Una enorme sorpresa se llevaron los vecinos de un barrio del municipio de Polonuevo, Atlántico, cuando al ingresar a ayudar en una vivienda que se incendiaba encontraron amordazado en uno de los cuartos a Rubén Cervantes, de 22 años.Mientras algunos intentaban apagar el fuego con baldados de agua, otros desataron y atendieron al joven, quien había sido inmovilizado con alambres en sus extremidades. Tenía un trapo en su boca y estaba tirado justo al lado de una cama en llamas.

En medio de la impactante situación y con evidentes gritos de dolor, Cervantes les pidió a los vecinos que le ayudaran a salvar sus pertenencias de las llamas, entre estas su motocicleta, con la que se gana la vida.Al lugar arribaron luego los bomberos, quienes lograron extinguir el fuego.

En las primeras versiones entregadas a las autoridades, la víctima dijo que dos hombres vestidos con pasamontañas ingresaron a la casa, lo golpearon, lo ataron y luego encendieron el lugar. Además, el joven señaló que estos individuos le gritaron en varias oportunidades que se debía marchar del pueblo.

Sin embargo, algunos familiares le manifestaron al coronel Hugo Molano, comandante de la Policía del Atlántico, que el joven sufre de problemas mentales (esquizofrenia) y en otras ocasiones ha intentado llamar la atención de su expareja para que vuelva con él.Las autoridades ya iniciaron la investigación para esclarecer lo sucedido.