Las disidencias de las Farc no solo se encuentran realizando ataques con explosivos a las Fuerzas Militares en el departamento del Cauca, sino que también están realizando acciones en contra del medio ambiente que están afectando las fuentes hídricas del Cañón del Micay.

SEMANA conoció que la inteligencia militar tiene en su poder información de cómo la estructura Carlos Patiño realiza explotaciones ilegales de yacimientos mineros con el fin de poder obtener dineros para sus acciones al margen de la ley.

Y es que aunque en Cali, Valle del Cauca, se lleva a cabo la COP16, las autoridades tienen información y han logrado ubicar las zonas en las inmediaciones del Cañón del Micay que están siendo ‘envenenadas’ por los guerrilleros que están afectando la fuente hídrica que surten a comunidades como San Juan de Mechengue, El Plateado, La Emboscada, entre otras.

“Lo que se ha podido evidenciar es que estarían empleando de manera indiscriminada y sin ningún control ni conciencia de cuidado maquinaria amarilla, dragones, motores, así como químicos como mercurio y cianuro, que son altamente tóxicos y perjudiciales para la vida humana”, conoció este medio por medio de una fuente judicial.

Actividades ilícitas de las disidencias de las Farc. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Además, por medio de labores de inteligencia, monitoreo, fotografías y videos se conoció que este grupo ilegal le está haciendo un daño medioambiental a esta zona del país. También establecieron que la maquinaria amarilla que aseguran son para carreteras, son para desviar el cauce del río.

“La maquinaria amarilla, que engañan mediáticamente diciendo que es para carreteras, ha desviado el cauce natural del río y han convertido el agua cristalina y fluida en una sustancia oscura y estancada que aniquila la vida animal y vegetal que depende de la misma”, sostuvo la fuente.

Al mismo tiempo, indicó que alias Iván Mordisco sigue al frente de este tipo de actividades ilegales que está afectando a las comunidades.

“El daño que han venido causando las disidencias, cuyo máximo cabecilla es alias Iván Mordisco, es tal que en varias zonas ya se han formado “piscinas” en donde el agua ha tomado colores extraños, evidenciando el uso y empleo de químicos, lo que representa un grave riesgo para la población civil, así como para la flora y fauna de esta región entre los municipio de Argelia, El Tambo y López de Micay, perjudicando a más de 16 mil personas que allí habitan”, precisaron.

Tomas de la minería ilegal de las disidencias en el Cauca. | Foto: Suministrada a SEMANA.

La instrumentalización de la población civil ha sido la estrategia de las disidencias de las Farc con la que buscan hacer que el accionar de las Fuerzas Militares no llegue a la zona y afecte las actividades que realizan con la minería ilegal.

“Las disidencias lo que también han hecho es presionar a la comunidad para que informe si ven movimientos de vehículos o aeronaves, y de este modo poder mover las maquinarias y ocultarlas para evitar la flagrancia y así eludir los controles que se han previsto”, agregó.

Las protestas que se han conocido en esta zona del país han sido respaldadas por estos ilegales que lo buscan es que no haya presencias de las Fuerzas Militares para poder seguir realizando sus hechos al margen de la ley.

“Tenemos conocimiento que estarían ubicando maquinaria sobre las carreteras cercanas al cauce del río Micay, para darle una apariencia de legalidad, y argumentar que están realizando tareas de mantenimiento y trabajo sobre la vía. Es de anotar que este fue el engaño inicial con el que las disidencias llevaron la maquinaria a esta zona, referenciando que serían usadas para trabajos en beneficio de las comunidades”, precisó la fuente de las Fuerzas Militares.

Son más de 100 las hectáreas que este grupo armado ilegal ha afectado a lo largo del cauce del río Micay, en el sur del Cauca, así como también daños medioambientales que tardarían años en ser reparados.

SEMANA conoció que las disidencias de las Farc por medio de esta práctica estaría obteniendo mensualmente entre 8 y diez mil gramos de oro, lo que estaría generando ganancias criminales de por lo menos 7.000 millones de pesos para la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc.