El caso es sencillamente sorprendente, indignante y muy insólito. En la madrugada del viernes un conductor de una ambulancia en la avenida Boyacá con calles 165, al norte de la capital, encendió las sirenas de su vehículo. Sin embargo, no era para atender alguna emergencia o trasladar a un herido a un hospital. El motivo era bizarro. Lo hizo para participar en una carrera ilegal de carros.
La escena fue documentada por Noticias Caracol. La zona en donde ocurrió la inusual escena es bien conocida en la capital por tratarse de un lugar en donde casi todos los miércoles y jueves entre las 12 de la noche y las dos de la madrugada, se reúnen centenares de jóvenes para realizar piques o carreras ilegales. No obstante hasta ahora es la primea vez que se tiene conocimiento de la partición en estas peligrosas actividades de una ambulancia.Puede leer: Los peligrosos ‘jueves de piques‘ en el norte de BogotáEn el video se observa cómo el conductor del vehículo destinado a salvar vidas no tiene ningún problema en arriesgar la suya y la de decenas de espectadores. A las dos de la mañana entre decenas de carros se ve cómo la ambulancia con las luces prendidas se abre paso y se estaciona al lado de un campero blanco. Era su rival. Un espontáneo da la partida a la carrera y comienza la competencia entre los dos carros. No se alcanza a ver cuál fue el resultado final, pero si cuando los demás vehículos que estaban estacionados presenciando el espectáculo salen despavoridos ante la inminente llegada de la policía.El asunto tomó fuerza a lo largo del día. Al ver el video, la policía de tránsito informó que logró localizar la empresa a la que pertenece la ambulancia y ubicar al conductor al que le impondrán una multa. También se anunció que se compulsó copias a la Superintendencia de Puertos y Transporte para que determine si impone una sanción a la empresa propietaria de la ambulancia.Lo más sorprendente es que al parecer no se trata de un caso aislado. La policía reveló que en el último mes sancionó a 60 conductores de este tipo de vehículos, la mayoría por usar las sirenas y luces de emergencia para andar a altas velocidades y abrirse paso a pesar de no transportar heridos ni estar atendiendo emergencias.