Está semana el Ejército se vio involucrado en un escándalo de posible corrupción administrativa. El coronel Fredy Quesada, comandante del batallón de ingenieros de Pasto, Nariño, fue capturado por la policía al resultar implicado en un presunto caso de corrupción.
La investigación de la Fiscalía Penal Militar determinó que el oficial, al parecer, habría tomado la decisión de apartarse de los lineamientos éticos y legales a los que se debía como comandante de la unidad de ingenieros.
Las pesquisas de la Fiscalía Penal Militar, tras recibir denuncias de subalternos del coronel Quesada, establecieron que el militar, habría optado por alquilar la maquinaria amarilla que tiene el Ejército a particulares para que desarrollaran obras civiles en terrenos privados.
De acuerdo con la Fiscalía Penal Militar, para sustentar la acusación contra el coronel, cuenta con pruebas testimoniales que señalan que el oficial habría recibido cerca de 50 millones de pesos por poner al servicio de un particular la maquinaria amarilla del Ejército en Pasto, incluidos militares, que debían estar cumpliendo tareas institucionales, en vez de las órdenes impartidas por Quesada, de llevar los equipos a los predios privados.
Para la Fiscalía Militar, frente a los graves hechos del Coronel Quesada, se suman otras conductas igual de graves, como fue el plan que habría emprendido el oficial para tratar de tapar los actos por fuera de la ley.
La Fiscalía Penal Militar indicó que para el mes de junio de este año, cuando sus superiores se enteraron de las presuntas conductas irregulares del coronel Quesada, este ordenó de inmediato el reintegro a la unidad militar de la maquinaria amarilla alquilada a particulares.
Angustiado porque iba a quedar en evidencia, dice la investigación, el oficial habría desplegado varias conductas para evitar ser descubierto. Habría intentado borrar videos de cámaras de seguridad, manipular los GPS de los vehículos, impedido el registro atípico de los movimientos de la maquinaria amarilla, entre otros.
La Fiscalía Penal Militar indicó que “el señor Teniente Coronel Quesada, utilizando su poder derivado de su condición de comandante, desarrolló actividades orientadas a destruir evidencia”.
La teniente coronel Mónica Bustos, fiscal del caso de posible corrupción contra el coronel Quesada, explicó qué sucedió cuando los superiores de Quesada se enteraron de las posibles conductas irregulares. “El 17 o 16 de junio se enteran en la brigada de construcciones, mi coronel Montes, comandante de la brigada, y mi coronel Stepa, de la brigada de ingenieros, que se encontraban haciendo movimientos de maquinaria, y ellos piden a mi coronel soportes, y ese día mi coronel Quesada manda a traer la maquinaria que se encontraba por fuera y son ingresadas durante la noche”, relató la Fiscal del caso.
Agregó la oficial de la Fiscalía Penal Militar que: “ese día, de acuerdo a lo que me comenta a mí, el comandante de guardia, de esa noche el señor Sargento Segundo Triana, mi coronel se parqueó toda la noche en la guardia para empezar a hacer los movimientos y mandar a traer esa maquinaria, y no permitió que se hiciera ningún registro en los libros de guardia”.
“Él verificó que no hubiese quedado ningún registro en los movimientos que hubo”, agregó la Fiscal.
Así mismo indicó que a los pocos días, el coronel Quesada, según testimonio de los testigos del proceso, hizo gestiones para borrara material de video que lo pondrían en evidencia con el presunto caso de corrupción.
“El testigo manifestó para el 19 de junio, estoy yo en mi oficina e ingresa mi coronel Quesada al S2 donde yo tengo instalado el monitor de cámaras de seguridad. Me pregunta cómo funcionan las cámaras. Me dice vamos a borrar los vídeos para abajo y dejemos las cámaras en cero”, añadió la Fiscal Bustos.
Sobre estas presuntas conductas irregulares del Coronel Quesada, dijo la Fiscalía que: “el Coronel Quesada, utilizando su poder derivado de su condición de comandante del batallón, desarrolló actividades orientadas a destruir evidencia”.
En medio de las acciones investigativas y con base en los testimonios de otros militares, el Coronel sacaba de sus recursos económicos para pagar los peajes de las volquetas que alquilaba con el fin de no dejar rastros de los movimientos que hacían.
“Se entrevistó con los soldados y ellos le dijeron que las volquetas tienen una tarjeta que exime pagar los peajes en efectivo y le dijeron que si pagaban los peajes con esa tarjeta y él dijo que no porque iba a parecer que iban por fuera y entonces le dio 30 mil pesos a cada soldado para pagar el peaje y que no quedara reportado ese movimiento”, añadió la Fiscal Bustos.
Según los soldados que declararon en el caso del coronel Quesada, este les pidió manipular los GPS de los vehículos del Ejército que estaban realizando trabajos en predios privados.
“Nos preguntó que si el tractocamión se le podía quitar o desactivar el GPS porque todos los equipos tienen eso, donde se muestra y marcan el lugar donde están”, señaló la Fiscal Bustos.
”Cuando el señor Teniente Coronel del Ejército Nacional, Quesada Valderrama Freddy Alberto, en su condición de comandante del Batallón de Ingenieros de Construcción número 52, recibió directamente la suma de 10 millones de pesos y por intermedio del señor subteniente Moreno Fernández, la suma de 37 millones”, indicó la Fiscalía Penal Militar.
Por estos hechos y por presentar un riesgo para el proceso, un juez penal militar impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra el coronel Quesada, quien fue vinculado formalmente por los delitos de peculado, prevaricato y cohecho.
Por su parte, el coronel Quesada, se declaró inocente de los señalamientos hechos por la Fiscalía Penal Militar.