A través de su cuenta de X, el concejal Samir Abisambra confirmó el hallazgo de los cuatros menores de edad que habrían sido reportados como desaparecidos en el barrio El Codito, en la localidad de Usaquén, al norte de Bogotá, desde el 24 de octubre.
Según señaló en su publicación, este hecho fue posible gracias a la rápida reacción de las autoridades de la capital. “Gran trabajo y reconocimiento para la Policía Metropolitana de Bogotá, por su agilidad en la recuperación de los menores que se extraviaron ayer en el sector del Codito, donde se presentaron dificultades por esta razón”, escribió.
De acuerdo con Caracol Radio, los menores identificados como estudiantes del colegio Nuevo Horizonte, en Bogotá, fueron encontrados en plena vía pública en el norte de la capital, aunque por el momento se desconoce el estado de salud en el que se encuentran, así como las circunstancias en las que fueron raptados y ubicados por las autoridades.
Se espera que en las próximas horas la Policía entregue nuevos detalles sobre lo ocurrido.
Comunidad intentó linchar al presunto agregar de los menores en el CAI
Antes de lograr ubicar a los menores, esta situación generó alteración del orden público en el barrio El Codito en la noche del pasado viernes, 25 de octubre, luego de que la comunidad intentara linchar a un hombre que fue capturado como presunto sospechoso de estar involucrado en la agresión de los menores.
Los niños, cuyos padres presentaron denuncias en la URI de Paloquemao, habían sido vistos por última vez en el sector de El Codito, el 24 de octubre. Ese día los menores fueron captados en cámaras de seguridad mientras estaban reunidos en la casa de uno de ellos. Después de ese momento, no se registró ninguna otra actividad relacionada con ellos en los videos.
No obstante, algunos testigos afirmaron haberlos visto descendiendo por la carrera 4 en compañía de este hombre, motivo por el que empezaron a circular versiones sobre la posibilidad de que los menores fueran llevados a Medellín o que decidieran pasar la noche en un potrero cercano, aunque estas hipótesis no fueron confirmadas.
Por su parte, las autoridades presentaron un reporte en el que mencionaron que estos menores enfrentaban problemas de inasistencia escolar y posibles negligencias. De hecho, precisaron que uno ellos habían estado en una sesión de atención organizada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) con sus padres el mismo día de su desaparición. Durante esta reunión, se habría discutido la posibilidad de internarlo en una fundación, lo que pudo haber causado temor en los niños y motivado su huida.
“Los muchachos al vernos se sorprenden un poco, tal vez se asustan. Logramos ubicarlos y reunirlos con sus familias. Los trajimos aquí a la estación de policía de Usaquén, todo el tiempo con el apoyo permanente de la Alcaldía local, de la Secretaría de Seguridad, pero sobre todo con el apoyo de las familias”, aseguró el coronel, Ricardo Chaves, en declaraciones citadas por Caracol Radio.
Respecto a la asonada que se reportó en el CAI, se confirmó que fue controlada por la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), que llegó al lugar. Entre tanto, las autoridades hicieron un llamado a la tolerancia, al buen trato y al entendimiento de los procedimientos que se realizan desde la Policía.