Este martes, durante la instalación del Senado, el senador Gustavo Bolívar fue protagonista de un evento inusitado en la política colombiana: cuando se suponía que debía ser elegido como segundo vicepresidente de la corporación, fue derrotado por el voto en blanco. En entrevista exclusiva con SEMANA, Bolívar explicó su punto de vista de los hechos.

SEMANA: ¿Usted se siente traicionado?

Gustavo Bolívar (G. B.): Por el Partido Verde, sí; por la clase política, no. Hicieron lo que debían.

SEMANA: Usted denuncia la ‘jugadita’ de la senadora Angélica Lozano y Antonio Sanguino. ¿Por qué?

G. B.: Porque a mí me habían dicho varios periodistas del Senado que habían pedido desde la mañana del 20 de julio las fotografías y los videos del senador Iván Name. Entonces, ella no puede decir que la candidatura de Name a la vicepresidencia del Senado a última hora fue como para llenar una plaza. A mí ya me lo habían advertido. De hecho, me reuní con toda la gente y les dije: van a votar en blanco, es posible que perdamos, ¿qué hacemos? Como oposición tuvimos claro que dejaríamos la plaza vacía, no nombraríamos a otro porque eso significaba decirle al uribismo ‘ustedes tienen la capacidad de decirnos quién les sirve y quién no’. Eso para nosotros era indignante, preferíamos retirarnos y perder la posición. Hay una posición de dignidad que queríamos mantener, pero ellos [en referencia a Angélica Lozano] de forma agalluda lo aprovechan y postulan a Name, a quien ya tenían en capilla. Esa jugadita estaba magistralmente concebida.

SEMANA: Es decir, ¿usted estaba advertido? ¿Sabía lo que iba a pasar?

G. B.: Claro, les advertí a todos los de la oficina, a la oposición. Ya sabíamos que iban a votar en blanco, pero lo que no sabíamos era lo del Partido Verde. Ellos tenían lista la jugada maestra: Gustavo Bolívar pierde por voto en blanco y en seguida lanzamos a Iván Name, porque sabían que nosotros no postularíamos a nadie.

SEMANA: ¿Qué intención cree que tenía Angélica Lozano para postular a la vicepresidencia del Senado a un candidato sin socializarlo con la oposición? En últimas, ustedes son opositores al Gobierno, así tengan diferencias internas...

G. B.: No creo que intenciones negras, sino que les gusta mucho el clientelismo, abarcar, poner gente. Creo que se les abrió mucho la agalla y la embarraron porque primero eso se va a caer. La norma es clarísima. Es más: el senador Alexánder López, cuando dijimos que no postularíamos a nadie, les advirtió que no podían poner a otra persona de otro partido político y les leyó el estatuto de oposición, que dice que el partido que ya haya ocupado esa plaza no puede volverla a ocupar. Eso es puro apetito burocrático y clientelista.

SEMANA: ¿Demandarán la vicepresidencia de Iván Name?

G. B.: Vamos a emprender unas acciones porque esa elección está viciada y todo lo que se actúe en adelante seguramente se puede caer en la Corte. Sí, vamos a emprender unas acciones este jueves, estamos trabajando en eso. No es tanto para que me restituyan a mí, yo ya perdí, soy un buen perdedor, no tengo problema con eso; el voto en blanco me ganó y creo en el voto en blanco porque es un instrumento de disenso muy válido. Felicito a los que votaron en blanco porque orgullosamente soy el antiuribista número uno en el país y tampoco aspiraba a que votaran por mí, pero lo que no esperaba era la traición del Partido Verde.

SEMANA: ¿No cree que le cobraron las críticas de Gustavo Petro, su candidato presidencial, a Claudia López?

G. B.: Hay un poquito de todo. Sí ha habido desavenencias para allá y para acá. Lo que hizo Claudia López últimamente conmigo fue bastante canalla. Me señaló como financiador de los chicos que estaban secuestrando buses en Bogotá. Ella sabe, porque eso fue público, que yo lo único que hice fue comprar elementos de protección (gafas y cascos), nada más, no les he dado plata. No los conozco. No sé quiénes son. Si consiguen una foto mía, o yo metido por allá, en un portal con los de la ‘primera línea’, se la pago. No existe una foto mía con ellos. Yo tengo todos mis teléfonos chuzados, ya me hubieran sacado una conversación. Reitero: no los conozco. Hice eso como un gesto humanitario porque les estaban sacando los ojos y los estaban matando. Incluso, nos vimos a gatas para entregar lo que compramos. No sabíamos a quién, nos tocó comprar en diferentes Homecenter que no vende cosas ilegales y decirles a los jóvenes: “Vayan y reclamen allá las cosas”. Eso fue todo. No conozco a la ‘primera línea’. Claudia salió a decir unas cosas muy horrendas. Los golpes han venido más de ellos hacia nosotros. Hemos hecho oposición decente, posturas ideológicas, más programáticas, pero no rastreras de señalarlos de terroristas. Lo máximo que les hemos dicho es tibios, pero anoche demostraron que no son tibios, están casados con el establecimiento.

