En una ceremonia militar en la escuela de cadetes José María Córdova, a la que asistieron la cúpula militar y de Policía, el presidente Gustavo Petro posesionó al nuevo comandante del Ejército, el general Emilio Cardozo.
El oficial reemplazará al polémico general Luis Ospina, quien tuvo varios escándalos durante su administración. Es de recordar que la ceremonia de posesión de mando del general Cardozo fue aplazada el pasado miércoles por una intoxicación que sufrió el presidente Gustavo Petro.
El regreso del general Cardozo fue polémico porque en la tradición militar de los últimos 60 años no se había presentado una situación similar, en donde un presidente en ejercicio llamara a un general retirado para tomar las riendas del Ejército.
Por su parte, el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, afirmó que la designación del general Cardozo se había dado al revisar su hoja de vida y contemplar que era de la misma antigüedad del comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo.
El general Cardozo venía desempeñándose como vicepresidente de operaciones de Indumil, la industria militar colombiana, que dirige en encargo el coronel retirado Juan Carlos Mazo, asesor personal del ministro Velásquez.
Durante la posesión del general Cardozo, el presidente Gustavo Petro le ordenó que no haya gente en el Ejército comprometida con actividades criminales como narcotráfico, minería ilegal o tráfico de armas.
El presidente señaló que las economías ilegales terminan derramando sangre entre los colombianos y dijo que debe haber pulcritud en el manejo de la fuerza militar. Uno de los mayores descontentos dentro de las filas militares con la llegada del general Cardozo, tiene que ver con varios pendientes judiciales que tendría el alto oficial por posibles delitos contra la administración pública y falsedad ideológica en documento público.
Sin embargo, SEMANA conoció que los tres procesos que existirían contra el alto oficial no afectaron su nombramiento, teniendo en cuenta que antes de la designación del nuevo comandante del Ejército Nacional se le realizó un estudio que detalló su historial profesional y si tenía alguna clase de impedimento.
A través de un comunicado, el Ejército explicó que “antes de que el señor presidente de la República lo designara como comandante del Ejército, estudiaron de manera detallada y minuciosa su hoja de vida, así como sus antecedentes penales, disciplinarios y fiscales, y no encontraron situación que le impidiera ejercer mencionado cargo”.
El general Guillermo León, presidente del gremio de los generales de la reserva Acore, manifestó en SEMANA que “uno lo que siente es que el Gobierno nacional no tiene claridad realmente cuando toma decisiones sobre el generalato de nuestra fuerza pública, en particular en este caso, en nuestro Ejército Nacional, porque no tiene sentido que a oficiales que considera el Gobierno que no cumplen con las expectativas o con las competencias que él considera para continuar en la institución, de alguna manera salen retirados, pero después nuevamente los recogemos para traerlos a la institución”.
La llegada del general Cardozo a la comandancia del Ejército se da en medio de la crisis de orden público que se vive en el país en regiones como el departamento del Cauca. Hace tan solo unos días se registró un atentado con artefactos explosivos contra la estación del municipio de Suárez.
Lo más grave del caso es que en medio de esa crítica situación, el comandante del Comando Operativo Apolo, el coronel Juan Carlos Suárez, salió de la institución por aparentemente irse a un concierto de música popular en Cali, mientras los habitantes sufren la violencia ejecutada por el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc.