Este viernes, 21 de julio, el gremio arrocero del departamento de Casanare salió a las calles para protestar, una vez más, por la desigualdad en los costos de producción, los cuales están dejando pérdidas a todos los arroceros de la región.
Los cultivadores de arroz se concentraron en el tramo vial Únete-Aguazul, sector Los Troncos; allí bloquearon la vía y alzaron su voz de rechazo ante la falta de regulación del mercado por parte del Gobierno nacional. Señalaron que los precios de este cereal, considerado alimento básico en la gastronomía del país, no son justos.
“Es una marcha pacífica para pedirle al Gobierno nacional que nos escuche, ya que hemos tenido mesas de concentración con delegados, pero pasan los días y no se llega a ningún acuerdo ni se tienen resultados. Simplemente nos aplazan sin concluir nada, por lo cual nos vimos obligados a realizar el plantón”, dijo Mario Cuevas, uno de los manifestantes.
De acuerdo con los manifestantes, actualmente les están pagando el kilo del cereal a 1.472 pesos, valor que, según ellos, está por debajo los costos de producción. Ante esta situación, exigen que el precio sea modificado y quede en 1.650 pesos por kilo.
“Estamos exigiendo este precio, que es el piso, para no entrar en una crisis en el gremio, ya que debido a los fenómenos climáticos que hemos venido enfrentando, hemos tenido pérdidas muy graves. Con los precios que hay el gremio, puede tener una crisis financiera absoluta”, agregó Cuevas.
La protesta pacífica continuará desarrollándose por la vía Marginal del Llano, por lo que se prevé dificultades en el tránsito. “Haremos cierres intermitentes de aproximadamente 45 minutos y luego daremos paso los vehículos represados. Estaremos aquí hasta que seamos escuchados y se concerte algo con el Gobierno nacional, hasta que eso pase, seguiremos aquí”, señaló el manifestante.
Así las cosas, los manifestantes le piden al Ministerio de Agricultura un encuentro formal para dialogar sobre las condiciones del sector arrocero y poder solucionar definitivamente la crisis que están afrontando por la no regulación de los precios.
Cabe recordar que el pasado 22 de junio, la Federación Nacional de Arroceros publicó un comunicado en la que aseguró que, ante la iniciativa del Gobierno de ordenar la producción de arroz y la propuesta de no pagar el incentivo para el almacenamiento del grano, la decisión podría hacer más posible el desabastecimiento.
La federación aseguró que esta situación amenaza la estabilidad del empleo rural en 216 municipios, junto con los ingresos de 500.000 familias y la soberanía alimentaria del país.
La misiva también afirma que, sin tener cosecha aún, los costos de producción son altos y la gran molinería ha disminuido los precios en más del 22 %. Este escenario ha conllevado a que los arroceros experimenten pérdidas en su actividad y, por consiguiente, eventuales debacles y deserciones masivas por parte de agricultores si el precio continúa a la baja.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura ha señalado que los arroceros deben asumir ciertos compromisos. Uno de estos es realizar un balance sobre los inventarios de las áreas sembradas, con lo que se buscará establecer un precio estándar de cara a los productores de las diferentes regiones del país. Esto aseguraría el valor de las cargas, por lo que el campesino tendría una mayor certeza sobre el valor de su cosecha y el Gobierno tendrá las cifras más claras sobre las cantidades del cereal con las que cuenta el país.