Para este martes estaba programada la indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia en contra del exsenador y exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien es investigado por interés indebido en la celebración de contratos, tema relacionado con el caso del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade. Sin embargo, la audiencia fue aplazada debido a que Benedetti recusó a la magistrada Cristina Lombana, quien lleva el proceso.
La investigación contra Benedetti está relacionada por los presuntos hechos de corrupción mediante el desvío de recursos y celebración irregular de contratos en el Fonade.
SEMANA conoció que la recusación contra la magistrada Lombana radica en lo que la defensa de Benedetti considera que son irregularidades que se han presentado en los procesos que Lombana adelantaba en su contra. En primer lugar, la defensa argumenta que, a pesar de haber perdido la competencia por el fuero que le otorgaba el cargo como embajador, la magistrada retuvo por casi un año tres investigaciones y no las remitió al juez natural competente.
La defensa de Benedetti también asegura que la magistrada Cristina Lombana promovió audiencias bajo los principios de la Ley 906 en casos que debían tramitarse con la Ley 600 ante el Tribunal Superior de Bogotá, para tratar de conservar los procesos, pese a que la decisión mayoritaria de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia era que estos debían pasar a Fiscalía.
Finalmente, la recusación señala que en otro de los casos que se abrió contra el exsenador, la magistrada Lombana, pese a no tener competencia en el proceso, ordenó una supuesta práctica de prueba para revisar e inspeccionar las actuaciones del fiscal Gabriel Jaimes en el caso, lo que a juicio de la defensa se traduce en una irregularidad sin precedentes en la rama judicial.
Armando Benedetti manifestó que el objetivo de la recusación es que se le dé la garantía de tener un juez imparcial en los procesos judiciales que enfrenta.
“Espero que la Honorable Sala de Instrucción evalúe estos hechos irregulares y me garantice un juez imparcial. En cualquier caso, la decisión que adopte la Sala será acatada, y ante quien ellos dispongan seguiré afirmando mi inocencia”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
En este caso en particular, los hechos por los que se investiga a Benedetti hacen referencia a las irregularidades que se habrían presentado en la celebración del contrato que tenía como objeto garantizar el bodegaje, la custodia y la actualización del inventario mensual de documentos, así como la digitalización e indexación del archivo del Fonade. Se le entregó a una empresa que, según la investigación, no cumplió los requisitos definidos en la convocatoria ni entregó la póliza para la firma de ese contrato. Aun así, terminó ganando.
En repetidas oportunidades el exembajador de Colombia ha dejado plantados a los magistrados. Igualmente, ha puesto de presente ante la Fiscalía General su deseo de guardar silencio en la investigación que se adelanta por el denominado Proceso 15.000. En una misiva, enviada el pasado 3 de agosto a la Unidad Delegada ante la Corte Suprema, el otrora exsenador y diplomático manifestó que hará uso de ese derecho constitucional.
“Me dirijo a ustedes para reiterar, por un lado, mi compromiso y respeto con la administración de justicia, y por el otro, la voluntad de ejercer mi derecho fundamental a guardar silencio”, precisa la carta conocida por SEMANA. Igualmente, cita un informe periodístico en el que se señala que por estos hechos se le adelanta una investigación penal y disciplinaria. “Por lo que haré uso de la citada garantía, ya que estoy cubierto por el alcance que se ha dado”.
De Benedetti se sabe que hace poco regresó a Colombia. En las últimas horas se hizo viral una foto en la que aparece leyendo la Biblia en una misa en una iglesia ubicada en un exclusivo barrio de Barranquilla.