante le resultará imposible callar frente a los excesos que pueda cometer el nuevo presidente en el ejercicio de su Gobierno durante los próximos cuatro años.