Antes de que decidiera aparecer en un video de YouTube, tan solo se conocían dos fotografías de Dairo Antonio Úsuga. Una borrosa en la que el líder del sanguinario Clan del Golfo aparece rasurado, esgrimiendo una mueca de disgusto y otra de cara severa en la que luce un ancho bigote negro. Eran el único rastro físico del hombre al que el capo paramilitar Daniel, el Loco Barrera, describió como "un animal de monte muy peligroso", capaz de matar a "niños, mujeres, a todos solo porque sí”. Pero eso cambió este 5 de septiembre, cuando la organización criminal a la que pertenece colgó un video en la red social en el que Otoniel se presentó como comandante general de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y apareció vestido de camuflaje marrón y verde.Cinco días después de que las fuerzas del operativo Agamenón II abatieran a Gavilán, el número 2 del Clan del Golfo, Dairo Úsuga leyó frente a la cámara un mensaje en el que manifestó "su voluntad firme de que en Colombia se consolide la paz de todos los colombianos" y en el que declaró querer "hacer parte del fin del conflicto para llegar al desarme total de todos los grupos armados del país". Sugerimos: Cae Gavilán, el sucesor de Pablo EscobarEn esa misma misiva declaró estar dispuesto a acogerse a la justicia colombiana y a "suspender todas las actividades ilegales de la organización" una vez que obtenga las garantías suficientes para "alcanzar una salida digna y voluntaria" para todos sus "combatientes".

No es la primera vez que el grupo al que pertenece realiza una propuesta de este tipo, pero sí era inédito que diera la cara el hombre más buscado de Colombia, por el que la autoridades estadounidenses ofrecen hasta 5 millones de dólares. Desde hace varios meses, esta banda criminal ha buscado una negociación con el Gobierno nacional para su desmovilización, sin éxito en sendas ocasiones. En la más reciente noticia sobre el tema, las Autodefensas Gaitanistas, como también se hacen llamar, habrían buscado la mediación de la exsenadora Piedad Córdoba.Al mismo tiempo en que se dio a conocer el primer video, alias Otoniel apareció en otra grabación dirigida al Papa Francisco en la que afirmó ser "un campesino" que "se ha visto obligado durante más de 30 años a empuñar las armas". "Estoy convencido de que la única salida para el conflicto es el diálogo. La Iglesia católica es un referente moral, creemos que con sus oraciones podemos salir adelante en nuestro propósito de dejar las armas", declaró.

Sin embargo, esta afirmación es contradictoria con el comunicado que presuntamente emitieron las autodefensas después de la muerte de alias Gavilán, en el que manifestaron su intención de asesinar policías a diestra y siniestra como retaliación.En respuesta, el presidente Juan Manuel Santos aclaró que aunque el ministro de Justicia y el fiscal evaluarán la propuesta, no se contemplarían negociaciones pero sí un sometimiento a la justicia.  "Se trata de delincuentes, narcotraficantes, no de actores políticos", dijo el mandatario. Por su parte, el fiscal general Néstor Humberto Martínez aseguró que "el sometimiento debe condicionarse cuando menos al cese absoluto de las actividades delictivas y a la entrega del patrimonio ilícito" de la organización, en tanto que el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, aseguró que "de realizarse, este proceso de acogimiento se desarrollará en estricto cumplimiento a condiciones dignas y respeto a los derechos humanos". Recomendamos: Viaje al nido de los RastrojosComo antecedentes de sometimientos masivos de bandas criminales ante la justicia colombiana, están los casos del ERPAC que delinquía en los Llanos Orientales y el de los Rastrojos que se concentraron en el cañón de Garrapatas, entre Valle y Chocó en 2012 pero que siguen delinquiendo hasta la fecha.Cabe recordar que el mensaje de Otoniel llega después de que en menos de un año las fuerzas de Policía y del Ejército abatieran a alias Pablito, Culo de Toro y Gavilán, tres de los principales lugartenientes del