No ha sido fácil para Francia ni para Argentina estar en la final. La albiceleste llega en un mejor momento que los galos, a pesar de sus triunfos contundentes en las fases finales. Sus posicionamientos tácticos son muy similares: 1-4-4-1-1, a pesar de que Argentina utilizó un posicionamiento de: 1-5-3-2 en la necesidad de defenderse ante Países Bajos.
Por el contrario, Francia ha sido más estable en todos sus partidos. Sus nóminas las han rotado sin variar tanto, pero ambos equipos poseen dos duplas goleadoras que en cualquier momento definen el partido.
El momento individual de cada uno de estos jugadores es brillante. Kylian Mbappé y Olivier Giroud, en Francia, y Lionel Messi junto con Julián Álvarez, en Argentina. Este último, con un gran crecimiento en el torneo y entendimiento con su hombre de creación. Messi y Álvarez siguen progresando en este accionar de juego.
Francia posiciona sus atacantes del costado al medio, Mbappé como extremo y Giroud en el centro. A diferencia de Argentina, cuyos hombres gol están ambos por el medio, pues no buscan tanto el centro para la anotación, como sí lo hace su rival.
La dinámica de juego ofensivo y defensivo es más contundente en los franceses que en los mismos argentinos. Los primeros tienen mejor transición de defensa a ataque que los segundos, porque estos sacan a relucir el sentimiento y la pasión latina, que, por supuesto, no vemos en Francia.
En cuanto a posesión de balón, no son dos grandes enamorados de ese manejo de pelota. Siempre buscan ser más directos y profundos, pero los de Deschamps la administran mejor y llevan el ritmo del partido con más control del balón.
No así los de Scaloni, que pierden muy rápidamente el esférico. Con esto quiero decir que Francia construye más para encontrar el ataque claro y preciso, pues no es un equipo de tanto riesgo ofensivo. Si hablamos de presión, no hay duda de que hay una gran ventaja de los europeos sobre los sudamericanos, tanto en la individual como en la colectiva.
Francia es un equipo de mejor presión adelantada, que recupera el balón en campo contrario a través de una gran anticipación defensiva y una gran capacidad de ganar los duelos uno contra uno, que no tiene Argentina.
Lo confirman las estadísticas de faltas cometidas, en las que los gauchos tienen 99 faltas y los franceses solo 63 en seis partidos jugados, lo que indica una gran ventaja de los francos al saber recuperar el balón. Dicha presión les permite jugar más adelantados y lejos de su arco, donde está el peligro. En cambio, los argentinos reciben muchos ataques en zonas de riesgo.
Otra ventaja de Francia sobre Argentina es que sale jugando sin temor y lleva la pelota al campo contrario. Argentina pocas veces lo hace y busca salir en largo con pelotazos, lo que no facilita el fútbol colectivo.
Son dos equipos de gran competitividad y actitud. Eso sí, Argentina tiene mucho más talento para improvisar en circunstancias difíciles y Francia es más práctico, más colectivo en el último cuarto del campo de juego. Diría que el que tenga el mejor momento de sus duplas ofensivas puede ser el campeón de Qatar 2022. El 80 por ciento de los goles de cada selección los ha hecho cada pareja por equipo.
Ambos son tenebrosos y peligrosísimos en la espalda si las defensas no saben jugar adelantadas y reducir espacios. Cada dupla es letal con espacio, ya que tienen un gran cambio de ritmo y son grandes definidores.
No se les discute la actitud y entrega a dos grandes equipos, que además de lo mencionado pueden encontrar en una genialidad individual el anhelado título de la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022.