La escena del crimen, donde fue encontrado sin vida el coronel Oscar Dávila, se ubica diagonal al búnker de la Fiscalía, allí se encuentra el vehículo que tenía asignado el oficial y en su interior el cuerpo con un impacto de bala en la cabeza.
El coronel Dávila resultó involucrado en el escándalo de poligrafía y “chuzadas” a dos empleadas de Laura Sarabia, exjefe de gabinete del Gobierno nacional. Incluso el propio oficial solicitó a la Fiscalía ser escuchado en declaración como parte de la investigación que avanza en el acusador.
Informaciones preliminares advierten que a las 7:00 de la noche el Coronel le pidió a su escolta comprar una botella con agua, cinco minutos después, el escolta encontró a la oficial sin vida, sentado en el puesto del copiloto de la camioneta.
La escena está en la mitad de dos conjuntos residenciales, en una zona ampliamente transitada por peatones y vehículos, lo que causó conmoción en el sector y los vecinos constantemente preguntan qué fue lo que ocurrió.
Como el hecho sucede frente al búnker de la Fiscalía, la reacción fue inmediata de parte de los investigadores de criminalística que llegaron al sitio, acordonaron la zona e iniciaron con los Actos Urgentes que incluye la inspección técnica cadáver y la recuperación de videos o declaraciones, que ayuden a establecer con certeza lo que ocurrió.
Más de 30 expertos en criminalística llegaron al sitio para adelantar las averiguaciones preliminares y confirmar o descartar la hipótesis que por ahora se maneja, de un presunto caso de suicidio. Sin embargo, será el dictamen de Medicina Legal el que logre descifrar con certeza científica y forense, lo que pasó con el oficial.
El teniente coronel Óscar Dávila, quien justamente era el encargado de la oficina de anticipativas, donde se realizó el polígrafo a Marelbys Meza y se habrían ordenado las chuzadas contra la exniñera y la empleada doméstica de la casa de Laura Sarabia, a quienes les habrían puesto los alias de la Niñera y la Madrina, para justificar la interceptación.
En días pasados, el Coronel Dávila también había sido notificado para que declarara ante la Procuraduría General en el marco de las interceptaciones ilegales a la línea telefónica de Meza. La investigación preliminar quiere verificar cómo es que el número de la exniñera apareció en una investigación contra alias Siopas, uno de los jefes del Clan del Golfo.
Este viernes, casualmente, uno de los patrulleros investigados se negó a declarar ante la Fiscalía General. En el acta quedó consignado que no contaba con las garantías, pues en la sala había “personal sin identificarse” y que una funcionaria estuvo “conversando por celular con gente afuera”. Por esto pidió reprogramar la diligencia.
Información extraoficial entregada a SEMANA señala que el coronel Óscar Dávila, antes de ser asignado al equipo de seguridad del la Presidencia, en donde era la mano derecha del jefe de Casa Militar, coronel Carlos Feria Buitrago, era el jefe de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor).
Con equipos especializados los investigadores hacen un barrido por toda la escena del crimen, de cara a establecer con certeza las circunstancias de modo, tiempo y lugar de este desenlace fatal para una oficial condecorado en la Policía y con amplia trayectoria en la institución.