Una de las primeras instituciones en Colombia en buscar innovaciones es la Clínica Shaio, que desde hace cerca de 15 años trabaja para tratar enfermedades del corazón con procedimientos de mínima invasión, al tiempo que realiza inversiones que dan acceso a sus pacientes a las últimas tecnologías en las especialidades cardiovasculares, neurovasculares y, en general, en enfermedades de muy alta complejidad.
“En la Shaio somos pioneros y líderes en el manejo de los pacientes crónicos, pero donde realmente nos diferenciamos es en el manejo de las enfermedades agudas del corazón, pues contamos con tecnología diagnóstica que permite, en muy pocos minutos, decidir qué es lo que se debe hacer ante una enfermedad o una situación que podría comprometer la vida, como por ejemplo, un infarto”, afirma Gilberto Mejía, director general de la Clínica.
Una de las innovaciones más recientes de la Shaio es Sensórica, un programa de monitoreo remoto de signos vitales que usa inteligencia artificial y tecnología médica para la captura de datos ciertos, reales y confiables de 13 variables relacionadas con el estado circulatorio y respiratorio de los pacientes, lo que permite realizar un seguimiento de sus condiciones de salud por varios días.
“Este programa nos permite realizar el monitoreo en casa, por ejemplo, de los pacientes que acaban de abandonar la Clínica por una cirugía mayor o están en ajustes de medicamentos o simplemente requieren de un monitoreo por unos días más para su total recuperación. Los datos que se obtienen nos permiten predecir y detectar alteraciones muy tempranas que cambian el riesgo y pronóstico cardiovascular”, dice el directivo.
Esta tecnología aumenta la capacidad de realizar diagnósticos confiables, gracias a que valora las diferentes actividades diarias del paciente, el comportamiento de su organismo y las respuestas que tiene ante diversas situaciones, evaluaciones que antes solo podían hacerse en el consultorio.
En la Shaio, a cerca del 87 por ciento de los pacientes que requieren una revascularización de su corazón se les realiza a través de una mínima invasión con catéteres y no con cirugía abierta. Lo mismo ocurre cuando es necesario arreglar defectos congénitos, cambiar válvulas o controlar arritmias, entre otros procedimientos.
Según el doctor Mejía, “en el caso de requerir cirugía abierta, por lo complejo del caso, un buen porcentaje de estas se realiza con técnicas mínimamente invasivas, como la cirugía asistida con robot, que permite una recuperación más rápida para el paciente, procedimientos precisos y resultados óptimos”.
Contenido realizado con el apoyo de la Fundación Clínica Shaio*