Al celular de María Alejandra Benavides, la exasesora del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, llegó una amenaza directa que incluyó a su familia y su equipo de defensa. Un mensaje de WhatsApp contenía la advertencia con la amenaza en contra de su vida por, al parecer, sus declaraciones.
Benavides resultó enredada en el escándalo de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), pues en su papel de asesora —según las declaraciones de los testigos de este escándalo— era la encargada de coordinar la contratación de la UNGRD con alcaldes y con el objetivo de sacar los recursos que, supuestamente, llegarían a los congresistas.
El propio abogado de Benavides explicó los detalles de esa amenaza, la forma en que llegó y las presuntas motivaciones de la misma, que estarían relacionados con la investigación por el escándalo de corrupción de la UNGRD y en el que ella resultó salpicada. Para el abogado no hay duda de que las advertencias en contra de su cliente tienen ese origen.
“El mensaje que contiene la amenaza de muerte en contra de nosotros dejó claro que se produce por la información que María Alejandra Benavides puede tener con respecto a la investigación que se adelanta dentro del caso conocido como caso de corrupción de la UNGRD”, señaló el abogado Jaime Andrés López Pinzón, representante legal de la exasesora.
Explicó el defensor que las amenazas fueron puestas en conocimiento de las autoridades, en particular de la Fiscalía, para que se adelanten las investigaciones correspondientes. A la denuncia se sumó el mensaje que llegó al celular de Benavides con el detalle del número y el contenido de las advertencias.
“María Alejandra Benavides Soto, su mamá y su tía, así como el hpta de su abogado. Van a entender que hablar no paga. Brille para ellos la luz perpetua. Htpas”, señala la amenaza que se acompaña con la imagen de un ataúd y un cráneo, con la clara señal de muerte. Así llegó el mensaje al número privado de María Alejandra.
La Fiscalía recibió la denuncia del abogado y la exasesora. Se abrió una investigación formal para dar con los responsables de las amenazas y determinar el nivel de riesgo que tiene la exfuncionaria, que hasta el momento ha estado en un par de oportunidades en la Fiscalía con el ánimo de explicar cuál fue su participación en el escándalo de la UNGRD.
“Se aclara que María Alejandra Benavides aún ejerce su derecho de guardar silencio y se rechazan de manera enfática las amenazas a la vida de mi poderdante, sus familiares y en mi contra, como su apoderado, con el fin de cercenar los derechos y garantías judiciales de María Alejandra Benavides y se hace un llamado a las autoridades colombianas para que tomen las medidas urgentes correspondientes”, señala la denuncia del abogado.
Otros implicados en este escándalo también han tenido que sortear amenazas, como es el caso de los exdirectivos de la UNGRD: Olmedo López y Sneyder Pinilla. Razón que llevó a la Fiscalía de disponer los mecanismos de protección para garantizar la seguridad de los ahora testigos.