grupo. Además de que durante los operativos Agamenón 1 y 2 han sido capturados más de de 1.500 miembros de esta banda criminal, han confiscados bienes por más de medio billón de pesos y han decomisado más de 100 toneladas de cocaína.La trayectoria criminal de OtonielLa historia criminal de Dairo Antonio Úsuga inició a mediados de los ochenta, cuando ingresó a la guerrilla del EPL junto con su hermano Juan de Dios en la que permaneció hasta que ese grupo se desmovilizó en 1991.Luego se vincularon a las Farc, pero los continuos roces con sus comandantes los llevaron a cambiar de bando y enrolarse en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en las que se volvió uno de los hombres de confianza de Vicente Castaño.Este le encargó parte del cobro de los dineros del narcotráfico y el manejo de algunas rutas importantes junto con Daniel Rendón, Don Mario,  a quien acompañó al Meta para formar el Bloque Centauros vendido por los paramilitares al narcotraficante Miguel Arroyave.Puedes leer: Este es el hombre que aterroriza a tres departamentosTras el asesinato de este y del propio Carlos Castaño en 2004, Otoniel y Don Mario retornaron a Urabá, una zona que consideraban segura y que sabían estratégica por tener acceso tanto al mar Caribe como al océano Pacífico, en medio de una inexpugnable selva, sin control del Estado.Allí se declararon disidentes del proceso de desmovilización de las AUC que se seguía en Santa Fe Ralito durante el gobierno de Álvaro Uribe y se autodenominaron Autodefensas Gaitanistas.Hasta ese momento Otoniel seguía estando fuera del radar de la mayoría de los colombianos. Pero su nombre saltó a la fama cuando las autoridades abatieron a su hermano Juan de Dios Úsuga y en respuesta el capo declaró un paro armado que paralizó a tres departamentos y se convirtió en el primer pistola decretado por un grupo criminal desde la violenta época del dominio de Pablo Escobar.En contexto: Tras Otoniel, el nuevo patrón del malDesde ese momento y gracias al sistema de pequeñas franquicias criminales con el expandió su emporio criminal, Dairo Antonio Úsuga pasó a ser uno de los objetivos prioritarios de los gobiernos colombianos y estadounidenses. Si su rastro ha sido tan difícil de seguir es porque el delincuente emplea tácticas antiguas de guerrilla: nunca usa celular, sino que se comunica por medio de estafetas. Jamás duerme dos noches en el mismo sitio. Se moviliza entre montañas y selvas a lomo de mula o caminando con un grupo de no más de cinco escoltas.Para realizar sus encargos y labores de confianza usa a familiares cercanos, en particular a las mujeres del Clan Úsuga (como era conocido anteriormente el Clan del Golfo) las cuales se convirtieron durante años en las encargadas de supervisar el negocio criminal hasta que fueron cayendo poco a poco en manos de las autoridades.Te puede interesar: Las mujeres de Otoniel, el capo de los UrabeñosComo si se tratara de una mala fortuna para Otoniel, su perro favorito también se volvió en su contra cuando su dueño lo abandonó en medio de una refriega y el can se transformó en una de las mayores herramientas de la Policía para seguir su rastro.Recientemente, la cercanía que mantenía Otoniel con su antiguo mentor alias Don Mario se transformó en rivalidad cuando el 12 de diciembre de 2014, Dairo Úsuga mandó a masacrar a varios familiares de su exjefe en la vereda Los Monos, en Antioquia.Ese hecho marcó un punto de quiebre en los Urabeños. Mientras Don Mario intentaba convencer a sus antiguos hombres de someterse a la justicia, Otoniel pretendió pescar en el río revuelto del proceso de paz de La Habana bajo el argumento de que el gobierno debía dialogar con ese grupo que, según él, es la reencarnación de las autodefensas.Hasta que el 5 de septiembre colgara en la red el video en el que apareció hablando de "su voluntad de llegar al desarme total de todos los grupos armados del país" y "suspender todas las actividades ilegales de la organización" a cambio de "una salida digna y voluntaria" para todos sus combatientes.