Este lunes, día de la independencia, y a partir de las 00:00 horas, comenzará el cese al fuego unilateral que los voceros de la guerrilla de las FARC anunciaron hace dos semanas en La Habana.Una tregua que pudo ser interpretada como una respuesta ante el ultimátum del gobierno, que en boca de Humberto de la Calle, advirtió que en cualquier momento se levantarían de la Mesa de negociaciones, y también ante el pedido de desescalamiento del conflicto por parte de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.Este nuevo cese al fuego no solo fue asumido como un gesto para encarrilar el proceso de paz en su momento más crítico, sino que por estas mismas circunstancias puede advertirse como el definitivo. Entre otras porque la paciencia de los colombianos, no solo con el proceso de paz, sino con la credibilidad hacia las promesas de la guerrilla, parece haber colmado la paciencia.No es la primera vez que la guerrilla anuncia este tipo de treguas. Desde que negocian con el gobierno de Juan Manuel Santos, han decretado a sus tropas en Colombia la suspensión de acciones violentas hasta en cinco oportunidades. Y aunque han sido evidentes sus efectos, en cuanto a la reducción de la violencia, también es cierto que las FARC no han cumplido al 100 por ciento con sus promesas.Aunque el gobierno colombiano acordó negociar en medio del conflicto, solo en el año 2014, según lo documentó Paz y Reconciliación, se cumplieron treguas, distribuidas en cuatro periodos que en total sumaron 56 días. Se cumplieron en un 98 % y trajeron como resultado el decrecimiento de la confrontación en un 40 %.El 15 de diciembre de 2013, las FARC anunciaron una tregua navideña que se extendió por 30 días. El 17 de mayo de 2014 anunciaron un cese al fuego para no incidir en las elecciones presidenciales, con la que dejaron su vieja estrategia de boicotear con acciones armadas los procesos electorales.La tregua de mayor duración fue la que anunciaron el 17 de diciembre del año pasado y que se extendió por cinco meses, hasta que fue suspendida tras la masacre de la guerrilla a los once militares en el Cauca, y la orden del gobierno de reactivar los bombardeos a los campamentos de las FARC.“Sus acciones bélicas se vieron reducidas al pasar de un total de 2003 acciones en el año 2013, a 1186 en el año 2014. De hecho se puede ver una tendencia al descenso desde el año 2012, año en el que se quiebra la tendencia de aumento que se venía presentando a partir del el año 2008”, señala el informe, que además precisa que “aunque a nivel general, las acciones armadas de las FARC se redujeron en un 40%, territorialmente hubo diferencias entre una región y otra”.Por ejemplo, mientras en el Cauca, el frente sexto y la columna móvil Jacobo Arenas, redujeron drásticamente sus acciones. El Bloque Jorge Briceño, antiguo Bloque Oriental, que opera en el sur oriente del país, al igual que el Bloque Alfonso Cano o antiguamente denominado Comando Conjunto de Occidente que opera en el sur oriente del país tuvieron una alta intensidad operativa. “Aun así, el nivel de desescalamiento en el país al día de hoy es bastante notorio”, dice Paz y Reconciliación.Sin embargo, desde que las FARC suspendieron el cese definitivo que decretaron el pasado mes de diciembre, intensificaron sus acciones y recrudecieron su ofensiva contra la Fuerza Pública y la infraestructura petrolera y energética. A tal punto que según un reciente informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, el pasado mes de junio fue el más violento en los más de dos años y medio que ya ajusta la actual negociación entre el gobierno y las FARC: 83 ataques se registraron.Lo que resulta paradójico es que entre el anuncio de esta nueva tregua unilateral han pasado dos semanas en las que las FARC incrementaron sus acciones violentas, al punto que casi a diario hubo registros de atentados en Putumayo y Cauca, y hasta el secuestro de un militar que fue calificado como una retención indebida. Hechos que no dejan de sembrar escepticismo frente a esta nueva tregua.No obstante, la verdadera voluntad de paz de la guerrilla se medirá a partir de este 20 de julio. Aunque en principio las FARC se habían comprometido a cesar sus acciones por un mes, esta tregua se extenderá hasta noviembre, fecha en la que el presidente Juan Manuel Santos determinará si sigue con el proceso de paz, dependiendo del cumplimiento de la guerrilla con la tregua, y de que se produzcan simultáneamente resultados en La Habana. La sexta tregua parece la definitiva.