La labor investigativa de la Fiscalía General de la Nación permitió identificar a tres de los presuntos transportadores de clorhidrato de cocaína, que han sido señalados después de las investigaciones de poner a disposición de las estructuras criminales y los grupos narcotraficantes vehículos y rutas terrestres para trasladar los cargamentos desde las zonas de producción ilegal hasta las costas del Caribe colombiano.
Estas personas fueron capturadas por el CTI, con apoyo del Gaula del Ejército Nacional y la agencia estadounidense DEA, en diligencias realizadas en Norte de Santander.
“Los elementos de prueba indican que, al parecer, acondicionaban compartimentos en los techos, el chasis o la silletería de buses de servicio público, vehículos particulares y camiones para ocultar el estupefaciente. De esta manera, recorrían el país y ponían los alijos en inmediaciones de las zonas portuarias”, indicaron desde la Fiscalía General de la Nación.
Uno de los eventos que se les atribuye ocurrió en diciembre de 2020, cuando fueron trasladados 151 kilogramos de cocaína de Norte de Santander a un parqueadero de Turbaco, en el departamento de Bolívar.
“En este caso, Alejandro Becerra Ariza, presuntamente, hizo las coordinaciones para la venta de la sustancia ilícita y condujo la buseta utilizada para trasladar la droga. Por su parte, Jean Carlo Vidarte Galviz y José Alfredo Jiménez Peñaranda habrían sido los encargados de extraer los bloques de cocaína del techo del automotor y entregarlos para que fueran embarcados con destino a Portugal”, revelaron en medio de las audiencias que se llevaron a cabo.
En el curso de la investigación se estableció que estos hombres tendrían nexos con grupos narcotraficantes de la costa Atlántica.
“Por estos hechos, un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico les imputó el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado. El cargo fue aceptado”, puntualiza un informe del caso conocido por SEMANA.
Disidencias de las Farc hacen patrullajes
Una gravísima confusión y una sorpresa terrorífica se llevaron los habitantes y las autoridades municipales del municipio de Los Andes-Sotomayor, en el noroccidente de Nariño, donde miembros de las disidencias de las Farc realizaron patrullajes en moto, como si se tratara de la Fuerza Pública del país o como Pedro por su casa.
Fernando Delgado, el alcalde del municipio de Los Andes-Sotomayor, aseguró que al principio pensó que se trataba del Ejército Nacional y que posteriormente se dio cuenta de lo que ocurría. “Pensamos que era el Ejército que estaba realizando acciones de registro y control”.
De acuerdo con el alcalde, este lamentable y alarmante hecho es la primera vez que se registra en el municipio y que algunos testigos le indicaron que los guerrilleros estaban pidiendo papeles a los ciudadanos y otros documentos, y que además hicieron requisas.
Lo anterior denota un grave problema de violencia, aunque solo sean aparentes patrullajes “de control” o inofensivos, pues atemoriza a la población y origina desplazamiento forzado.
Pese a los momentos de pánico que se vivieron en el municipio, el mandatario municipal manifestó que pudo ser incluso peor y que la Policía Nacional intervino para evitar un enfrentamiento armado, pues a esa hora, cuando los guerrilleros se paseaban por las calles, había muchas personas aún fuera de sus casas.
Por su parte, el gobernador de Nariño, John Rojas, hizo un llamado al Gobierno nacional a través de su cuenta oficial de Twitter señalando que necesitan medidas urgentes para garantizar la seguridad en el municipio.
“Hacemos un llamado al Gobierno nacional, Infopresidencia, MinDefensa, PoliciaColombia, COL_EJERCITO, FiscaliaCol, grupos al margen de la ley hacen presencia en Sotomayor (Nariño). Rechazamos la intimidación a comunidades y pedimos medidas urgentes para garantizar seguridad”, trino el mandatario departamental.