Este fin de semana fue uno de los peores para la libertad de prensa en el Valle del Cauca. El sábado un equipo de reporteros del diario El País de Cali fue agredido mientras realizaba un trabajo de campo en uno de los sectores de la galería de Palmira, una ciudad a escasa media hora de Cali. En el incidente tuvo que intervenir la policía y el agresor se apropió de una de las cámaras fotográficas de los reporteros.   Y este domingo hubo conmoción en el gremio periodístico del Valle, tras conocerse la circulación digital de un panfleto atribuido a la banda criminal Los Urabeños, (hoy Clan Úsuga) y en la que declara objetivo militar a ocho periodistas de Cali y Buenaventura.   El panfleto intimidatorio asegura que quien “incumpla la orden de callar que está impartiendo los Urabeños, se le dará de baja y será acribillado”.   Entre los amenazados de Cali y Buenaventura aparecen varios locutores, reporteros gráficos y periodistas de medios impresos como los diarios El Tiempo, El País y Q´hubo; además de las emisoras Caracol y el noticiero regional de televisión Más Pacífico: Henry Ramírez, Cristian Abadía, Gildardo Arango, Yesid Toro, Darío Gómez, Álvaro Miguel Mina, Óscar Gutiérrez y Julio César Bonilla.   De acuerdo con el contenido de la amenaza panfletaria, “es en contra de los periodistas que se encuentran en Cali y Buenaventura hablando mal de nosotros. Ya sabemos cómo es que se camuflan, pero lo sabemos todo. Por eso les damos 24 horas para que salgan de Buenaventura y a los de Cali también, si no tendrán que pagar las consecuencias de sus actos”.   A juzgar por el contenido del panfleto, todo indica que el cubrimiento de la captura en Chile y posterior deportación de Fanny Grueso Bonilla, alias ´Chili´, una mujer señalada de ser una de jefe de Los Urabeños en Buenaventura y responsable de las temidas ´casas de pique´, fue lo que motivó la supuesta ira de esa banda criminal contra los periodistas del Valle.   “(…) varios periodistas que de manera dañina vienen sacando informaciones mentirosas sobre nosotros y diciendo que la ´Chili es reina de esas casa de pique”, se lee textualmente en el panfleto intimidante.   Esa amenaza motivó la reacción de todos los sectores en el Valle, quienes no se han callado y han puesto su voz de solidaridad con los comunicadores afectados. De hecho, este domingo la policía Metropolitana de Cali y la del Valle expidieron un comunicado conjunto repudiando el hecho y anunciando que se tomaron acciones.   “Desde el mismo momento en el que es identificado el panfleto amenazante se tomaron las acciones preventivas que garanticen la seguridad y tranquilidad de nuestros comunicadores sociales a través de un servicio de protección policial, mientras se analiza por parte de la Unidad Nacional de Protección las medidas se seguridad que se tendrán para con estas personas”.   No obstante, el Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, intervino exigiendo que se tomen mejores acciones que permitan garantizar la seguridad de los periodistas.   “La Defensoría del Pueblo ha insistido en que las medidas consistentes en servicios de telefonía móvil o rondas policiales no garantizan la protección de la vida e integridad de los comunicadores, y que el plazo de 30 días hábiles que se toman para elaborar la evaluación del nivel de riesgo, en ocasiones resulta muy prolongado”.   A su vez Otálora hizo un crudo balance sobre las cifras de ataques y amenazas contra periodistas en todo el país, al revelar que hasta el mes de agosto se han reportado 93 casos de amenazas; es decir, 51 más que en 2013.   “La semana pasada se conocieron intimidaciones contra los comunicadores Edgar Astudillo y Leiderman Ortiz Berrío, en el marco de un listado de 23 personas, que incluía, entre otros, a los congresistas Iván Cepeda y Claudia López, así como a la exsenadora Piedad Córdoba”, recordó Otálora.   No obstante, en su conteo en tiempo real la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia, Flip, registra un total de 110 violaciones contra el ejercicio periodístico y 103 víctimas.   Las zonas más afectadas por esas violaciones a la libertad de prensa siguen siendo Bogotá, Valle del Cauca, Arauca, Antioquia y Magdalena.