Volver a los lugares donde empezaron a hacer proselitismo durante 2021 fue parte de la estrategia de algunos precandidatos presidenciales que este fin de semana hicieron su cierre de campaña a ocho días de las elecciones al Congreso.

Gustavo Petro pisó nuevamente Barranquilla, la ciudad donde llenó por primera vez una plaza pública en septiembre del año pasado, después de la pandemia por coronavirus que obligó a los colombianos a refugiarse en sus casas para evitar el virus.

El cierre del líder petrista fue emotivo y estuvo acompañado con centenares de ciudadanos que llegaron hasta la cancha del barrio La Magdalena a ovacionar al candidato líder en las encuestas.

Allí, el único candidato que ha llenado más de 35 plazas públicas en lo corrido de 2022, reafirmó la necesidad de construir un tren eléctrico que conecte al Pacífico con el Caribe, un proyecto que tendría como eje la energía recolectada por paneles solares de La Guajira.

El Caribe se le ha convertido a Petro en una obsesión. Allí es fuerte, pero en 2018 Iván Duque tomó la delantera y lo derrotó por escaso margen. Ante esto, su estrategia en 2022 es atacar a Alejandro Char y David Barguil, dos precandidatos presidenciales de la coalición Equipo por Colombia, fuertes políticamente en Barranquilla y Córdoba.

Camilo Romero, candidato presidencial del Pacto Histórico, cerró su campaña en Nariño, el departamento que gobernó en el período pasado. Allí adelantó varios encuentros callejeros con sus ciudadanos. “Este 2022 cambia Colombia”, afirmó.

Por su parte, el candidato del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, regresó a la plaza principal de Soacha, el mismo escenario trágico donde asesinaron a su padre, Luis Carlos Galán Sarmiento, el 18 de agosto de 1989.

Después de un recorrido por las calles, donde él lanzó su campaña a mediados de 2021, el candidato presidencial y sus electores caminaron luciendo camisetas rojas. Posteriormente, sobre una tarima, Galán recordó a su padre. “Es una tristeza que no me abandona, aunque todos los días me critican por recordarlo y seguir sus pasos, la cruz de mi padre es un peso que no dejaré de cargar jamás. Recuerdo bien el día que en este mismo lugar, la violencia que, por décadas nos ha robado el país”, destacó.

De esa visita quedó una fotografía de Juan Manuel y Carlos Fernando, ambos hermanos, abrazados, con lágrimas, tras el trabajo desarrollado en las calles del país en favor del Nuevo Liberalismo, el partido político que fundó Luis Carlos Galán.

En ese escenario, Galán negó que haya pagado a ciudadanos para que lo acompañaran en su cierre de campaña, como se especuló.

Por otro lado, el candidato presidencial David Barguil, de la coalición Equipo por Colombia, llenó dos plazas públicas en Itagüí y El Santuario, Antioquia, con más de 14.000 ciudadanos.

El exalcalde de Barranquilla y hoy precandidato presidencial por la misma coalición, Alejandro Char, cerró su campaña en Soledad, Atlántico, una de las zonas donde la Casa Char tiene su control político. “¡Gracias, Soledad, por tanto apoyo y cariño! El 13 de marzo este gran respaldo será decisivo para hacer realidad un nuevo país de oportunidades”, dijo.

Enrique Peñalosa escogió a Cali para cerrar su campaña. En la capital del Valle había estado hace menos de mes y medio, pero regresó para ponerle punto final a su aspiración, cuyos resultados esperar verlos traducidos en las urnas este 13 de marzo. La exgobernadora Dilian Francisca Toro, presidenta de La U, fue clave en la masiva asistencia, donde además concurrieron algunos de los candidatos al Congreso por dicha casa política.

Aydeé Lizarazo también escogió el Valle del Cauca para terminar su proselitismo público.

Por los lados de Sergio Fajardo, su campaña estuvo más empeñada a que el exgobernador de Antioquia y hoy candidato presidencial recorriera las calles de Bogotá, hablara con la gente, participara en una ciclovía y se hiciera selfies con sus seguidores en distintos sectores de la capital.

El candidato Alejandro Gaviria también decidió concentrarse en Bogotá. Estuvo en Usme, Fontibón, Ciudad Bolívar y Bosa en concentraciones de ciudadanos que le garantizaron su respaldo para el próximo domingo. Y Carlos Amaya, de la coalición Centro Esperanza, llenó un escenario en la capital del país a ritmo de carranga.

La suerte está echada. Esta semana los precandidatos presidenciales se dedicarán a reafirmar sus estructuras, a atender a la prensa y a su público en salones comunales o escenarios más pequeños y garantizar que el 13 de marzo, en las urnas, el esfuerzo de estos últimos meses no sea en vano.