Semana.com: ¿De qué lo acusa la Fiscalía concretamente? Armando Benedetti: De que existe una empresa criminal en Córdoba para desfalcar el cobro de unas pensiones. En esa empresa criminal estaban unos docentes que hacían las solicitudes, unos abogados que hacían las demandas y documentos falsos, unos funcionarios con documentos chimbos y unos jueces que se hicieron los de la vista gorda con papeles falsos. La pregunta entonces es para qué me necesitaban a mí, cuál era la vuelta que tenía que hacer para ganarme supuestamente una plata. No necesitaban que yo hiciera un debate, ni nombrar a nadie, ni hacer una ley, ni tener un jerarca en una entidad, ni decretar el embargo, ni siquiera que yo hiciera una llamada para hacer el pago de los embargos. Por eso la pregunta sigue siendo a mí de qué se me acusa.Puede leer: Benedetti, a responder ante la Corte por “carrusel” de la educación en CórdobaSemana.com: Pero Álvaro Burgos, uno de los abogados relacionados con el desfalco, habló de su presunto papel en el escándalo...A.B.: Se me acusa de que hubo una supuesta reunión con Álvaro Burgos para pactar el pago de un monto de dinero y luego la entrega de esa plata. La reunión es falsa porque en la certificación que tengo nunca ha trabajado ningún señor Chica en mi Unidad de Trabajo Legislativo como él lo mencionó. Además hay un protocolo de ingreso que advierte que debe ser ingresado cualquier visitante en un software y hay una certificación administrativa del Congreso de que el señor Burgos jamás ingreso al Capitolio Nacional, como lo señaló en su versión (ver anexo uno, dos y tres).Semana.com: Burgos dijo que usted pidió el 20 % del dinero que recibieran del desfalco. ¿Qué dice a esto?A.B.: Burgos habla de haber pactado un monto de dinero pero no dice el porqué. Nunca dijo qué debía hacer o para qué me necesitaba. Habla del 20 % pero no dice de qué negocio. Creo que hablar de $2.000 millones es muchísimo dinero para una presunta intervención y no sé ni siquiera de qué tipo. Supuestamente me entregaron el 20 % de qué negocio, porque sigo sin entender qué debía hacer, cuál era mi intervención o para qué me necesitaban a mí.Semana.com: ¿De dónde surge entonces la versión de la entrega de dinero?A.B.: La presunta entrega del dinero es una historia aún más inverosímil e irracional porque habla del pago de $750 millones entre ocho personas que venían de Montería a Bogotá en un avión, y no dice dónde están los nombres de esos viajeros. Luego dijo que se entregaron los dineros en una cafetería del centro financiero de Bogotá, luego que fue en la oficina de Jorge Peralta –para la época vicepresidente de la Fiduprevisora– y finalmente que fue en un estadero de Coveñas (Sucre). Le puede interesar: Benedetti y una semana de pasiónSemana.com ¿Pero eso qué significa?A.B.: En las tres versiones de Burgos entre el 22 de enero y el 15 de marzo de este año se contradice en la reunión, el acuerdo del dinero y la materialización de la supuesta entrega. Además hay que dejar claro que estas son entrevistas con un fiscal para que vaya a interrogar a otra persona y no son juramentadas. Semana.com: ¿Cree que esto puede obedecer al principio de oportunidad que estaba negociando Burgos con la Fiscalía?A.B.:Sí. El señor Burgos se mete conmigo porque empieza a construir un principio de oportunidad pero habla totalmente de forma incoherente y sin contexto. A la Fiscalía General de la Nación no le interesa que él hable de gente que ya investigada o presa, pero en cambio declarar contra un senador convierte el tema en un show y algo muy taquillero.Semana.com: ¿Qué responde frente a la versión de Jaime Agámez, uno de los cerebros del desfalco, quien también lo relacionó? A.B.: El señor le entregó a las autoridades toda una historia para terminar diciendo que me entregó la plata en un centro comercial de Bogotá. ¿De verdad usted cree que tenía necesidad de entregarme el dinero en un centro comercial? Resulta también toda una fantasía inverosímil y absurda la versión de que un congresista estuvo recibiendo dinero en un centro comercial.Semana.com: ¿Cuál era su relación con Jorge Peralta?A.B.: Yo sí conocía a Jorge Peralta, pero no era mi cuota política o algo así en la Fiduprevisora, porque yo lo conocí estando ya en esa entidad. Semana.com: Usted dijo en medios esta semana que el vicepresidente Germán Vargas Lleras y el fiscal Néstor Humberto Martínez le querían hacer un montaje, ¿por qué?A.B.: Yo no he dicho eso, eso me lo preguntó una periodista de Red + Noticias pero ese es otro tema que habrá que analizar más adelante porque ahora no tengo intenciones de abrir otro frente de batalla.Semana.com: Pero sí es extraña la forma como se informó la compulsa de copias de la Fiscalía a la Corte Suprema de Justicia A.B.:De momento prefiero no opinar al respecto y es mejor que le pregunten al fiscal Néstor Humberto Martínez por qué lo hizo tan publicitado. Lo que sí es claro es que es obligatorio que cuando alguien hable de mí ante la Fiscalía, ese órgano envíe copias ante la Corte Suprema de Justicia por el fuero de congresista.Semana.com: ¿De dónde entonces surgió este escándalo?A. B.:Quien realmente empezó con esto es el señor Ernesto Yamhure, que ya sabemos que fue botado de El Espectador porque el señor Carlos Castaño le corregía las columnas. El país sabe que él tenía su objetividad al servicio de una empresa criminal y que hoy seguramente también tiene su objetividad comprometida a un partido político o a otra empresa criminal.Semana.com: ¿Usted esta insinuando que este escándalo obedece a un ataque contra quienes son los escuderos del presidente Juan Manuel Santos frente a la paz?A. B.:Claro que sí. El caso más claro es Yamhure, quien ya en el pasado tenía su labor como periodista comprometida por un grupo criminal.