En los últimos meses se ha vivido una fuerte tensión en los cultivos de caña ubicados en el norte del Cauca, donde organizaciones indígenas han entrado a invadir. Incluso, en las últimas horas se presentó el más reciente caso, en el que personas encapuchadas expulsaron con amenazas a trabajadores en los municipios de Corinto y Miranda.

Aunque en este hecho no resultaron lesionados, los cultivadores del ingenio azucarero denuncian que temen por sus vidas, por lo que en protesta a las reiteradas situaciones de intimidación decidieron bloquear este lunes primero de agosto la vía que conduce de Corinto a Miranda para exigir a la fuerza pública protección.

En videos que fueron compartidos en redes sociales, los trabajadores señalaron que los invasores los amenazaron y quemaron los sembrados. “Nos encontramos en la Hacienda García caucana, Suerte 14, aquí podemos ver como los invasores van saliendo después de estar haciendo los daños. Nos están invadiendo la hacienda, pretenden dejarnos sin trabajo”, se le escucha decir a uno de los obreros.

Los trabajadores aseguran que se vieron obligados a tomar acciones al bloquear una de las vías más importantes del norte del Cauca para ser visibilizados.

“Hoy nos dirigimos a las zonas de trabajo, llegaron los indígenas y nos sacaron con amenazas, por eso nos vimos obligados a taponar la carretera, aunque estaremos dándole vía a los carros en algunos momentos porque la intención no es perjudicar a los demás, pero esta situación nos está obligando a que hagamos esto. Como trabajadores y comunidad, estamos cansados de la problemática que estamos viviendo”, manifestó uno de los cañeros.

Medios locales aseguran que esto es parte del conflicto social que se vive en el departamento hace varios años, puesto que los indígenas reclaman que ellos son propietarios milenarios y ancestrales de todos los predios donde se cultiva caña; incluso, esta situación se habría intensificado más con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia, posesión que se hará efectiva el próximo domingo 7 de agosto.

Cabe recordar que la semana pasada, trabajadores de un ingenio en Padilla, Cauca, vivieron una situación similar, donde organizaciones indígenas entraron a invadir.

Algunos detallaron que la irrupción fue hecha con violencia, por lo que muchos decidieron no ir a cumplir con sus obligaciones, mientras que se garantice su seguridad.

Ante esta penosa situación, se pronunció la presidenta de Asocaña, Claudia Calero: “Este es un llamado que hace mucho tiempo estamos haciendo Asocaña, sus ingenios azucareros afiliados, los cultivadores y todo ese componente o ese entramado de la industria que siempre ha sido y ha estado proclive al diálogo”, manifestó.

Calero insistió en que se debe propiciar un diálogo enmarcado en el respeto a los derechos, a la vida, al trabajo, a la libre empresa y a la propiedad privada. “En ese caso, nosotros con garantías, por supuesto, y siempre alineado en ese respeto a los derechos, estamos listos para dialogar”, recalcó la presidenta de Asocaña.

Pero no ha sido el único caso; el pasado primero de julio trabajadores de campo del Grupo Agroindustrial Riopaila Castilla fueron víctimas de un atentado.

Según información suministrada por la agremiación del sector cañero, mientras los corteros se encontraban realizando sus labores, llegaron hasta el sitio hombres encapuchados a incinerar una tractomula tipo cama-baja y la maquinaria amarilla para la cosecha.

La maquinaria vandalizada en el norte del Cauca pertenecía al ingenio Riopaila, y sus trabajadores fueron amenazados. Asocaña pide que cesen los actos hostiles contra la población civil que labora con la caña en estos terrenos.

“El sector agroindustrial de la caña condena en los términos más enérgicos esta agresión. La grave situación se presentó luego de una serie de amenazas que han recibido los trabajadores por realizar sus labores en la zona, las cuales hoy se vieron materializadas por personas encapuchadas que los intimidaron con disparos de arma de fuego y la destrucción de la maquinaria”, informó Asocaña sobre el penoso hecho que se presentó sobre las 11:00 a. m. del primero de julio de 2022.

Aunque en esta oportunidad no se vieron vidas humanas afectadas, la presidenta de Asocaña, Claudia Calero, pide a las autoridades realizar las respectivas averiguaciones.

“Exigimos a las autoridades que estos hechos sean investigados y que los responsables sean identificados y judicializados”, solicitó en su momento.