La cruenta guerra que libran bandas delincuenciales por el tráfico del menudeo de estupefacientes es un fenómeno que está afectando la convivencia en el país, llevándose por delante vidas inocentes y convirtiéndose en una de las principales preocupaciones para las autoridades, tanto civiles como de policía.Esta vez la víctima fue una bebé de apenas tres meses de nacida que murió junto con su padre tras un ataque de dos sicarios que los sorprendieron dentro de su casa, en el barrio Rebolo, al suroriente de Barranquilla, un sector en el que operan diversas bandas delincuenciales que aprovechan la cercanía del río Magdalena como sitio de paso para el tráfico de narcóticos que luego son embarcados por el mar Caribe hacia Centro o Norteamérica.Puede interesarle: Masacre en Barranquilla: cuatro integrantes de una familia fueron asesinados con arma blanca La droga que no pueden sacar, termina en el mercado del microtráfico y como combustible de verdaderas guerras entre combos por las zonas de distribución.En esta ocasión el enfrentamiento entre dos facciones de la banda los Papalópez habría sido la causa del crimen, según el coronel Yesid Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar).Los hechos tuvieron lugar al mediodía del lunes, cuando dos sicarios arribaron a la vivienda de Breineider Utria Cuadrado, de 30 años y conocido también como Negro Bola. Los agresores abrieron fuego sin medir palabra y abrieron fuego indiscriminadamente contra el hombre y sus acompañantes.Puede leer: Los tentáculos del temido alias Hippie dentro la cárcel de BarranquillaEl hombre, que pagaba una pena de casa por cárcel por homicidio, recibió seis disparos y falleció mientras era llevado al Hospital General de Barranquilla. Al mismo centro asistencial llegó también su pequeña hija, de nombre Bresneilis, que  fue impactada dos veces en la cabeza. Una mujer, familiar de las víctimas, resultó herida.Los familiares manifestaron al diario barranquillero El Heraldo que a él “lo mataron por defender a sus dos hijos, a quienes tenía cargados. Pudo proteger al niño de dos años, tirándolo contra la nevera, pero a la bebé la tenía en brazos y no pudo protegerla. Les gritaba a los asesinos que lo dejaran bajar a la niña al piso, pero no tuvieron compasión”.En una rápida reacción, unidades de la Mebar capturaron a dos sujetos señalados de ser los responsables del ataque, que ya eran perseguidos por la enardecida comunidad.Los detenidos fueron identificados como Duván Enrique Rubio (23 años), quien tiene antecedentes por porte ilegal de armas, de estupefacientes, homicidio agravado y concierto para delinquir; y Elvis Reinaldo Obregón (24 años), quien tiene anotaciones por porte ilegal de armas, de estupefacientes, trafico y posesión de material radioactivo y hurto en menor cuantía.

Ambos fueron puestos a disposición de la justicia en medio de un operativo para evitar que fueran agredidos.