El dolor no termina para las familias de los jóvenes asesinados el pasado 11 de agosto en Llano Verde, Cali. Este fin de semana se conoció que una de las madres de las víctimas fue amenazada de muerte por medio de un panfleto que fue dejado en su vivienda. En el panfleto, grupos no identificados le exigen quedarse callada y dejar quieto el proceso investigativo por la muerte de los cinco adolescentes en el cañaduzal. Así lo dio a conocer Jhonatan Velásquez, uno de los abogados de los familiares, quien señaló que las intimidaciones fueron enviadas a la casa de la mujer, cuyo nombre no ha sido revelado por seguridad de ella y su familia.
“Cuando la mujer salió a la puerta de su casa encontró afuera un panfleto en el cual se le indicaba que era mejor que dejara el caso quieto, que se quedara callada y había como unos dibujos, así como una boca cerrada y una amenaza en su contra”, indicó Velásquez.
Una vez conocida la amenaza, fue dada a conocer a la Policía y la Fiscalía, para que sea sumada a las investigaciones que se adelantan por esta masacre. “Llamamos al mayor León, quien es el que está encargado de todo el tema de la seguridad de estas comunas y él de forma inmediata nos prestó el acompañamiento con Sijin y con el comandante del CAI. Ya hicimos todas las denuncias respectivas con la Policía y de manera virtualmente se radicó la denuncia en Fiscalía”, agregó el abogado.
Así mismo, los familiares le pidieron al grupo de abogados que quieren dar un paso al costado de estos procesos y evitar cualquier declaración a los medios de comunicación. “No quieren salir en medios de comunicación y ni estar en este momento en los diferentes procesos sobre el caso. Ya nos dijeron que nosotros como abogados, asumiéramos toda la representación de ellos como familiares ante los organismos judiciales, pues la verdad en este nuevo estado de cosas, en especial las madres están cansadas y asustadas pues fuera de que perdieron a sus hijos, en este momento están temiendo por su propia vida”, enfatizó. Es importante recordar que esta no es la primera vez que las familias de estos jóvenes reciben amenazas de muerte. Algunas de ellas han recibido exigencias para que abandonen el territorio y eviten dar cualquier información a las autoridades.