Con el pasar de las horas se siguen conociendo graves señalamientos y denuncias en contra del exviceministro del Interior y actual designado para la presidencia de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Diego Cancino.
Tras la denuncia hecha por la asesora del Ministerio del Interior, Yuly Viviana Vargas Ávila, en contra de Cancino, un grupo de mujeres revelaron haber sido víctimas de acosos sexuales sistemáticos de parte del funcionario, quien se habría aprovechado de los cargos que ha ostentado para hacer todo tipo de insinuaciones.
La periodista y escritora Alejandra Omaña, más conocida como Amaranta Hank, reveló una serie de pantallazos de WhatsApp en los que Cancino la cita para “hablar”.
Los mensajes se registran a las 11:58 de la noche: “Podemos vernos? Conversar muchas cosas (...). Ya mismo”.
Pese a que Omaña no le contestaba, Cancino empezó a llamarla insistentemente. “Signorina, qué vergüenza (...). Te quiero ver (...). Mucho que conversar”.
Después de muchos mensajes, y llamadas que se pueden entender como un acoso, Amaranta le respondió: “Diego, desconozco la razón por la que me has estado buscando desde anoche, pero esto se tornó incómodo. Simplemente no quiero hablar y espero que respetes eso”.
La periodista reveló que pese a que no se considera una víctima de Cancino, publica los chats para demostrar el comportamiento sistemático de acoso del exviceministro hacia las mujeres.
“Expongo esto para que sepan que su comportamiento era habitual con varias mujeres”, reveló.
Este fin de semana, Yuly Viviana Vargas Ávila, asesora de la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, le contó a SEMANA la forma en que fue acosada y abusada sexualmente por Cancino.
Los hechos se presentaron el pasado 25 de octubre en medio de una reunión que se realizó en el apartamento del entonces viceministro. El encuentro, que tenía como único objetivo hablar, se fue tornando incómodo por la actitud de Cancino.
“Cancino me solicitó en repetidas ocasiones que bebiera más vino, ante lo cual accedí presionada por su insistencia”, narró la denunciante. “Seguido a ello, inicié la conversación con este sujeto, ampliando la información sobre mi perfil laboral y las propuestas de trabajo conjunto sobre las que habíamos conversado antes”.
De un momento a otro, y tras asegurarle que era “genial” se le acercó por detrás, la abrazó y le metió las manos debajo de la blusa y le tocó los senos sin su consentimiento.
“Ante esta situación reaccioné rápidamente quitándomelo de encima y, frente a ello, él me tomó de las manos, me bajó de la silla de la barra en la que yo estaba e intentó besarme sin mi consentimiento. Yo lo alejé de mí y le dije que no deseaba ningún tipo de relación que no fuera política y/o profesional y que mi interés no iba más allá de eso, que por favor respetara dicho límite”, señaló claramente en la denuncia que presentó ante Fiscalía.
Cancino siguió insistiendo en sus tocamientos y palabras de doble sentido, impidiendo que la funcionaria se fuera del apartamento. “Tomé mi maleta e iba a salir, pero el señor Cancino me dijo que la dejara, porque todavía no me podía ir”.
Por la gravísima situación que se estaba presentando, Vargas les escribió a dos amigos para que llegaran al apartamento de Cancino. Esto no detuvo las insinuaciones y comentarios del exviceministro.
“Volvió a acercarse para abrazarme en cuatro ocasiones y en todas estas yo me alejé y le insistí una y otra vez que no quería ningún tipo de relacionamiento físico, emocional o sexual”, señala la denuncia que cita la declaración de los dos acompañantes de Vargas.
“Se alejaba en algunos momentos, subía a su habitación, se veía ansioso, entraba al baño, bebía vino y nuevamente intentaba acercarse a mí. Aun con ello parecía no entender ni respetar mis límites, yo intenté una y otra vez encausar la conversación, pero no lo estaba logrando”, detalló la denunciante.
En toda la reunión, y pese a la presencia de otras personas, Cancino insistió en tener contacto físico con la funcionaria. De nada sirvieron los “no” ni el hecho que se le había dejado en claro que estaba actuando de forma completamente abusiva.
Posteriormente, según revela y anexa la misma denuncia, Cancino le escribió a su WhatsApp para “abordar” lo ocurrido en el apartamento. “Te ofrezco sinceras y profundas excusas. Perdóname. Mi comportamiento estuvo mal y claramente no debí haber actuado así. Te escucho y asumo las claridades que pones. Jamás voy a confundir los límites claros que me expresas. Eres una mujer y ser hermosa. Bondad y fuerza para transformar. Perdóname, por favor. Te mando un abrazo”.
Por estos hechos, se pide revisar el nombramiento de Cancino como presidente de la SAE y que se avancen todas las investigaciones para establecer el comportamiento abusivo del funcionario.