SEMANA: Usted dice que pudo más el apetito burocrático y las agallas de algunos integrantes del Partido Verde, ¿por qué es tan apetitosa la vicepresidencia del Senado?

G. B.: Eso no sirve para nada, nadie de los que ha pasado por ahí ha podido hacer algo. A Sandra Ramírez ni la llamaban a las reuniones.

SEMANA: Si no es tan bueno, ¿por qué Angélica Lozano tendría apetito burocrático, según usted?

G. B.: Porque a uno le entregan una oficina grandota, ocho cargos nuevos aproximadamente, otro carro, cosas de esas, pero no sirve para nada. De pronto por hoja de vida para la persona, pero para el grupo realmente no es sustancioso. Pero es una puja de poder porque como vienen las elecciones y se ha visto que la Colombia Humana, la Coalición de la Esperanza y el Partido Verde no han podido unirse, empieza una puja para saber quién tiene más poder.

SEMANA: Después de lo ocurrido, ¿no cree que Angélica Lozano esté detrás de la frustrada unión del Verde y el Pacto Histórico? ¿Es cierto que internamente se ha opuesto a la candidatura única del Partido Verde de Camilo Romero, cercano al petrismo?

G. B.: Eso lo ha denunciado Camilo Romero. No sé si será cierto, pero él lo ha denunciado. A él le han hecho toda la guerra posible para no permitirle que sea candidato. Yo quiero que tengan en cuenta los trinos de Jorge Londoño, vocero del Partido Verde. Lo mismo que Iván Marulanda, precandidato presidencial del Partido Verde y antipetrista. Él dice que se apartó de la decisión de elegir a Iván Name. “El veto a Bolívar no es expresión democrática. Dado este hecho, le correspondía postular otro candidato, no al Partido Verde. Es la norma y el correcto proceder. Me retiré para no participar en algo con lo que no estaba de acuerdo”, dijo. Eso sin contar lo que dijeron Inti Asprilla y Katherine Miranda.

SEMANA: Usted reconoce que le ganó el voto en blanco…

G. B.: Sí, yo perdí, no tengo problema. Legalmente yo perdí, no tengo problema en aceptar eso.

SEMANA: Es que lo derrotaron sus compañeros. Ese era un cupo para la oposición, para la Colombia Humana, pero no lo escogieron a usted. ¿Le pasó factura el apoyo a la ‘primera línea’? ¿El radicalismo en sus comentarios?

G. B.: Si esta votación hubiera ocurrido hace dos meses, cuando no existía ese tema de la ‘primera línea’, hubieran hecho lo mismo. Lo que me cobran es que les he hecho una guerra férrea con las investigaciones, con las denuncias que hago contra esos partidos que están en el poder y que llamo el establecimiento corrupto.

SEMANA: No puedo terminar la entrevista sin preguntarle: ¿cómo así que ni conoce a la ‘primera línea’? ¿No tiene una sola foto? Excúseme, pero el país cree otra cosa…

G. B.: La verdad está en las pruebas. Hice una vaki [colecta] pública; participaron 4.988 personas, se recogieron 332 millones de pesos. Vaki [la empresa digital encargada de la colecta] nos entregó 299, descontando sus comisiones. Esa información está en www.manoslimpias.com: se gastaron solamente 54 millones en los cascos y gafas porque se agotaron. Se habría comprado más, pero escasearon. Los más de 200 millones restantes están en la caja. Yo lo autorizo para que pregunte qué saldo queda. No les he dado un solo peso a los de la ‘primera línea’, no los conozco, no sé quiénes son, solamente me he solidarizado con esa lucha de esos jóvenes y les entregué esos elementos de protección. En Cali, por ejemplo, nos ayudó a repartirlos la ‘primera línea’ ecuménica, unos sacerdotes que tienen una ‘primera línea’. Iban a los portales con las cajas, repartían y se iban. Lo demás tocó mandarlo por correo. En Barranquilla me ayudó un amigo. Le dije: “Búsquelos y les entrega”. Yo nunca me aparecí por allá. Yo he ido a las marchas, como en el centro, no adelante…

SEMANA: Por último, ¿qué piensa de Angélica Lozano?

G. B.: Angélica Lozano se ha dejado arrastrar por esa doble cara que nunca nos mostró Claudia López. La alcaldesa se eligió como una mujer progresista, que tenía más conexión con la gente que con el establecimiento, y una vez en el poder hemos visto todo lo contrario…