Una nueva modalidad de extorsión está azotando al gremio de ganaderos en el departamento de Sucre.
Se trata de múltiples amenazas a los trabajadores de las fincas para presionar a los dueños a pagar millonarias sumas de dinero. Esta forma de extorsión fue detectada por parte de las autoridades departamentales a finales de 2022.
De acuerdo con las autoridades, el ‘modus operandi’ de estos delincuentes —quienes usualmente operan desde las cárceles— es llamar a los administradores y trabajadores de las fincas y empezar a intimidarlos, pidiendo información de sus patrones.
A partir de allí, luego de contar con cierta información, se contactan directamente con los dueños de los predios y les hacen creer que tienen bajo secuestro a algún miembro del personal de la finca con el fin de hacerles pagar grandes sumas de dinero a cambio de su liberación.
El coronel Néstor Pineda, comandante de la Policía de Sucre, manifestó que estos delincuentes durante las llamadas aseguran que los han observado y analizado previamente, esto como una manera de ejercer presión sobre su víctima.
“Al mismo tiempo, llaman al dueño de la finca, le dicen que tienen retenidos a los administradores y cuando el propietario intenta comunicarse con su empleado, pues este no le contesta porque lo tienen ocupado en otra línea telefónica. Es ahí donde el dueño empieza a hacer conjeturas y los delincuentes aprovechan para exigir que les hagan transferencias electrónicas”, señaló el coronel.
Según la Policía, las extorsiones pueden llegar hasta los 65 millones de pesos, o por lo menos es lo que han denunciado algunas víctimas en los municipios de Corozal, Guaranda, Morroa y Sincelejo, entre otros.
Por su parte, los uniformados han estado realizando operativos a manera de pedagogía y prevención con el fin de incentivar a las víctimas para que denuncien y puedan dar con los responsables de este delito.
‘Cachetes’ extorsionaba a reclusos de la cárcel
Francisco Javier Cortés Rojas, conocido con el alias de Cachetes, haría parte del grupo delictivo denominado Los Incendiarios, presuntamente dedicados a la extorsión dentro y fuera del establecimiento penitenciario y carcelario El Espinal, en Tolima, entre el 1 de enero y el 3 de octubre del año 2019.
Su ‘modus operandi’ consistiría en exigirles dinero a los internos a cambio de dejarlos dormir en reducidos espacios, así como no atentar contra sus vidas, obligándolos a cometer hechos delictivos en el establecimiento o inculparse en delitos que cometieron Los Incendiarios.
Personal del CTI, adscrito al grupo Gaula, en coordinación con la unidad local de El Espinal, y con el apoyo de la Policía Nacional, capturaron en vía pública del barrio Santa Margarita María de El Espinal a alias Cachetes, por el delito de concierto para delinquir con fines de extorsión.
El delegado fiscal le imputó un caso; sin embargo, se investiga su presunta participación en más extorsiones, que oscilarían entre los 100 mil hasta los 4 millones de pesos.
Cabe resaltar que en noviembre de 2022 fueron detenidas otras tres personas por estos mismos hechos, quedando pendiente una captura por materializar y así desarticular la organización delictiva.
Uno de ellos sería el responsable de reclamar los dineros producto del ilícito que eran consignados por los parientes de las víctimas. Al hombre no le fue impuesta medida de aseguramiento alguna, pero deberá seguir compareciendo al proceso.
Otras extorsiones
Por otra parte, tres integrantes de la banda delincuencial denominada Los Sambas quedaron viendo un ‘chispero’ luego de que la extorsión que adelantaban se les cayera tras la denuncia que interpuso la víctima.
Ésta se presentó ante el Gaula de la Policía Nacional para denunciar que desde el 6 de mayo de 2022 fue contactada por un sujeto, quien a nombre de la banda Los Sambas le exigía el pago de 12 millones de pesos por información que le permitiría recuperar una camioneta de su propiedad. Esta fue hurtada por dos hombres un día antes, el 5 de mayo, quienes le ofrecieron comprar el vehículo, pero terminaron robándoselo.