Cada año, durante la celebración de la Feria de las Flores de Medellín, un automóvil que fue propiedad del narcotraficante Pablo Escobar se roba las miradas de los asistentes al evento.
Se trata de una camioneta Volkswagen Iltis, un vehículo denominado anfibio, que fue diseñado a mediados del siglo XX y cuyo modelo fue usado por el Ejército de Alemania. El automóvil tiene la característica, según sus propietarios, de que se puede convertir en lancha.
Alberto Tejada, dueño actual del vehículo, contó al medio local Minuto 30 que lleva más de 20 años participando en el desfile de carros antiguos de la festividad, que año tras año se celebra en el mes de agosto, aunque por la pandemia de coronavirus no se pudo llevar a cabo en 2020.
Tejada contó al medio antioqueño que Pablo Escobar adquirió el vehículo en la década de los ochenta y lo utilizaba en la hacienda Nápoles. Luego señaló que, tras su muerte, pasó a manos de una persona cercana que decidió venderlo en el año 2000.
Ese año, el hombre aseguró que le pidieron 50 millones para adquirirlo y finalmente, tras algunas dudas por el alto precio, dijo que lo compró –tras recibir una rebaja– por 30 millones. “Me contaron que había un ‘remate’ de carros usados y yo fui a ver y este me gustó mucho, pero estaba al mismo precio de un carro nuevo”, expresó.
En referencia al desfile de este año, Tejada aseguró que decidió no asistir debido a la situación de la pandemia. “Es la única oportunidad en la que uno se siente como una reina de belleza y salen dos millones de personas a verlo a uno y al carro. Se quieren reír con uno, tomarse fotos, que uno pite. La gente de Medellín es muy calurosa y uno se siente contento”, expresó a Minuto 30.
Otro lujoso automóvil
En marzo pasado se anunció que estaba a la venta un Porsche 911 Carrera RSR, otro lujoso carro que perteneció a Escobar. La elevada cifra de 2,2 millones de dólares es el precio base del vehículo que sale a subasta a través del concesionario de autos de lujo Atlantis Motor Group, en la Florida, Estados Unidos.
El auto es parte de un lote de 15 fabricados en Alemania en 1974, para ser utilizados exclusivamente en la International Race of Champions (IROC), una carrera que reunía a pilotos de diferentes disciplinas. Estos Porsches fueron armados con motores de 3,0 litros refrigerados por aire y llantas de lujo de la marca BBS y, por supuesto, caja de cambios manual.
Para resaltar que se trataba de máquinas únicas. Cada uno fue pintado en un color llamativo, lo que servía de gancho en aquella época en que se popularizaron las transmisiones televisadas a color de este tipo de eventos.
Como si estuviera destinado a ser único entre el selecto grupo, en aquella carrera el auto fue el designado para el piloto brasileño de la F1 Emerson Fittipaldi, quien logró al volante la pole position de esa competencia.
Pero no hubo un final victorioso para el brasileño, que llegó tarde a la carrera y recibió una penalización de diez minutos en la parrilla de salida. Aunque el piloto comenzó escalando posiciones, tuvo un percance mecánico que lo dejó por fuera de la pista. Pero esto no sacó el vehículo de circulación. La máquina estuvo en competencias oficiales hasta 1978. Se sabe que se usó en las 24 Horas de Daytona y también en las 12 Horas de Sebring.
Tiempo después el vehículo pasó de uno a otro propietario, entre los que figuraron el empresario del automovilismo, Roger Penske, y el piloto norteamericano John Tunstall. Esto poco antes de llegar a formar parte de la colección de Escobar, entre la que se contaban Cadillacs, Mercedes y hasta un Renault 4, en el que participó en la Copa Renault 4, a principios de la década de 1970.